lunes, 16 de mayo de 2016

LAS LENGUAS OFICIALES DE LA CANCILLERÍA


Por Ricardo García Moya
Las Provincias 16 de Mayo de 1999


Una de las consignas que más ha calado entre las víctimas de la inmersión -estudiantes, funcionarios y emigrantes- es la que propaga que sólo eran lenguas oficiales de la Cancillería de la Corona de Aragón el aragonés y el catalán. En textos inmersores de BUP leemos: "Jaime I decidió redactar en cata- lán, y no en latín, toda la documentación referente al Reino de Valencia" (Llengua COU, Ed. ECIR, p.107), pero el original en que se basa la cita anterior dice: "In curia civitatis Valencie... omnes actus et sentencie in romancio". Estamos ante una variedad de glosolalia, en la que el afectado inventa palabras o las dota de significado que place a su extravío.
Entre los gramáticos del IEC hay casos célebres de acromegalia y aerofagia, pero la glosolalia es endémica en filólogos y siguen la glotosofía o filosofía del lenguaje del Instituto d'Estudis Catalans. EI síntoma más espectacular es que leen la palabra "catalán" en textos donde no figura tal vocablo. En un libro editado por la Generalidad de Cataluña, los filólogos Bastons y Estruch -afectados de glotolalia- creen operar con bisturí semántico sobre frases confusas, restaurándolas al concepto original. Del "Cantar del Cid" escogen la voz franco, explicando que el autor aludía al doble sentido de "noble y catalán". Según los autores, debiéramos corregir mentalmente cada vez que leamos franco en el "Poema del Cid", substituyéndolo por catalán. Lo mismo sucede con la prosa alfonsina (1221-1248). Su glosolalia les hace creer que donde en el original figura franceses debe decir catalanes (Estruch: "Cataluña en la literatura". Barcelona 1997).
La glosolalia afecta a los paleógrafos del IEC, no a los manuscritos originales, por lo que hay que recordar que jamás ordenó Jaime I que la documentación valenciana se escribiera en catalán. En ocasiones, aunque no era habitual, el funcionario citaba el idioma. En la documentación remitida a la Cancillería, en 1586, el consell desea que se entregue en mano a Felipe II; en este caso puntualizan que, aunque "escrita en lengua valenciana" (ACA. L.1350), sea traducida por un noble valenciano residente en la corte. Los afectados de glosolalia cuando observan "in idiomate valentino" en las actas del Compromiso de Caspe dicen que pone "català". Y quizá sea éste el documento oficial más solemne de todo el XV, al reflejar el cambio de dinastía del rey de Valencia y conde de Cataluña.
Ejemplo de prosa valenciana usada por la Cancillería son las autorizaciones reales para la impresión de libros. La otorgada a Jaume Prades, firmada por el conseller real Jaume Ferrer, está fechada "a XXI de giner 1595". La Cancillería usaba léxico valenciano como el sustantivo giner, prohibido ahora por la inmersión y sustituido por el catalán gener. Este impreso otorgaba la licencia real a Jaume Prades, rector de "Ares en lo Maestrat de Montesa", frase que un afectado de glosolalia ve con alterada morfosintaxis, convirtiendo el texto de la Cancilleria en algo así como "Ares al Mestrat de Muntesa".
En el permiso real hay plurales como "cofrens" -documento en el s. XIII- y la fórmula de apro- bación valenciana "a nos ben vist", ahora sustituida por la barcelonesa "vistiplau". EI libro de Prades se titulaba "Historia de la adoración" y abordaba tangencialmente el problema derivado de la confusión babélica y la formación de múltiples lenguas: "Entre las quales havia (sic) muchas que, aunque distintas, se entendían unas a otras, como son agora la Valenciana y Catalana" (p. 350). EI doctor Prades puntualiza que, "aunque distintas", se entendían; pero en el mismo párrafo añade otras comprensibles: la toscana, francesa y castellana. EI autor aludía a las neolatinas del sudoeste de Europa, más o menos comprensibles en relación a semíticas, eslavas y germánicas.
La Cancillería se castellanizó bajo los Austrias, pero la Generalidad del Reino siguió remitiendo memoriales y cartas en el idioma valenciano vivo, distinto al catalán coetáneo. Como ejemplo de léxico oficial tenemos el utilizado por Jusep Orti, secretario de la Generalidad, en una misiva oficial del año 1704: "Ya contribuixen, este any, servicis, lo deposit, atendre, inglesos, fortelees, Ilealtat, allaugerarlo..." (8P0, R. 2035, 10 octubre 1704). Traducido al catalán sería: ja contribueixen, aquest, diposit, atenir, anglesos, fortalesas, serveis, Ileialtat, alleugerir-lo, etc.
EI escrito de la Generalidad contenía frases en valenciano moderno: "Y en tots estos numerosos eixercits", que la inmersión traduciría en: "I amb tots aquets nombrosos exèrcits". En fin, lo dijo fray Antoni Canals en 1395 y lo repitió el rector Jaume Prades dos siglos después, en 1595, desde su atalaya en Ares del Maestrat: aunque se entienden por su común origen, las lenguas valenciana y catalana son distintas. Ahora, en 1999, serían acusados de sececionistas por los afectados de glosolalia.


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