miércoles, 6 de septiembre de 2017

SOBRE LA ORTODOXIA DEL VALENCIANO

Las Provincias 10 de Marzo de 1994



Por Ricardo García Moya

La semana pasada un profesor de la Universidad de Valencia se tomaba la molestia de corregir ortográficamente un artículo de la concejala García Broch. La corrección, según reconoce, la hizo "utilizant les normes de la Universitat de Valéncia i de l'institut d'Estudis Catalans".

Triunfante, ofrecía como trofeo una larga lista de palabras incorrectamente escritas por su acentuación, grafía, diferencia de matiz (significado), terminaciones verbales, etc. EI enseñante preguntaba, ¿por qué escribe García Broch el pronombre "yo" con y griega, cuando lo "normalitzat" es "jo"? ¿No conoce Broch que el Institut Catalá no admite la CH y, en consecuencia, no debe escribir "marcha", sino "marxa"?

Sin proponérselo, este censor demuestra que catalán y valenciano son idiomas diferentes. En el breve artículo de García Broch, apenas un folio, encuentra más de un centenar de diferencias gramaticales entre el catalán de los que viven del Régimen y el valenciano del Reino de Valencia.

Respecto a su reprimenda a Lola por escribir "yo" y "marcha", le recordaré Menéndez Pidal (en cuya gramática histórica bebieron todos los filólogos actuales), reconocía tácitamente la independencia idiomática valenciana. En su análisis de los pronombres personales, recordaba que el derivado del nominativo ego se abreviaba en latín vulgar hasta Ilegar al "jo", con jota, en catalán; y  "yo", con y griega, en valenciano (Menéndez Pidal, R.:  Gramática Histórica. Madrid 1977, p. 250) : Por algo el culto y jocoso padre Mulet, hacia 1650, anotaba "yo estic aci (Bellveser, R.: Tratado, p. 71 ) estableciendo frontera con el "jo ja soc aquí"  terradellano.

EI esperanto catalanero de la Universidad de Valencia no es el idioma que el Reino ha ido gestando a lo largo de los siglos; pero nos han hecho caer en la trampa de la coentor, para que nos avergoncemos del valenciano del siglo XVII, fundamento del actual. EI producto lingüístico que ofertan es similar al que ofrecería un sefardí de Israel que tratara de normalizar al castellano actual; diciendo que su habla conserva la pureza del siglo XV. Ni el catalán "normalitzat" es fiel al valenciano del Siglo de Oro, ni los sefardíes conservan algo más que un empobrecido y contaminado castellano.

Con las normas del Institut Catalá se censurarían todos -absolutamente todos- los escritos en valenciano de los siglos XIII al XIX. Figúrense qué dirían de esta ortografía y léxico: "Les fadrines vos festechen, deixan los festechadors, y quant escuren y agranen, vos están cantant cançons" (Gaspar Aguilar: Certamen poético, Valencia 1621 , p. 217) .

Los catalanes de 1621 no escribían así: "Y estich tan alegre, tan gojós estich, que en los ulls vos parle, y en lo cor vos tinch" (p. 205). Habría que recordar que todo escrito -desde obras místicas de Isabel de Villena a las populares de Escalante- es válido para demostrar la evidencia de un idioma y su estudio. No parece lógico tomar como único modelo los "Manuals del Consell", del siglo XV.

¿Se figuran a Carreter o Lapesa hurgando en escritos y vocabularios del XV para reimplantar arcaísmos? Sería chocante, pues podrían incluso unificar el valenciano, castellano, catalán y gallego. Los manuscritos de Cardeña y Silos, por ejemplo, contienen palabras castellanas como  "loquero"    (alquilador),  nora  (nuera),  mestre  (maestro), según recoge Andrés Merino en "Escuela de leer letras" (Madrid, 1780). EI castellano usaba también "cava (cueva), finestra, dona, duas, home, caserna, furtar, conquerir, pardal, ferir, nafrar", etc. Es decir, que Pujol podría "normalitzar" a toda España.

Obras populares como el "Sacromonte parsano de las musas de los reynos de España, en varias lenguas. Valencia, 1687" utilizaban el idioma valenciano sin complejos: "Mes negra que una paella, que el castellá diu sartén. . Més le espanta la Ilechea (...) penchada vingué de choyes". Esto no era catalán ni castellano, pero tengan la certeza de que si los catalanes hubieran escrito "llechea" o "penchada" en 1600, ahora lo defendería denodadamente la Universidad de Valencia (el adverbio "avui", por ejemplo, es más reciente e indocumentado).

Están haciendo el ridi, como en este ejemplo: En la Universidad de Barcelona, los impresos de la biblioteca -escritos en catalán- muestran las palabras "domicili" y "firma". Aquí, por el asunto de la coentor, nos encontramos con "adressa" y "signat". La etimología, no nos engañemos, es alterada cuando la lengua es potente y el pueblo que la usa no tiene complejos. Si no fuera así volveríamos a comunicarnos como el prosista Petronius, el del Satiricón.
licante que en Valencia y  Castellón se utiliza familiarmente el arcaísmo "nosaltres"; y es que aún quedan alicantinos sin engatusar. En "Información" (5-3-94)  leemos que los miembros de la barraca "Per la festa y mosatros", celebraron su cena anual en el Casino.  EI pronombre "mosatros" -centenario y exclusivamente valenciano- hay que respetarlo, aunque peque contra la etimología.



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