domingo, 20 de septiembre de 2015

LA CRIMINALIZACIÓN DEL IDIOMA ESPAÑOL



Por Ricardo García Moya
Las Provincias 13 de Diciembre de 1994

¿Por qué la Generalidad edita un libro en francés y catalán,  rechazando  las lenguas española y valenciana? Es difícil la respuesta, especialmente si analizamos que la autora, María Milagros Cárcel Ortí, no es francesa ni catalana. EI libro "Vocabulaire international de la diplomatique", con más de 300 páginas, se imprimió en la litografía Guada del Camino Nuevo de Picanya; lugar que, me parece, todavía no es Francia o Cataluña. Y el que diseñó la cubierta, Carlos Pérez Bermúdez, suena demasiado a ceitibérico como para haber nacido en Sant Cugat o Poitiers.
La dedicatoria hace referencia a José Trenchs Odena y a Angel Canellas López; es decir, un Pepe y un López. EI dilema lo va aclarando la "Presentació", escrita en perfecto catalán (no piensen que en valenciano o español). Según Cárcel: "la Conselleria de Cultura de la Generalidad Valenciana y la Universidad de Valencia, desde el primer momento acogieron con interés la obra y quisieron patrocinar la edición" (p. 11 ).
¿Por qué tenía tanto interés - unas entidades mantenidas con impuestos de los valencianos en editar libros cuya finalidad es pregonar que el idioma valencia no existe? Allí mencionan al "catalán, allemand, anglais,   italian, danois, grec, tchéque, espagnol, hongroise,  néerlandaise, portugaise,  roumain,  suédois, russe, etc."; es decir, todos menos el que Lerma, Pedraza y Romero dicen amparar. Respecto al libro francés-catalán, responde la estrategia  adoptada  en  ciertos congresos celebrados en Cataluña, donde el español era considerado idioma secundario, como el islandés o el rumano. Y todo concuerda con algo más siniestro: la estrategia  programada  para criminalizar al idioma español según dictan los cerebros dei integrismo catalán; impulsores de la actual "immersió" en el Reino de Valencia.
Los profesores que perpetran la inmersión en EGB y BUP siguen normas gramaticales de "Escola Catalana"; revista que mensualmente manda el Omniun Cultural desde Barcelona. Pero su contenido no sólo es lingüístico; estratégicamente camufladas en diferentes números aparecen las consignas políticas para la criminalización  del  castellano  y  la confrontación  civil  que  citaba Pujol no hace mucho. En "Escola Catalana" -y la tengo delante de mis ojos-, se recomienda a los maestros que: "por razones estratégicas de nuestra Nación, todo el decenio de los años noventa hemos de reducir brutalmente nuestra utilización del caste!lano". La unidad de la lengua, el paso previo para lograr "un nacionalismo  catalán, liberador, que ponga fin a la dominación española de los Paísos Catalanes" (E.C. n. 278, p.24)
Las consignas de  EC --subvencionada por el gobierno de Pujol, el socio de Felipe  , son dogma de fe para los maestros catalaneros de EGB y BUP en Alicante, CasteIllón y Valencia.  EI odio al español  (el valenciano, para estos renegados, no existe) lo apreciará usted si se entrevista con alguno de ellos. Aunque le hable en español o valenciano, él le contestará con la jerga barcelonina de "altre, aleshores, amb, a mes a mes, tasca, avui...". Son comisarios políticos del integrismo catalán.
Viven para Cataluña (aunque cobran de nuestros impuestos) y siguen al pie de la letra el "Decáleg" del cerebro de la inmersión Til Stegman, alemán de Frankurt que  -desde "Escola Catalana"- , recomienda  a  los maestros que  anoten  cuántas veces usan la lengua criminal: "a veure: avui m'apuntaré cada vegada que he parlat castellá" ( E.C., p. 25) . Y Lerma, volcado en la implantación del catalán, acata lo que sugiera Pujol, el expansionista socio de FG. Según la revista "Papers" de la ConseIleria de Cultura de la Generalidad Valenciana: "el nou impuls lo avala la infomarció que arriba de  Catalunya  sobre  l'éxit  dels programes dimmersió"  (p. 8).
Desde la frontera con Francia hasta "Alacant, avui en dia conpten amb centres d'inmersió en catalá" ( EC,  p. 14). EI camino para la confrontación civil en España según Stegman está forjándose por lobos con piel de cordero lingüístico.
Aparte del Stegrnan, tenemos en Valencia a Albert Hauf (mallorquín  hijo de alemán de Baden-Wüterberg),  empeñado  en salvar de la barbarie a los valencianos Todo lo encuentra mal en   Valencia (menos el sueldo que cobra  por enseñar catalán en la Universidad), desde la "butricia" ("Sao"; nov.94, p.49) a la derecha Valenciana, "que no aconsegueix ser civilitzada"; pertenecer a ella es sinónimo de bárbaro (no como los tory ingleses). LAS PROVINClAS es un diario no recomendable. Según Hauf, habría que Ilevar a los valencianos "de 13 y 14 años a estudiar a Fuster...) a veure els articles de <>" (p. 31 ) Estas opiniones las publica la revista clerical del régimen  lermista  "Sao" (que subsiste  por la  publicidad que Lerma, Pedraza y Romero insertan en sus páginas).
En el universo de Hauf (su país, dice, es Cataluña, Ias islas y el PV) los buenos hablan catalán, y los delincuentes y asesinos utilizan el español. En la entrevista de 12 páginas sólo emplea el español para situarlo en boca de un indeseable que dice: "Yo me meo donde me da la gana" (p. 48); un intolerante; "habla cristiano"; de unos presuntos asesinos que escriben: "muerte a los biólogos" (p. 49). Es la táctica que usaban los integristas medievales para deshumanizar al pueblo judío, ya que  - según  recuerda Umberto Eco en "La lengua perfecta"- propagaban que el hebreo era el idioma de los seres satánicos del averno.
Hauf presume de limpio, culto, disciplinado (como buen ario) y tolerante con todo; menos con los "imbécils" (p. 48), los bárbaros e incivilizados de la derecha valenciana, el diario LAS  PROVINCIAS, "la gent del PP" que está "en la inopia, en la ignorancia de les propostes honrades, honestes i  intel-ligents".  En  fin,  contra todo el que discrepe de su cuadriculado cerebro. Este demócrata se jacta de quedarse en Valencia, aunque tuvo opciones de irse a Barcelona: "He triat de quedarme aquí; o sigui, que ja esta dit". ¿Para qué? Está claro- "para canviar la realitat segons les nostres idees"   (p.49).  Los inmersores (corno Daniel Grau, traductor del Boletín en las Cortes) no tienen dudas: "la ley permisiva no sirve"; para normalizar una lengua "hay que desnormalizar la otra". Carrero Blanco a su lado, era Gandhi.



LA `CRESOLA´ DE ELISEU CLIMENT


Ricardo García Moya
Diario de Valencia 28 de Octubre de 2001

Editor, poeta y adaptador de mil romances, Timoneda fue uno de los autores en valen­ciano y español que más éxito tuvo en el Reino de Valencia y en el condado levantino. Una de sus historias cuenta -en va­lenciano de 1589-, que: “vin­gué a Valencia un chocarrero, fingint que sabia de alquimia, lo qual posá cartells que al qui li donaria un ducat en or, ne tornaria dos; y al qui dos, qua­tre: y al qui tres, sis”. Igual que Gescartera, ofrecía el do­ble de lo depositado: “La gent per provarlo acudia en pochs ducats y ell, davant ella, pesa­va la cantitat de cada hu en sa cresola de terra, escrivint lo nom de quils portava en un paperet posat dins ella y de alli a pochs dies los tornava dobles...ell desaparegue ab mes de mil ducats” (El sobre­mesa, 1569): Como era de es­perar, les cresoles aparecieron vacias, salvo un escrito donde sugería que cada uno llorara la pena en su cresol.
Avispado chocarrero del ex­pansionismo rancio, Eliseu Climent es un editor rey de las subvenciones que va y viene de Barcelona a Valencia con su cresola sin fondo, donde los políticos meten millones del contribuyente para que la na­ción catalana devore nuestro indefenso territorio. Cada oto­ño regresa con la pantomima llamada “Premis Octubre” y, en esta ocasión, las columnas del fascismo catalanero que ocupan Valencia el 27 de Oc­tubre están financiadas por la Generalidad de Cataluña, el Consell de Mallorca, el Govern d’Andorra, las Universidades catalanas de Valencia y Ali­cante, los Ayuntamientos de Castellón, Alcoy, Benisa, Fau­ra, Gandía, Benicasin, San Juan de Alicante, Onteniente, “Castelló de la Ribera”(¿), y una legión de entes que les so­bra la pasta: Renfe, Gran En­ciclopedia Catalana, Iberia, etc. Con la cresola rebosante de dracmas, volverán a ofen­dernos al llamarnos catalanes, volverán a ondear la bandera catalana en Valencia, volverán a ensalzar al falso principat y degradar al Reino. Al paso de la oca del IEC marcharán pre­sumiendo de liberalidad, cuando son odres ahítos de so­berbia e hipocresía, colabora­cionistas del aniquilamiento cultural de un antiguo pueblo europeo: la Nación Valenciana, que no es castellana ni ca­talana. La horda que invade Valencia ríe sus propias gra­cias para celebrar que contro­lan la AVL, la Generalitat, el diario Levante, la Universi­dad, Canal 9, etc. Ellos pro­graman la inmersión catalana y, al mismo tiempo, fomentan la huida hacia la vacuidad de unas fallas cada vez más des­comunales y contaminantes, fuegos artificiales más costo­sos, la pugna por paellas gi­gantes y la mascletá más en­sordecedora.
Hoy, en homenaje al turista fascista y gorrón, hablaremos de la cresola, voz valenciana que la inmersión sustituye por la corrupción catalana “gresola”. El parnaso de invi­tados de Climent debe saber que una voz valenciana se pro­híbe por ser arcaísmo o neolo­gismo, por ser vulgar o culta, por llevar ch o no, por ser deValencia ciudad o de Valencia reino y -habitualmente-, por­que les sale de los huevos a los señores del Institut d’Estudis Catalana, nuestros amos. Pa­labra de incierto origen, cresol figura en la prosa de Marto­rell y versos de Roig, asimilán­dola los catalanes Eiximenis y Pou en su estancia valenciana (“cresol de tres meches”, Thes.). El sustantivo perma­neció vivo en el idioma valen­ciano no infectado por la in­mersión, pues recuerdo que mi madre -socarrona y afecti­va-, nos decía al acostarnos: “Bona nit, cresol, que la llum s’apaga”. Frase curiosa que personaliza el cresol y que yo repito a mis hijos.
En 1887 el diccionario de Escrig mantenía cresol, cresola y cresoleta; hoy, los diccio­narios Bromera imponen las catalanas gresol, gresola. El triúnfo del fascismo idiomáti­co se debe en parte a colabora­ciones como la del falangista Fuster y el chocarrero Cli­ment. En 1983 editaba Cli­ment la “Flor de enamorados” de Timoneda, con una vil in­troducción de Fuster donde llamaba poeta catalán al va­lenciano, aplicando los espu­rios títulos de “Principat i País Valencia”. El de Sueca burlaba a Timoneda, ya que hasta en las ediciones barcelo­nesas del XVI se advertía al lector de que usaba la “lengua natural Valenciana “, no la ca­talana (Las patranyas de Timoneda. Barcelona, 1587). Si un verso decía: “en llum de cresol” (p.54), Fuster rectifi­caba a Timoneda y daba la for­ma catalana “gresol” a pie de página. Hoy, los colaboracio­nistas engañan a nuestros hi­jos y les enseñan que la forma culta es: “amb llum de gre­sol”.
Fuster practicaba el vampi­rismo literario sin caer en la trampa de la intertextualidad a lo Ana Rosa Quintana. En sus notas para la edición cho­carrera de “Flor de enamora­dos”, se emborracha bebiendo en los ensayos de Antonio Ro­dríguez Moñino, aunque sin asimilar la honradez del filólo­go que, en su “Discurso de re­cepción ante la Real Academia Española: Poesía y cancione­ros del siglo XVI” (a.1968), ci­taba las “composiciones en va­lenciano” (p. 48), no en cata­lán.
Con el rabillo del ojo miran­do a los valencianos norma­les, la troupe chocarrera de Climent desfila al son de las fanfarrias del diario Levante y las bendiciones de los moti­lons de Saó. El 27 de octubre, como otros años, reirá la ye-ye noctiluca Carmen Alborch, hará muecas el gótico Hauf, meterá la gamba el rey del encofrado Andreu Alfaro, el progre Miró endosará una es­cultura a algún periodista amaestrado, se le erizará el mostacho a Julia Otero y, pa­ra culminar, se iniciará el bai­le de los vampiros con, quizá, Emérit Bono, Julia Zabala, la Rahola, Peret Ruiz Torres y sus rumberos bloqueros, Ro­sa Solbes y demás amebas in­telectuales. Como es tradicio­nal, un emocionado trémolo de esfinteres acompañará la visión de las cuatro barras ro­badas a Aragón; y, el próximo otoño, otra vez el chocarrero llenará la cresola con las pe­las que nuestros bravos polí­ticos destinan al expansionis­mo catalán.
La indignidad intelectual a que llegan es patente si com­paramos las chapuzas de Cli­ment con la actitud de los edi­tores catalanes renacentistas hacia las obras en valenciano. Los Sendrat y Trinxer edita­ban a Timoneda y Roiç de Co­rella sin falsear las referencias al idioma valenciano, respe­tando la mayoría de diferen­cias morfosintácticas. Así, por poner un ejemplo nimio pero significativo, cuando Trinxer edita a Roiç de Corella en 1518 mantiene la preposición valenciana “en” (castellana con, catalana amb), en el fa­moso colofón: “acaba la pri­mera part del cartoxa en la vi­da de Iesus”. Los valencianos normales siguen usando tal construcción en el 2001, pero la inmersión catalanera la prohíbe. En fin, que la fiesta no decaiga y que nuestros visi­tantes, machacándonos, se lo pasen bien.


LA COSECHA DE PALABRAS

Por Ricardo García Moya

Las Provincias 23 de Mayo de 1999


Una revista catalana proclamaba que el vocablo estramoni se documenta por primera vez en catalán, antes que en otra lengua, ¿Y dónde han encontrado esta palabra? Se lo pueden figurar, ¡en un verso del valenciano Ausias March! Con impunidad, los rateros léxicos engordan el diccionario del Institut d'Estudis Catalans con voces nacidas en el idioma valenciano y en el Reino de Valencia. EI citado diccionario devora todas las voces valencianas, desde el estramoni al trapatroles, sin desdeñar milacre, voz despreciada por la inmersión. Algún dia se estudiará el origen del léxico valenciano y aparecerán historias como las que siguen.
EI 5 de diciembre de 1650, las tropas valencianas entraban en Tortosa precedidas por fray Pere, de Denia. Entre el armamento haIlaron "ducientos cañones de mosqueteria, que dizen disparava un hombre solo". EI dominico Gavalda estaba describiendo un antecedente de la ametralladora, arma y vocablo inexistentes en 1650. A propósito de esta palabra, recuerdo que mis padres usaban la voz metralla en frases como: "¿Portem metralla mosatros?", aludiendo al cambio o moneda suelta. Creía que empleaban el sustantivo metafóricamente, y resultó que la supuesta vulgaridad era un cultismo. Sin saberlo, usaban la acepción etimológica procedente del francés mitraille, equivalente a calderilla o conjunto de monedas de poco valor. Se trata de una singularidad del idioma valenciano, inexistente en catalán.
Otro derivado es la voz metraIleta, común al valenciano, castellano y catalán. Aparece en el XX para designar al arma portátil de repetición, modelo que fue precedido por los de mayor tamaño, imposibles de utilizar sin apoyo fijo. En la comedia en idioma valenciano "Una nugolá d'estiu" (Valencia, 1871 ) tenemos la primera mención de "les ametralladores" en una obra literaria peninsular. En jocosos diálogos, el labrador Roc recuerda la derrota francesa ante los prusianos de Bismarck. EI hecho ocurrió meses antes, y Roc comenta que se usaron "ametralladores" (p. 9).
La ametralladora de 1870 era similar a las máquinas de hacer sobrasada, con manubrio, pero de gran tamaño. EI idioma catalán no dispone de vocablo para designar este modelo pesado, teniendo que recurrir al adjetivo, algo que no necesita el idioma valenciano al disponer de "metralletes" y, desde 1871, de "ametralladores".
Acomplejados, los etimólogos valencianos se avergüenzan de las palabras valencianas no aceptadas por el IEC. Una de ellas es el vocablo "chicho", sinónimo de perro callejero. Habitual desde 1840 y de origen incierto, figura en el sainete "En lo mich del mercat" (Val., 1884). También lo usa Baldoví en 1845: "¡Solta el bosí, chichol". Como puede comprobarse, la lengua valenciana del siglo XIX siguió creando neologismos por derivación, préstamo, metáfora, etcétera. Tenemos el caso de pachuli, nombre del aroma empalagoso extraído de una planta oriental. Los filólogos del IEC han adoptado la forma pàtxuli, con vocal abierta, esdrújula y dígrafo tx. Lo que no dicen es dónde ni cuándo se documenta tal voz en lengua catalana, y esta soledad de datos afecta a los grandes mitos de la etimología inmersora, los diccionarios de Alcover y Corominas. Nuestros gramáticos, sin rechistar, se han apresurado a incluir el catalán pàtxuli en los falsos diccionarios valencianos, despreciando la variable valenciana.
La primera documentación de este perfume en un texto literario peninsular aparece en lengua valenciana, antes que en castellano, gallego, catalán o vasco.
Corominas y Alcover sólo recogen textos del XX, cuando hacía décadas que nuestros antepasados estaban hartos de la citada fragancia. En 1884, el comediógrafo Manuel Millás pone en boca de Roseta estas palabras: "que pudor fa este home (...) de pacholi, entabuixa, al mes pintat li fareu pedre el sentit" ("En lo mich del mercat", Val., 1884, p. 18). No existe duda sobre el sentido de la palabra, pues el aludido contesta que Ileva otro perfume. En este caso, la palabra valenciana "pacholi" no era primicia mundial, como el estramoni de Ausias March, al proceder del bengalí, inglés y francés "patchouli", documentado en 1834.
Como podemos comprobar, el idioma valenciano se enriqueció a través de los siglos, alejándose del tosco romance medieval hablado por mozárabes y cruzados aragoneses. Su perfección hizo que gramáticos catalanes, como Onofre Pou, acudieran al Reino para redactar diccionarios con voces que, progresivamente, se incorporarían a otras lenguas. Un ejemplo lo tenemos en los posesivos meua, teua y seua, que -nacidos en el idioma valenciano del siglo XV- fueron introduciéndose por la ruta valenciana en tierras de Lérida.
Hoy sucede todo lo contrario. Esta mañana he visto a los pobres alumnos de 3." de ESO leyendo (por imposición del profesor inmersor) un novelucho catalán y en catalán.


LA CORONA DE ARAGON

Per: Josep Boronat Gisbert


El Reino de Valencia perteneció a la “Corona d’Arago”, nombre que se dio a una creación típicamente medieval, de extensión fluctuante, conjunto de tierras y de hombres sometidos al rey que lo era de Aragón; pero conservando el carácter constitucional propio de cada territorio: de reino, como Aragón, Mallorca, Valencia, Sicilia, Cerdeña, Córcega, Nápoles; de ducado, como el de Atenas y Neopatria; marquesado, como el de Provenza; condado como los de Barcelona, Rosellón, Cerdaña; señorío, como el de Montpellier. De una manera constante, desde el principio, y en todo el tiempo de su existencia, solamente estuvieron integrándola el Reino de Aragón, el condado de Barcelona y el Reino de Valencia.

Individualmente cada uno de estos “Estados” era una entidad dotada de existencia política independiente, teniendo diferentes leyes o fueros, diversos códigos jurídicos, distintas cortes y gobiernos. Existía vinculación a la persona real, pero no vinculación mutua, aunque hubieron interrelaciones frecuentes. Vinculación vertical, no horizontal.

La Corona de Aragón comenzó a gestarse en el verano de 1137, cuando el conde Ramón Berenguer IV de Barcelona entró a formar parte de la Casa Real de Aragón, por los pactos y concesiones de Ramiro II el Monje, rey de Aragón, y subsiguiente matrimonio del conde y la futura reina, Petronila, hija de Ramiro II. De este modo, Ramón Berenguer,  hecho principe-consorte de Aragón, aportó a la Casa de Aragón el condado de Barcelona, al que ya se habían agregado los de Gerona, Ausona, Besalu y Cerdaña.

Aragón y Barcelona eran en ese tiempo dos grupos geográficos totalmente diferenciados y territorialmente separados. En medio de los dos estaban las tierras musulmanas de Lérida, y los condados de Pallars Bajo y Alto. Pero poco después Aragón se apoderó de la ciudad de Lérida, trasladando a ella la Sede episcopal de Barbastro (Huesca), y utilizando por mucho tiempo las pesas y medidas aragonesas y la moneda jaquesa. Por la conquista de Lérida por Aragón, el condado de Barcelona ya  no quedó separado territorialmente de Aragón.

La denominación “Corona d’Arago” no aparece todavía. No se encuentra ni en la Crónica de Jaime I (posterior a 1276), ni en la de Desclot (posterior a 1305), ni en Muntaner (comenzada en el año 1325). La primera mención aparece en la narración de la conquista de Mallorca del rey Pedro IV (1336-1387) cuando dice que, confiscando el reino, los combates y las tierras, las aplica a la “nostra Corona reyal d’Arago”.

Pero ya desde 1204, los reyes de la Corona de Aragón eran coronados en la Sede de Zaragoza, previo juramento de los fueros aragoneses, yendose después a Valencia y a Barcelona para jurar los fueros de Valencia y las costumbres de los condados catalanes.

En todo el tiempo de existencia propiamente dicha de la Corona de Aragón, cada territorio gozaba de una clara independencia jurídica, económica y administrativa. Las Cortes, cuando se convocaban en una misma población para facilitar la presencia del rey, que lo era de todos,  tenían sus reuniones por separado. Cuando se había de tratar algún asunto de interés común, como por ejemplo problemas de sucesión, se reunían todos en Cortes generales.

Unicamente después del matrimonio de los Reyes Católicos, por la creación del “Consejo de Aragón”   (1493),  según la mentalidad  y a imitación de la organización castellana, comenzaron a unificarse en criterios y actuaciones los territorios que habían sido independientes en una Corona de Aragón todavía no unida a Castilla.

En todo el tiempo de existencia de esta Corona de Aragón, no aparece nunca el nombre de Confederación Aragonesa. Mucho menos el de Confederación Catalano-Aragonesa. Ni el nombre, ni la realidad que el nombre representa, es decir, el “pacto de confederación” que, según el derecho político limita la personalidad de los Estados que la componen y presenta el conjunto de una única entidad en el orden internacional.

Esta denominación es una invención del catalán Antonio Bofarull Broca en “La Confederación Catalano-Aragonesa...” (Barcelona, 1869), cuando ya habían pasado cuatro siglos de la unión dinástica de Aragón y Castilla en el año 1479. En realidad es una suplantación dolosa del término jurídico, además de antihistórica; pero que les ha venido muy bien a los  que tienen por tarea el engaño anexionista.

No es correcto hablar de “Confederación” ni mucho menos referirse a la Corona de Aragón como a una “Monarquía”, induciendo a error a quien escucha o lee, ya que, en nuestro tiempo, esa palabra connota el concepto de Estado único bajo un Monarca, y por tanto falsea lo que fue la Corona de Aragón. Es incorrecto, embrollador, rabosero.
Y todo, por la extraña pretensión de anular los símbolos deferenciadores netamente valencianos. Desgraciadamente.
�) para auxiliar a tan patética chusma. Las obras de caridad se hacen con cualquiera, hasta con los escarotados sardaneros del Bloc.

LA CORONA D’ARAGO NO FON UNA CONFEDERACIO CATALANO-ARAGONESA



D
e quant en quant s’escolta o es llig que la Corona d’Arago fon una confederacio catalano-aragonesa, aixo no es mes que un intent catalaniste d’apropiar-se de l’obra d’Arago. Clar que de tals postures pront surgiran  aquelles atres que pretenen sustituir i suplantar l’existencia i obra de la Corona d’Arago per la de uns quimerics “païssos catalans”. I de sobra conegut que es una aberracio historica, traspasá de pretensions imperialistes, l’afirmacio de que la Corona d’Arago fon una confederacio catalano-aragonesa.

El professor Ubieto la definix aixi: “Es crida Corona d’Arago al conjunt d’homens i païssos que estigueren sometits a la jurisdiccio del monarca que dominava en Arago, prescindint del caracter constitucional de cadascu dels territoris que podien ser un regne (Arago, Mallorca, Valencia, Sicilia,  Cerdenya, Corcega, Napoles), un ducat (Atenas i Neopatria), un marquesat (Provença), un condat (Barcelona, Rossello) o un senyoriu (Montpellier). (Temes Valencians. La Creacio de la Corona d’Arago, Valencia 1.977, pag. 3).

La creacio de la Corona d’Arago escomençá a constituir-se en 1.137, en el matrimoni de la futura regina d’Arago, Petronila, en el comte de Barcelona, Ramon Berenguer IV (1131-1162). I va finalisar d’una manera definitiva en el sigle XVIII en motiu de la Guerra de Successio espanyola. Felip V, el primer borbo, va vencer en la Batalla d’Almansa (5 d’abril de 1707) als eixercits partidaris de l’archiduc Carles d’Austria, conquistant inmediatament Valencia (el 8 de maig) i Saragossa el 25 del mateix mes. El 29 de juny de 1.707 dictava un decret de Nova Planta pel que v’abolir i derogar els furs, privilegis, practiques, costums, execcions i llibertats que gojaven els regnes d’Arago i Valencia, sometint-los -com expon Ubieto- a les lleis de Castella i a l’us, practica i forma de govern que tenien alli i a ses tribunals. El fi de la Corona d’Arago es consolidá el 12 de setembre de 1714, quant Felip V conquistava Barcelona i el 3 de juliol de 1715 la ciutat de Palma de Mallorca. A partir d’eixe moment distints decrets del primer rei borbo, foren desmontant totes les institucions de cadascu dels ex-regnes, comtats, etc...  integrants de la Corona d’Arago i foren sustituits per atres a image i semblança dels vigents, be en Castella o en França. La Corona d’Arago com a entitat geografica i com institucio politica hi havia deixat d’existir.

L’estructura politica de la Corona d’Arago

Des del punt de vista de la tecnica constitucional, la Corona d’Arago fon “una unio real” que existix quant l’identitat de la persona fisica del monarca no deriva d’una casual coincidencia, sino que es vollguda per els respectius ordenaments dels Estats o per un pacte associatiu que pot ser tambe tacit entre estos, si be permaneixent distintes les Corones dels Estats en qüestio. A l’identitat del monarca sol acompanyar tambe l’identitat d’atres orguens constitucionals i d’aquells orguens que coadyuven al sobira en el desplegament de ses funcions.

El vincul que unia entre si a regnes com el Balear, Valenciá i el comtat de Barcelona, etc... era la Corona, Per aixo, la Corona d’Arago fon “una unio real” i per tant, no aplegá mai a ser ni una “confederacio” ni menys encara una “federacio”. I, per supost, jamai fon una “confederacio catalano-aragonesa”, com es va atrevir a afirmar en 1.869 Antoni Bofarull de Brocá.

Tampoc es certa l’afirmacio de J. Reglá (Historia de Cataluña, Madrit, 1978 pags. 43 i ss.) de que “l’unio entre els distints regnes integrants de la Corona d’Arago, fon de tipo personal...”, i la del marques de Lozoya qui tambe incurrix en el mateix erro que Bofarull. Diu: “El Regne d’Arago, el principat de Catalunya, el Regne de Valencia i el Regne de Mallorca constituixen una confederacio d’Estats” (El mapa  de les quatre Comunitats citaes apareix en la pagina 60 del Tom II de “Historia d’Espanya” del Marques de Lozoya, Salvat). Es inaceptable que la Corona d’Arago siga susceptible de ser calificá con una confederacio catalano-aragonesa ya que, en els seus començaments, el comtat de Barcelona -ni regne, ni principat- fon pel matrimoni de Ramon Berenguer IV en Petronila, la filla de Ramiro II, El Monge, comtat que es va integrar en lo Regne d’Arago. I, per atre costat, es convenient indicar que tan sols en 1.258, Jaume I firmá en el rei de França, Lluïs IX -que mes tart seria Sant Lluïs de França-  el Tractat de Corbeil, pel que el rei frances renunciava a lo seu feudo de Catalunya, mentimentres que Jaume I renunciava al sur de França, a excepcio de lo seu senyoriu de Montpellier, ciutat que el va vore naixer el 1 de febrer de 1208 de Maria de Montpellier i de Pere II d’Arago. ¿Com podia ser puix una confederacio catalano-aragonesa si Catalunya era un feudo frances, precisament en l’epoca de major auge de la Corona d’Arago?.

A modo de conclusio, la Corona d’Arago venia configurá, puix, pel sometiment a la soberania d’un mateix monarca, pero sense alcançar la fusio de les estructures politiques dels regnes que se li afegien. El concepte que de la monarquia es te en estos païssos es un concepte “pactiste” per els quals els subdits queden sometits al poder real, unicament a canvi de que el rei complira el dret de cadascu dels Estats.

De tal manera es cert lo que venim afirmant de que el vincul entre els diversos regnes, comtats i senyorius era la Corona i, per tant,  que la Corona d’Arago era una “unio real” (no una confederacio catalano-aragonesa) que la propia formula que el rei Jaume I, des del 28 de setembre de 1238, utilisá en ses documents be ho reflexa. Diu aixi: “Nos Jaume, per la gracia de Deu, rei d’Arago, de Valencia, de Mallorca, comte de Barcelona i senyor de Montpellier....”


                                                                                              Joan Ferrando Badia – 1.987

LA CONQUISTA DE VALENCIA CAPITAL

Por: Ricardo de la Cierva


E1 29 de junio de 1236 una noticia de primera magnitud empieza a conmover a la cristiandad entera: el rey de Cas­tilla Fernando III conquista la capital del califato musul­mán en España, Córdoba. Jaime I se alegra por la victoria de su primo y, ya que no le puede emular en santidad per­sonal, decide emprender su gran ofensiva sobre Valencia, cuya fama no era inferior en el mundo mediterráneo. Con­voca Cortes
aragonesas en la ciudad de Monzón, en las que proclama la cruzada y cita a sus tropas y mesnadas para la Pascua de 1237 en la ciudad de Teruel, punta avance ­de Aragón sobre el Reino de Valencia. Como demuestra documentalmente el profesor Ubieto, la expedición es típicamente aragonesa con fuertes contingentes de Na­varra v participación de caballeros de casi toda España En cambio, la participación de Cataluña es mínima, casi inexistente. Ni los nobles ni los caballeros catalanes sien­ten atracción por la empresa valenciana; mal podían lle­var a ella su lengua si ni siquiera aportan, salvo honrosas excepciones, sus armas. El ejército real de Aragón se ins­tala en el Puig, que recibirá su nombre definitivo de Puig de Santa María; tras disponer la estrategia para el asedio, el rey retorna y deja al mando de la hueste y de la posi­ción a su tío, el aguerrido Guillén de Entenza. En ausencia del rey las tropas de Zayan emprenden un movimiento en­volvente desesperado, rebasan la posición cristiana del Puig y en agosto de 1237 chocan más al Norte, cerca de Peñís­cola, donde a precio de sensibles pérdidas -entre ellas, el propio Guillén- los cristianos les derrotan completa­mente.

Para la campaña de 1238 regresa el rey don Jaime al campamento del Puig y toma el mando de un ejército bien escaso, con el que parecía imposible el asalto de una bien defendida ciudad, apoyada desde el mar por una escuadra tunecina, que no se atreve, sin embargo, a desembarcar ante la posible presencia de una flota cristiana. La fuerza principal es aragonesa, con 130 caballeros, 150 almogáva­res -los más terribles guerreros de la Baja Edad Media, procedentes de casi toda España- y 1000 soldados más: poquísimos catalanes entre el corto pero decidido conjun­to. Sólo el tremendo desgaste de los musulmanes fuerza sin apenas combates previos, la rendición de Valencia, que tiene lugar por capitulación formal el 28 de setiembre de 1238. Se ha dicho que el rey entró en la ciudad el día 28 aunque no efectuó su entrada solemne, con la ocupación del palacio real y la consagración de la catedral hasta la fecha mantenida hasta hoy por una tradición popular y profunda, el 9 de octubre. Ese día, según la misma tradi­ción, se tremola la venerable senyera, la bandera del Reino de Valencia con su franja vertical azul sobre las cuatro barras en campo de oro.

LA COMEDIA DE LA VIRGEN DE LOS DESAMPARADOS



Por Ricardo García Moya
Las Provincias 14 de Mayo de 1995

En la Biblioteca Nacional de Madrid se conserva un opúsculo que sorprende gratamente. Se trata de la conocida "Comedia de la Virgen de los Desamparados”, escrita por Marco Antonio Orti a mediados del siglo XVII, e impresa en la Casa del Correo Viejo de Sevilla por  Francisco de  Leefdael.  Hacia 1651, la popularidad de la Patrona del Reino se había extendido a otros territorios de España, especialmente después de la victoria que los valencianos obtuvieron sobre los catalanes en la Toma de Tortosa en 1650, acción contemplada por los tercios imperiales que no habían podido doblegar la fortaleza. Todos sabían que la patrona de aquellas aguerridas huestes era la Mare de Deu dels Desamparats (y no exageramos, el general de Felipe IV prefería la infantería valenciana a la alemana).
En Sevilla, por tanto, se publicó la comedia de la Virgen de los Desamparados. EI barroquismo del argumento, con internos del Hospital de Inocentes, está hilvanado por los amores de la bella Porcia y su galán Federico. EI texto abre un panorama elocuente sobre la vida de nuestros antepasados, describiendo fiestas y costumbres: "EI Hospital celebra los Santos Inocentes, su fiesta. Y es una de las que Ilaman Porrates" (de porrat, vocablo valenciano; no catalán ni castellano).
EI caos circulatorio, sin Ilegar al actual, era asfixiante: "La gente es multitud; tan Ilena está la calle de coches que apenas dejan lugar a los de a pie  para  llegar  al  Hospital" (p. 6)  Los vehículos -alguno tirado por seis caballos, como el del virrey Montalto- eran más barrocos que el utilizado por la infanta en su boda sevillana. EI trepidante guión describe cómo "los locos se regocijan en la fiesta. Se les apresta un espléndido banquete. Liberal se muestra por medio de sus Cofrades aquella Reyna (Virgen de los Desamparados) cuya Imagen habéis visto tan hermosa". EI comediógrafo Ortí desarrolló una actividad intelectual variopinta.  Incluso se le atribuyen ciertos sonetos del manuscrito Ms. 3188 de la Biblioteca Nacional, de un prerromanticismo fúnebre casi cómico; "A un árbol nacido en un osario, asunto no supuesto", "A un galán que echó en un relox de arena las cenizas de su dama difunta", "A una abeja que libó dentro de una calavera". Títulos que firmaría cualquier contemporáneo de Bécquer.
Ortí defendía "les excelencies de la Llengua Valenciana" (Ortí. M.: Segundo Centenario. Valencia  1656, p.198), informando al forastero con curiosidades como que al campanario de la Seu "le llaman Micalet, que en Llengua Valenciana es diminutivo de Miquel" (p. 206). Sus escritos serían condenados hoy por los seguidores de las Normas del 32 y los catalaneros del Bloc de Progrés. Vean la muestra: "Tres canonizacions, per falta de una, trobe yo en los Evangelis del dia de hui" (p.122).
Volviendo a la comedia, Ortí situaba una jaula, y en ella el loco primero que dice: "Tengan lástima de mí; me busquen un (sic) consonante que se me cayó fuera", EI desvarío del poeta era tema socorrido en los certámenes del barroco valenciano, aunque el tratamiento irónico de Ortí se aproximaba al teatro del absurdo, jugando con la homofonía en el enredo: Loco primero: "Señores, les leeré una Comedia". Loco segundo: "Mejor Comedia es comer". EI orate denunciaba la sinrazón del goce espiritual con el estómago vacío.
Los poetas valencianos -aprovechando el "vexamen" que seguía a las academias literarias se desollaban sin piedad. En boca del propio arzobispo de Valencia, socarrón e inteligente, oímos que reniega a ser "pastor de poetas, pastor de tan ruin ganado" (Torre, F.: Academia en el Palacio Real. Valencia,1669, p.124). Que  Ortí  asociara  poesía y  locura concuerda con la metáfora de una riada de vates en el Turia: "Todos los poetas venían río abajo. Venía sobre la corriente una broza y confusión de demonios, ranas, caracoles  (...)  los poetas son ranas que cantan, ratones que roen, troncos que no sienten, carias con vanidad, caracoles sin valor, anguilas sin sustancia" (Torre. Academia, p.126). En esta guerra literaria de metáforas y epítetos, las heridas sólo derramaban tinta.
La Comedia de la Virgen -homenaje a la Patrona del Reino- reflejaba el carácter de Marco Antonio Ortí, defensor de la lengua Valenciana y secretario de la Generalidad.  En nuestros días, fácilmente tendría tema para otra comedia disparatada sin recurrir al benemérito hospital. Le bastaría reflejar la actuación de los manchegos que -desde la Generalidad-, catalanizan al Reino de Valencia; la del PSOE del Ayuntamiento de Gandía -en  colaboración  con Edicions 62 de Barcelona- que premia a un señor de Bellreguart que usa el barcelonés y escribe: "Aquesta tarda, dons, avui punxeguts, sota amb ell". Hasta el título de la novela, "Plaça Rodona", es ridículo al modificar el valenciano "Redona". Pero todos sabemos que los seguidores de Felipe González en Valencia derrochan el presupuesto con premios -como el Joanot Martorell de Gandíapara promocionar la catalanización.
Prefiero la Comedia de la Mare dels Desamparats que, además, finaliza con un milagro de la Virgen. La bella Porcia se casa con Federico y los músicos entonan con chirimías una salve que es cantada por los asistentes. Los valencianos del XVII no renegaban de su tierra y cultura, no gritaban como los del Bloc de Progrés a favor de Cataluña y en catalán. Ortografía y léxico eran en lengua valenciana: "atronen eixos aires lo clarí, la trompeta, dolçaina, chirimía, tabal iVixca, vixca Valencia!" (Ortí. M.A.: Centenario, p.116).

Si Ortí contemplara la tragicómica manifestación del Bloc de Progrés en Valencia, con banderas catalanas y gritos contra la singularidad del Reino, una vez repuesto del monumental pasmo no dudaría en avisar urgentemente al "Padre de los locos" (personaje que figura en la "Comedia dels Desamparats”) para auxiliar a tan patética chusma. Las obras de caridad se hacen con cualquiera, hasta con los escarotados sardaneros del Bloc.

LA CIENTÍFICA CATALANITZACIÓ DE CARLOS ROS



Por Ricardo García Moya
Las Provincias 27 de Mayo de 1.997

A don Martí de Riquer le sobraban méritos para recibir el Premio Príncipe de Asturias 1997. Personaje carismático, ha sido faro directriz de la normalització universitaria y, como autoridad en lengua catalana, sus investigaciones blindaron el escudo cíentifico de los unificadores idiomáticos. La "Historia de la literatura catalena" es su obra más ambiciosa y útil, pues rellena los desolados anaqueles literarios del condado con poetas y prosistas valencianos, justificando este traslado con intuiciones sobre lo que pensaban y sentían nuestros escritores de antaño: "Carlos Ros con- sagró su vida al enaltecimiento y a la restauración de la lengua catalana" (Hist. lit. catalana, t.V,  p. 233). Hay que reconocer que un valenciano  defensor de la lengua catalana en el XVIII sería  un  comodín  para  la normalització, pero...
En realidad Carlos Ros jamás desperdició gotas de tinta en alabar la lengua catalana, a no ser que don Martí  considere laudatoria esta sarta de adjetivos: "la lengua catalana es malsonante, grosera, isleña y montaraz” (Ros:  Epítome, 1734, p.19). Quizá no captemos el juego retórico del notario  dieciochesco,  pero tildar de grosera a una lengua equivalía a considerarla basta, ordinaria y sin arte, según el diccionario de la Real Academia de la cual es miembro don Martí. También sorprende que llamarla malsonente, isleña y montaraz sea enaltecerla, por mucha polisemia  que  rebusquemos en acepciones, derivados y raices.
Carlos Ros ocupó su vida defendiendo la  lengua valenciana, que le parecía "graciosa, breve, dulce, suave, primorosa, gentil. gallarda, elegante, compendiosa, pura, aguda, emphatica, sentenciosa, sua-ve, eloquente" (Ros, Epítome, 1734). Por el contrario, proclamó una animosidad insultante hacia "la lengua catalana, que los valencianos llamamos margall" (Epítome, p.19). El margall o comino castellano es la mala hierba que crece entre gramíneas. Usado en metáforas despectivas, "me importa un comino", equivalía a cosa insignificante de ningún valor. La inversa interpretación que don Marti realiza del ideario filológico de Carlos Ros es  homóloga a la su- rrealista transcripción de sus textos; así, cuando en el original de Ros leemos "fas yo dos coses", don Martí lo convierte en "faç jo dues coses", (Hist. lit. catalana p. 234).
Si Carlos Ros escribe sin apóstrofo, don Martí lo añade. Si une enclíticos en formas verbales  (acreditarme, donarlos), don Martí los separa (acreditar-me, donar-los). Don Martí modifica acentos y altera clásicas preposiciones valencianas; la conjunción copulativa y la convierte en i, deforma consonantes geminadas con el guioncito Fabriano;  y  todo ello para camuflar que el léxico y ortografía de Ros se acerca al valenciano moderno. EI Tratat de adages y refrans (no Tractat d'adages i refrans, como escribe Riquer) lo dedica a la Virgen dels Desamparats  (no Desemparats) y emplea terminaciones verbales correctas, imprimix y consistix (no imprimeix i consisteix). Carlos Ros no podría ser presentador de Canal 9 o funcìonario, pues situaba la preposición en delante de topónimos: "En Valencia, en Alboraya". EI Institut d'Estudis Catalans prohibió su uso y los inmersores lo acatan en sus textos (Gramática, Bromera 1996, p. 205). El "Imprés en Valencia" de Ros lo transforman en "a  València".
Ros  escribía  "tancat en clau" (no amb clau); Lo lladre te perea (no El lladre te peresa), llinage  (no cognom), boljaques (no butxacas), trobadura (no troballa),  homens y jovens (no homes  i  joves),  dumenge (no diumenge)  y,  por  supuesto: grandea, bellea, vellea, fortalea, altea, etc. Otro pecado lingüístico de Ros fue mantener el clásico artículo LO, que por obedìencia al Institut d'Estudis Catalans jamás pronuncian los inmersores de Canal 9.  En las obras de Ros encontramos: Lo modo, lo diable, lo fill, lo Rat Penat, lo passat, lo breu, lo llaurador, lo ferro, lo molt, lo bobo, lo sabi, lo roig; y podríamos dormir al sufrido lector con centenares de citas semejantes. Otro detalle a resaltar es que sabía  distinguir entre fermar escritos y signar con su signo de notario.
De vivir en 1997, Carlos Ros se reiría de los vocablos censurados por los catalanes, pues ninguneaba la opinión de los usuarios del montaraz idioma vecino. El, por ejemplo, no rechazaría maestría, aunque el Diccionari de barbarismes de Isabel  Gimeno  (Barcelona, 1987) lo prohíba y ordene usar mestría o mestratge. En la conocida carta que Fray Luis Galiana remitió a Carlos  Ros,  reproduce  un escrito valenciano de 1418 en el que encontramos hasta tres veces la palabra maestría. Era un vocablo clásico utilizado por nuestro Ausias March: "sens  practicar maestria". Equivalía a "destrea y pericia, qualitat propia del mestre".
Volviendo al tema: Cientificismo  existía hasta an la gasificación de hebreos, y cientificismo hay en la manipulación que supone presentar a Carlos Ros -lingüista valenciano que consideraba  grosera,  isleña  y montaraz a la lengua catalana- como una especie de Pilar Rahola del siglo XVIII. Lo grave es que el autor del enredo es un académico y que la Universidad, el Constitucional y el Congreso se apoyan en estos rasputines idiomáticos para perpetrar desmanes expansionistas.


LA CIENCIA I LA FE O LA FE EN LA CIENCIA.


MANUEL ZARZO

La tertulia, un catedratic de Dret Constituciona, D. Antonio Colomer.
Un abvocat jubilat, Elias.
Un inspector d`Hisenda, un empresari, dos Profesionals Lliures.
Las provincies demana colaboracio.
Antonio vol que formen un grup d `opnio per a expondre en la prensa.
Elias parla del fanatisme valencianiste del inspecto i meu. Comenta lo dels seus fills.
I trau a colacio l`articul del historiador catalaniste........¿ Fe en qui ?
Ha llegitel meu llibre (d`ell digué Climent, es president del Tribunal Superior dee Valencia... Ha llegit a Joan fuster, no te ninguna referencia, no trau ningun document. Tambe l`historiador diu............... Pero no demostra en document res...........
Tornem a dir. Hi ha que tindre molta fe per a creure, sense cap document probatoria. Lo que diu un senyor que demostra la catalanitat dels valencians per un replobació de catalans en valencia...........
I tant va el canter a la font, que al final se trenca Eixe es el períll
Als secienciane ¡¡os ecíme estar m c1s ufis hen enseas de caro a les sma,tmes untencions deis casslarts 1 deis poros ptdítes que combueguen en les cixes amejerorss Nargun ,aicncia que se precie de ser-O deunidí mal votar al Pantil Soulalistos, mes que tan sol boca pel cret de que cixe tramit s cocer', ha fet Tentesa' sesora efinún Clib, en d parir Eseutarra RescrihIncana de (~,uluay~ par a fer reallina b trcaseó de¡.% Paisos Camores
Davant d-aco, nuncla dexuris. quedar-se paja¡ Son molles los qbsaltortí i les mansequeracieb contra Valencio i ea valernetans que comporara la fio macio pelitica deis Ponsos Cáladre, per a que cis valmencums mos queden quers j tratrans, lb har que nuotod's en &tensa de la nosla Indecontresancia, de la ¡rostro inflat ptopia, de] nesica pr9cni teraton pulific, de la nostra Autormana, de la nustia boquera cesa a enip dais& i de wrbeiia

Si twts valencions Inan crxit tantea vegarlea a manífiesta~ demanaul ¡a aritortamor deseentrdiaam-se de¡ poder central de VEnta en Madia, ¿ com no shem de mourt per a impedir carne en el cernamalame ofeltaro. Tun hipmacanc poder caudu que mes dorrífinte i marne de rojantírs Valencialib en peu alsem-se que se nos somet es deixe sentir en el carrer i en la pell dels traidors 1 dels que van cami de ser-ho. Aixina que les agrupacions, assocíacions valencianistes etc.. que no escatimen esforgos per a convocar una nova manifestacio impressionant perque en lo carrer es sent eixa necessitat i ara despres de lo acontenyit i de la proxima negociacio dels membres de FAVL fa falta pressio. AVANT.

LA CIENCIA DE LA SOCIOLINGÜÍSTICA DICE QUE EL VALENCIANO ES UNA LENGUA INDEPENDIENTE



(El presente escrito se ha realizado en castellano, para evitar la "falta de comprensión" de aquellos que solo entienden el valenciano bajo las catalanizadoras normas de la A.V.L.. En breve también se incluirá la versión en valenciano "Normas d'El Puig").
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"La ciencia de la Sociolingüística dictamina que el Valenciano es una lengua independiente"

Según la ciencia de la sociolingüística y desde cualquier ámbito internacional de esta disciplina científica, está plenamente demostrado y comprobado que la Lengua Valenciana es una lengua con una evolución, características e identidad diferente e independiente a la de la lengua catalana.

A día de hoy, según la sociolingüística, son dos lenguas separadas y autónomas, con rasgos y características diferentes que las configuran como dos lenguas distintas que no pueden aglutinarse bajo una misma normativa lingüística.

Está científicamente demostrado que por evolución y origen las dos lenguas presentan tal serie de diferencias que resulta imposible, artificioso e irracional tratar de unificarlas como una única lengua.


Hace tiempo ya se demostró (aunque hoy día el catalanismo lo niegue y esconda), que el catalán es un dialecto de la lengua Occitana, que llegó desde el sur de Francia, durante la Alta Edad Media, a las tierras de los condados Francos de la "Marca Hispanica" (condados desunidos que mucho más tarde se aglutinarían formando Cataluña). Fué en esa época y durante la "Reconquista" cuando esos condados se llenaron de occitanos que hablaban en lengua Occitana ("Languedocien" más concretamente), del que nació el dialecto "Occitano del sur", conocido popular y tradicionalmente como "catalán".

El punto diferencial entre la Lengua Valenciana y la catalana estriba en que el "catalán" recibió en la Edad Media un aporte muy importante de parlantes occitanos sobre un substrato de carácter también occitano (más antíguo), mientras que el idioma Valenciano se desarrolló a partir de un substrato mozárabe que hablaba un "romance valenciano" derivado del latín vulgar, que recibió un aporte mucho más heterogéneo de parlantes. Por un lado había una cuantía significativa de catalanes y por otra un número mucho mayor, en conjunto, de parlantes de carácter propiamente hispánico (aragoneses, navarros, castellanos...).
Este hecho diferencial entre el Valenciano y el catalán es el que determina que sean dos lenguas diferentes, ya que al observar los inicios de las dos lenguas queda claro que el Valenciano no nace como un simple dialecto del catalán, sino como transformación de un romance valenciano autóctono bajo la influencia de otras hablas romances superpuestas a éste.


"Agua pasada no mueve molino", lo que quiere decir que, aunque en la Edad Media (hace 800 años), el Valenciano y el catalán pudieran haber sido más parecidos, hoy en día están claramente diferenciados y son dos lenguas con una evolución distinta y separada, que pertenecen cada una a un colectivo social y político distinto e independiente el uno del otro.
El intento de todos los que hoy día, y por intereses políticos, quieren que el Valenciano se parezca artificiosamente al catalán, es una maniobra involucionista anti-natura que no se ajusta a la realidad evolutiva de la lengua.

Por todos los motivos expuestos, la Lengua Valenciana tiene todo el derecho, desde el dictamen científico de la sociolingüística, a mantener su nombre histórico de "Valenciano" o "Lengua Valenciana", a tener una normativa lingüística propia valenciana y a defenderse de todos los ataques que padece por parte de los grupos pan/catalanistas que quieren cambiarle su nombre por el de "catalán" y transformarla en catalán aplicándole artificiosamente la normativa lingüística catalana (todo eso con el ánimo de incluir a las tierras valencianas dentro de unos ficticios "països catalans" ("eurorregió"), para darle mayor peso político a las ambiciones separatistas de Cataluña respecto al Estado Español).


Valencià d'Elig © J. S. G

LA CENSURA QUE VE

Autor de l'articul: Jesualt Masià Alamar


El Colectiu Jovenil d’Associacions Valencianistes naixque en La Vila Joyosa el 30 de maig de 1998, i està compost en l’actualitat per 24 entitats que son les següents:

Cardona Vives (Castello), Mossarabia (Marina Baixa), Amador Ferrando (Ibi), Club Senderisme La Plana (Castello), Castellón 4x4 (Castello), Covatelles (Oliva), Jovens de Vera (Valencia), Estudiants Valencianistes de la Politecnica (Alcoy, Gandia i Valencia), Vernissa (Rotova), L’Esguerda (Gandia), Vora a mar (Valencia), Chocolater (Torrent), Lo Regne en Accio (Valencia), Tabarca (Valencia), Soca i Arrel (Alboraya), Joventuts Nacionalistes d’UV (ambit nacional), Joventuts Ratpenatistes (Valencia), Raspall de Morvedre (Port de Sagunt), Rogla Cultural Valencianiste (Catarroja), Valentinia Nova (Valencia), La Cheruga (Paiporta), Samaruc (Xeraco), SPAPS (Silla) i Prometeo (Sedavi).

Este colectiu vol fer publica la seua posicio respecte al dictamen i les futures conseqüencies per a la Llengua Valenciana. 1.- El dictamen arreplega que la denominacio valencià no te caracter excloent. Lo que vol dir que es podria dir catala. I qui diga que no, que està molt clar el nom, mentix o proyecta sobre la realitat els seus desijos i no lo que realment diu.

2.- No podem estar d’acort en que les bases de la futura normativa siguen les Normes de Castello. Manolo Sanchis Guarner reconegue, junt a uns atres, que les Normes del 32 estan inspirades, son una adaptacio de les de l’Institut d’Estudis Catalans (IEC). «Les normes de Castello foren un intent frustrat, de catalanisar a la força l’ortografia de la llengua valenciana» (Las Provincias 4-11-96). La primera i unica normativisacio del valencià, sensu stricto, es la normativa de la Real Academia de Cultura Valenciana, ratificada en el Monasteri del Puig l’any 81. I si no, ¿voldran que siguen els que no creuen en la Llengua Valenciana els que dictaminen sobre ella? Absurt.

4.- La Llengua Valenciana es una llengua romanç i es desenrolla de manera diferenciada com les restants de l’Estat. Des d’un punt de vista cientific no es pot mantindre que el Valencià es un dialecte del Catala.

5.- Que manifestem la nostra preocupacio davant afirmacions del dictamen, com la de que les decisions de l’ent seran vinculants per a l’administracio i els mijos publics, lo que pot donar cobertura a situacions de xenofobia i censura d’una normativa i dels seus usuaris. ¿Se’ls retirarà les subvencions als «mass media» publics si escrivim? ¿Qué farem?

6.- L’indefinicio d’objectius, els errors llogics, les falacies, l’analisis reduccioniste del problema, la metodologia simple de resolucio de problemes, la decissio politica i no cientifica del dictamen nos duen irremediablement a no acceptar el dictamen. La seua primera premissa, la d’un dictamen cientific i historic no s’ha complit, tampoc el debat de les teories en conflicte com denuncien Penyarroja, Casp i Boronat.

7.- Encara recordem com abans de que fora president Grisolia, el CVC era un lloc de respecte, democracia i llibertat a on cada autor escrivia en Catala o en Valencià sense cap pressio fins que arribà el nou president. ¿Casualitat?

8.- Com digue J. Costa no volem ser periferia del centre (Madrit) ni periferia de la periferia (Barcelona). Recordem allo que nos deixà Julià San Valero «Si som lo que som, serem, pero si som lo que son, mai serem». Volem ser valencians i aixo no nos ho podra llevar ningu. Rovira i Vigili, egregi catala, sabía que per l’unitat de la llengua s’arribaria a l’unitat politica, els Països Catalans. Ya estan mes prop.

En el dictamen hi ha un vençut, el valencianisme, de totes maneres que no es crega ningu que la mitica pau, el chicotet miracle ha acabat en el conflicte, que seguix latent. S’ha guanyat una batalla pero no la guerra.


Vivim una aparent ilusio d’unanimitat i un fals consens que evidentment no arregla res, empijora considerablement la situacio i sino temps al temps. Aço no es el principi del fi sino el fi del principi, d’un disseny (Levante, 19-7-98) per arraconar, estigmatisar a un grup, a unes persones. El debat per la Llengua, President Zaplana, no està tancat, està mes obert que mai. Els jovens valencianistes ho tenim molt clar «cap a la victoria sempre» com digue el Che.

LA CEGUERA DE CUPIDO


 Por Ricardo García Moya
 Las Provincias 28 de Febrero de 1999

La ceguedad de Cupido no fue física en la iconología clásica. Vidente ser alado en el arte helenístico, la ceguera aludía a las aleatorias emociones por él regidas. Posteriormente, las metafóricas frases "caucus amor" o "caeca libido" de los poetas clásicos fueron trasladadas al lienzo y mármol por los artistas renacentistas, transformando en ciego al travieso dios menor. Los errores iconológicos, difíciles de enmendar, no siempre son espontáneos. Pongamos como ejemplo el comentario de Corominas sobre unos versos a "N.ª S.ª dels Desemparats de Catalunya", en que advierte que "no hacían referencia a la po pular devoción valenciana" ("Hist. Lit. Catalana", pág. 267), sino a una imagen venerada en Barcelona. La ambigüedad del lingüista sugiere la existencia de una advocación nacida paralelamente en Cataluña, no inspirada en la valenciana.
Aceptaríamos esta tesis si no supiéramos que lo valioso del Reino, sea gastronómico o taumatúrgico suele apetecerles en demasía. Piensen que en 1874, mientras el 7.º de Caballería perseguía a los cherokees unos catalanes establecidos en Nueva York publicaban la "Llumanera de Nova York", con historias como ésta: "AI entrar en Barcelona, de donde era originario San Vicente Ferrer" ("Llumanera de Nova York", n." 42). Poco antes, el catedrático Ballot insistía en que "Ausias March Catalán había nacido en Cervera" no en la del Pisuerga o en la de Alhama sino en la leridana (Ballot, J.: "Gramática y apología", Barcelona,1814).
Para analizar el embrollo hay que recordar que, desde principios del XV, existía una cofradía en Valencia dedicada a dar cristiana sepultura a los muertos desamparados en la vía pública, a los ejecutados por la justicia y a los cadáveres de los náufragos que devolvía el mar. Con privilegios reales y papales (la reina María residía en Valencia y los papas eran del Reino), los cofrades tenía como advocación la "Mare de Deu dels Inocents y Desamparats". Corominas quizá olvidó que esta devoción se extendía más allá del Reino, como demuestra que los Caballeros de la Orden del Malta, en el XVII, " iniciaran la construcción de la gran basílica de los Desamparados en la isla homónima, y que el propio Felipe IV venerara su imagen en el Palacio Real.
A imìtación de la valenciana se instituyó en Barcelona otra cofradía con idéntica mìsión: enterrar cuerpos de ajusticiados. Una de las imágenes se encontraba en la iglesia del Pi de Barcelona, siendo patrona de marineros y "ensiams" (sic) o aprendices. Estos iniciaban su trabajo a los seis o siete años, falleciendo en gran proporción por la escasa alimentación y las condiciones draconianas. Era lógico que se acogieran a la Virgen de los Inocentes Desamparados (en recuerdo de los infantiles degollados por Herodes). En la iglesia de San Agustín de Barcelona se veneraban otras tres imágenes, y en la Isla de Buda -junto a la peligrosa desembocadura del Ebro- los pescadores la tenían como protectora. Esta devoción quizá se relacionara con la tarea de enterrar dignamente a los náufragos ahogados por parte de la cofradía valenciana.
Los fideuers barceloneses también la adoptaron como patrona, y es curioso que la voz fideu, según los etimólogos, sea una creación de los mozárabes valencianos (DCECH). No vamos a especular sobre si fueron de origen valenciano los fideuers de Barcelona (idea no tan absurda, pues hace años, los heladeros de Xixona copaban la ciudad condal), pero sí tendremos en cuenta un detalle que ningún etimólogo quiere ver: las poesías editadas en Barcelona y citadas por Corominas están escritas íntegramente en lengua catalana, salvo la advocación de la Virgen, que está en idioma valenciano: Nostra Senyora dels Desamparats (no "Desemparats"). Otro detalle que confirma el origen regnícola de la devoción catalana es que en Valencia se celebraba la fiesta en diciembre, antes de trasladarse a mayo; en Barcelona, antiguamente, también coincidía el festejo en el mismo mes.
Las poesías narran cómo, peligrando el navío, un marinero pidió auxilio a la "Mare dels Desamparats". Esto sucedió en 1519, cuando la popularidad a la Virgen valenciana estaba en su apogeo. En consecuencia, parece fuera de duda que la Mare dels Desamparats catalana es la misma que se adoraba en el Reino, aunque los artesanos y artistas, olvidando el modelo original, crearan una variable iconológica. Y también queda claro que los catalanes suelen confundir la nacionalidad de nuestros santos, escritores e invocaciones marianas.

Hay errores casuales, como el de la ceguera de Cupido, pero otros pueden iniciarse con una ambigüedad premeditada y acabar con la Mare dels Desamparats vestida de pubilla barcelonesa. EI ejército de inmersores que vive de la catalanización tiene tiempo e inteligencia para jugar con nosotros. Les cuento un detalle: los que diseñaron los cuadernos Gripau (voz catalana que, como ustedes saben, equivale a la valenciana "sapo"), temerosos de alguna reacción, hicieron creer que el barbarismo eran siglas de "Glossarí, Recomanacions i Instruccions per a les Proves d'Accés a la Universitat". Ahora han comprobado que puedan dar catalán sin camuflajes acrósticos. La Generalidad, como Cupido, es ciega.

LA CATEDRA DE FILOLOGIA VALENCIANA

Joan Ignaci Culla

13 de febrer de 2006

Valencia
Es de justicia i d’estricte cumpliment de la llegalitat dotar al valencià del mateix ranc que al resto de llengües cooficials i posar fi al contrafur actual

El Ministeri d’Educacio i Ciencia esta estos dies elaborant les directrius generals de les carreres universitaries. Una comissio d’experts assessora per a reordenar el mapa de titulacions universitaries per a l’adaptacio del sistema universitari al Espai Europeu d’Educacio Superior. Entre les materies pendents de redactar es troben les filologies catalana, vasca i gallega. Una volta mes, s’exclou la valenciana, discriminant-la del resto de llengües oficials de l’Estat espanyol.

Per atra part, si nos atenem a la Constitucio, tan oficial es la llengua valenciana, com les atres llengües que figuren en els seus respectius estatuts, ya que eixa es la condicio manifesta per a que es done la seua oficialitat.

Si nos atenem a l’historia, comprovarem, ademes, que la Filologia Valenciana ya existi com carrera, exactament, se va restablir el 27 de giner de 1918, per iniciativa del Centro de Cultura Valenciana. D’esta manera, l’Universitat de Valencia, tornà a instaurar la catedra de llengua valenciana i va ficar al seu front al filolec pare Lluis Fullana. Eixa catedra donà orige mes tart a la creacio del Patronat de Llengües, com se reconeix en una de las primeres Memories. Va ser el citat Patronat el que va acollir la catedra valenciana baix el seu mant i la dotà en una retribucio.

Se posava fi al ultrage que durant un llarc periodo de temps s’havia inferit a la llengua valenciana. De fet, des de el colp del general Primo de Rivera s’havia iniciat el seu decliu. Alguns personages de l’epoca arribaren a considerar el valencià com una llengua “indigna” per a expressar idees i pensaments “cults”. Sobre esta trista epoca Jordi de Fenollar (seudonim de Teodor Llorente), en els seus articuls de LAS PROVINCIAS, comentava: “Al principio todo iba bien” –relata Llorente en la seua obra En defensa de la Personalidad Valenciana –. “Los primeros vientos fueron favorables a las ideas regionalistas. Nosotros mirábamos aquello un poco asombrados. Recordábamos que siendo el mencionado ilustre militar Capitán General de Valencia (Primo de Rivera), fue una comisión de ‘Lo Rat Penat’ a invitarle a los Juegos Florales, y no sólo torció el gesto al oír hablar de regionalismo, sino que francamente expuso su criterio contrario a todo principio que no fuese del más absoluto unitarismo. Sucedió, pues, lo que necesariamente había de suceder, que ya triunfante el dictador y metido en el ambiente de Madrid, tan hostil a toda descentralización, fueron enfriándose aquellos primeros entusiasmos regionalistas, manifestados en Barcelona, para trocarse en sañuda persecución, persecución que llegó hasta Valencia, a la que suprimió la cátedra de lengua, como si se tratase de un centro de conspiración.’’

Caiguda la dictadura, novament el Centro de Cultura Valenciana s’apresurà a dirigir-se a l’Universitat solicitant el restabliment de la dita catedra. Se’ls va concedir la peticio, com hem comentat anteriorment.

Pero els temps canvien. Hui, per a nostra desgracia, a l’Universitat els passa lo que a molts politics valencians, i al propi Ministeri d’Educacio, viuen de esquenes al poble. No nomes estan llunt de la llengua valenciana, sino que la menyspreuen en els seus actes i la sustituixen per una foranea: la catalana. Potser desconeixquen (o no les interesse coneixer) que la llengua valenciana fon la llengua oficial de l’Universitat, i la que utilisà sempre fins al sigle XVIII, com consta en les Constitucions dels Estudis Generals, publicades en 1642. Potser no recorden (o no els interesse recordar) que la llengua valenciana va tindre representacio en la RAE (articul 1r del Real Decret del 26 de novembre de 1926): “La Real Academia Española se compondrá de cuarenta y dos Académicos numerarios, ocho de los cuales deberán haberse distinguido notablemente en el conocimiento de las lenguas españolas distintas de la castellana, distribuyéndose de este modo: dos para el idioma catalán, uno para el valenciano, uno para el mallorquín, dos para el gallego y dos para el vascuence”. I, per ultim, en tota seguritat, ignoren (o potser preferixen ignorar-ho), que el president del Govern de la II Republica Manuel Azaña i Diaz, i el ministre d’Instruccio Publica i Belles Arts Jesus Hernandez i Tomas, va restablir en 1936 la catedra de Lengua y Literatura valenciana, “que formará parte integrante del plan de estudios en la forma que se establezca por este Ministerio” ( La Gaceta de la República , num. 328 del 23 de novembre de 1936).

Segur que els actuals responsables d’incloure o no la catedra de Filologia Valenciana aduiran que, tenint la catalana, no es necessita la valenciana. Al respecte, fare meues les paraules de Lluis Fullana: “En eixe cas, havent com hi ha tantíssimes paraules que tenen la mateixa forma i la mateixa significació en catalá que en castellá, s’haurán de dir també exclusivament catalanes o exclusivament castellanes. Per lo tant, si hi ha tantes paraules que son idèntiques en valenciá i catalá, com les hi ha en catalá i castellá; no es estrany que hi haja també frases idèntiques, sobre tot, en valenciá i en catalá; i per lo mateix, refráns que presenten la mateixa forma i tinguen idéntica significació. Son llengues germanes; han evolucionat paregudament, encara que no en tot idènticament, pel qual motiu son llengües diferents”. (Lluis Fullana. En el prolec de l’obra d’Alberola, E. i Pèris, M.: Refraner valenciá , Valencia 1928, p. 10).

Es de justicia i d’estricte cumpliment de la llegalitat vigent dotar al valencià del mateix ranc que al resto de llengües cooficials i, aixina, posar fi al contrafur actual. De no ser aixina, n’hi haura que pensar que els actuals responsables son els hereus de l’espirit de Primo de Rivera.

LA CATALANISACIO DE VALENCIA



AUTOR: JOAN ROMERO

(Nomes versio en Valencià · Solo versión en Valenciano)

¿Per que Valencia està patint un proces de catalanisacio?
Perque hi ha un proyecte politic de crear uns “països catalans” i independisarse d´Espanya. Estos antihistorics “països catalans” estarien composts per Catalunya, Balears i Valencia.

Com la llengua es l´element mes definidor d´una cultura, els catalanistes necessiten fer creure que les llengües que es parlen en estes tres autonomies son la mateixa llengua (catalana, clar) i, per tant, si es la mateixa llengua es que es la mateixa cultura (catalana) i, per tant, la mateixa nacio: la nacio catalana independent d´Espanya (la “Catalunya Gran” que dia Prat de la Riba, els “països catalans” que diu Carod-Rovira, o “l´Eurorregio” que diu Maragall)
D´ahi que es vullga destruir l´Idioma Valencià –negantli inclus la seua propia existencia- en benefici del catala, d´ahi que es vullga acabar en l´identitat historica valenciana en benefici d´una ficticia catalanitat dels valencians, d´ahi que a nostre historic Reine de Valencia se li cambie el nom pel de “pais valencià”, d´ahi que es vullga acabar en els simbols patriotics valencians com es el cas de la Real Senyera del Reine de Valencia (en blau i coronà desde el sigle XIV) en benefici d´una bandera quatribarrà que unifique la simbologia dels aberrants “països catalans”.

¿Quin es el principal instrument de catalanisacio?
El sistema educatiu. En els anys 60’ i 70’ entraren professors catalans en l´Universitat de Valencia la qual catalanisaria molt pronte els seus departaments. L´Universitat de Valencia es convertiria poc a poc en el Cavall de Troya del catalanisme. Els futurs professors de coleges i instituts serien somesos a una catalanisacio de la mateixa manera que estos deurien catalanisar les ments inocents dels chiquets, es dir, els valencians del dia de dema que, de continuar este proces de catalanisacio, hauran perdut l´anima valenciana, el sentiment de valencianitat en benefici d´una consciencia de catalanitat basà en mentires historiques.

Estes noves generacions de valencians catalanisats son els que, frut del llavat de cervell, reclamen i reclamaran la seua catalanitat destruint aixina tot el patrimoni historic-cultural valencià que ham heretat dels nostres antepassats si la societat valenciana actual no pren consciencia de la nostra responsabilitat coma valencians.

Els catalanistes catalans han invertit molts anys en este proyecte i sobre tot molts dinés financiant en terres valencianes a partits politics, editorials, mijos de comunicacio, entitats “culturals”, voluntats personals, etc. Tot val en este deliri imperialiste catala, pero la colaboracio dels catalanistes valencians es crucial en la catalanisacio de Valencia. De fet, estos son els peons que estan en llocs claus. I els que han renegat de la Patria Valenciana com els Joan Fuster, Sanchis Guarner, Enric Valor, Eliseu Climent, Raimon (est ultim diu ser “catala de Xativa”) son idolatrats i llegits o escoltats obligatoriament en moltes escoles valencianes.

Els estudiants de hui en dia no sabran, per eixemple, que el romanç valencià ya es parlava en terres valencianes molt abans de la reconquista cristiana de Jaume I (tal com s´ha demostrat cientificament); que esta llengua no la portaren les tropes jaumines, sino que es autoctona de Valencia; que la repoblacio de les terres valencianes va ser un rotunt fracas (com va reconeixer el propi Jaume I); que la Llengua Valenciana va ser la primera llengua lliteraria d´Europa (junt a l´italià) de les derivaes del llati; que en els sigles XIV-XV va tindre lloc el Sigle d´Or de la Llengua Valenciana en lliterats tan ilustres com Ausias March, Joanot Martorell, Isabel de Villena, Roiç de Corella, Jaume Roig, Antoni Canals, etc. tots ells valencians que dixaven constancia en les seues obres que escrivien en nostra dolça i benvolguda Llengua Valenciana; que la primera Biblia impresa en una llengua romanç va ser Llengua Valenciana escrita per Bonifaci Ferrer (germa de Sant Vicent); que el primer diccionari llati-llengua romanç va ser en Llengua Valenciana escrit per un atre valencià, Joan Esteve; que les senyes reals de Jaume I no eren quatre pals, sino dos; que la Real Senyera del Reine de Valencia en blau i coronà va ser otorgà pel rei Pere II el Ceremonios en el sigle XIV, el mateix rei que va crear la milicia del Centenar de la Ploma pera custodiar una Real Senyera en uns privilegis i tractaments reals que poques banderes han tingut historicament...

Els chiquets no coneguent l´autentica Historia de Valencia mai aplegaran a enamorarse d´ella, ni de l´insigne Llengua Valenciana, ni de les nostres costums i tradicions valencianes... Aixo si, en els coleges i instituts els professors catalanistes i els llibres de texts, ademes d´estar escrits en pur catala, els atibacaran de mentires historiques, del “pais valencià” dels “països catalans” (ben marcaets en els mapes), de banderes quatribarraes, de la geografia catalana, d´escritors catalans en catala, del rock catala, etc.

¿Que fan al respecte els governants politics valencians siguent competencia d´ells est assunt?
Per desgracia, els partits d´esquerres es decantaren en els anys 60’ i 70’ pel catalanisme. De fet, quan els socialistes de Joan Lerma entraren en la Generalitat rebujaren els llibres de texts en Llengua Valenciana que havia aprovat la UCD i impongueren el “valencià normalitzat”, que es un eufemisme pera no dirli directament catala.

A pesar de les constants i multitudinaries manifestacions de la societat valenciana en defensa de l´Identitat i Llengua Valenciana, els socialistes continuaren en el proces de catalanisacio en l´ensenyança, pero tambe en els mijos de comunicacio i en el mon de la cultura.

L´arribà al poder del PP en 1995 tampoc ha supost la detencio del proces de catalanisacio, per molt que, per motius electorals, faça el paperot coma que defen la Llengua Valenciana i que es mes valencianiste que ningu. Per desgracia, els fets son ben distints. La Conselleria d´Educacio i Cultura seguix reblida de catalanistes en els llocs claus colocats pels socialistes i als quals no ha volgut “desplaçar” tal com ha fet en atres conselleries; els llibres de text seguixen en els mateixos continguts catalanisants i escrits en catala; les editorials catalanistes seguixen forrantse en les descomunals compres de llibres per part de la Generalitat Valenciana; les entitats “culturals” catalanistes seguixen recibint suculentes subvencions per part de la Conselleria de Cultura; molts ajuntaments governats pel PP tenen penjà la quatribarrà en el balco, ademes de tindre places i carrers del “pais valencià”... en fi, hi ha pera contar i no acabar. Pero lo mes flagrant de tot es que el PP ha oficialisat el “valencià normalitzat” (catala) que el PSOE no es va atrevir a oficialisar per llei. Efectivament, en 1998 el PP va crear l´Academia Valenciana de la Llengua (que no “de la Llengua Valenciana”) la llei de la qual oficialisa el “valencià normalitzat” i impon l´unitat de les llengües, ademes d´estar composta per academics catalanistes que neguen la propia existencia de la Llengua Valenciana pero que cobren anualment vora 10 millons de les antigues pessetes dels dinés publics valencians per humillar els sentiments mes arrailats dels valencians i cometre est atropellament a la ciencia i a l´identitat i personalitat valenciana. El nacionalisme catala necessitava, ademes de l´Universitat de Valencia, un atre Cavall de Troya en Valencia, per tant, si Aznar volia contar en CiU pera governar Espanya el PP tenia que satisfer els desijos catalans creant una nova institucio que afiançara i rematara el proces de catalanisacio de Valencia.

¿De quina manera es pot invertir esta dramatica situacio?
Siguent decisiva la presencia en les institucions d´un partit genuinament valencià, sense complexos ni servilismes politics com atres partits que estan a lo que els manen o els dixen fer desde Madrit o Barcelona; un partit que tinga les arrails exclusivament en la terra valenciana pera que defenga a capa i espasa, sense contemplacions, els interessos de mosatros, dels valencians.


Ademes, lo principal pera que no es perga l'idioma Valencià es parlar sempre als fills, nets, nebots i chiquets en general en la genuina Llengua Valenciana que mos varen ensenyar els nostres pares. La transmissio de la Llengua Valenciana d'una generacio a atra es el pilar basic pera evitar la desaparicio de l'idioma Valencià i frenar els atacs dels catalanistes.

LA CÁRCEL NORMATIVA VIAJA POR EL TIEMPO



Por Ricardo García Moya
Las Provincias 24 de Noviembre de 1996

He vuelto  mentalmente a Catarroja arrocera  y sensual al hojear un bando ordenado en 1770. AI regente del Reino le había Ilegado información  sobre  "gravísimos perjuicios que causan al bien de las almas y sociedad civil el poco decente traje de los calzones anchos". La foránea autoridad -acostumbrada a la hermética moda de la gélida Castilla- amenazaba con encarcelar a los valencianos que llevaran el saragüell sin normalizar.
EI regente (que no tenía que socarrarse en las huertas de Orihuela o Chirivella)  prohibía "calzones anchos si no Ilevan debajo de ellos otros atados por bajo los camales; y sólo se podrá aflojar en el campo, sin que les sirva de descargo decir que vienen del trabajo y están camino de casa; pues deberán guardar esta prevención de honestidad, sin más licencia que la de poder soltar el apretador del camal de los calzones mientras estén en sus labores, con lo cual se  salva  la  modestia".  Cinco días de prisión sufrirían los labradores  que  incumplieran  la norma.
Han  pasado siglos, y otros censores -ahora  catalanes- vuelven  a corregir a  nuestros antepasados del  rococó con normas extrañas. Así sucede en la Historia de la Literatura Catalana de Martí de Riquer cuando afirman que la crónica de las "Fiestas secualares"  (Valencia, 1762) del jesuita Tomás Serrano , estaba escrita en castellano, salvo ciertas poesías y la convocatoria de premios o cartel que aparecían "en catalá" (Riquer, M.: Hist. Lit. Cara.t. VI, p. 225).
Para comprobar algo tan curioso busqué la obra original. En la página 76 estaba el citado "cartell de premis en catalá", pero el texto de 1762 no concordaba con lo entrecomillado por los filólogos del IEC. Allí, ni en ningún párrafo del voluminoso libro aparecía la mínima referencia a la lengua catalana; ninguna. Por el contrario, el ilustrado Tomás Serrano (que era de Castalla) dejaba muy claro que: "el Cartel estaba en Lengua Valenciana, que Ileva en sí no sé qué gracia difícil de trasladarse a otra" (Serrano, T.: Fiestas seculares. Valencia 1762, p. 76).
Contrariando la voluntad del culto Tomás Serrano (catedrático,  latinista,  escritor,  etc.) su obra ha sido "normalitzada" a placer por los filólogos del IEC. Como si fuera un indefenso estudiante actual, lo han encerrado en la metafórica "cárcel normativa" y, como los saragüells idiomáticos  del  P. Tomás  no cumplían las normas del Regente (léase Institut d'Estudis Catalans)  han  rediseñado gramaticalmente su obra a la moda catalana.
EI jesuita, por ejemplo, usaba "naixquí, naixqueres, naixqué", formas valencianas del pretérito perfecto simple.  Si  lo hiciera ahora no podría acceder al funcionariado,  al  estar  prohibidas por el IEC. La misma Generalidad Valenciana encargó a Bromera (la más catalanera del mercado) la edición de "Els verbs valencians"  (Alzira  1995) inspirada en libros como "Els verbs catalans" de la "Col-lecció Pompeu Fabra" (Barcelona,1984). Lógicamente, excluyen las formas valencianas de Tomás Serrano e imponen las catalanas: "nasquí, nasqueres, nasqué".
La  manipulación  practicada por el equipo de la "Historia de la literatura catalana" es sonrojante. Las poesías "en catalá" figuran en el original como "versos en valenciá" (p.150) y - para hacer verosímil el engaño- modifican  palabras, sustituyen terminaciones, añaden guiones y silencian ortografías. Así, donde en el texto de 1762 dice "mes ilustres”; en la HLC lo transforman en "mes il-lustres", con la bárbara l-l geminada del Institut d'Estudis Catalans.
Tienen impunidad asegurada. Donde el jesuita escribió "de hermosura", ellos añaden apóstrofo, "d'hermosura". La Y griega del original -sea conjunción copulataiva  o semivocal- la convierten en i latina. Invariablemente, donde el equipo de Martí de Riquer encuentra  el pronombre "Yo" (p.e. "yo tinc") lo transforman en el catalán "jo". La HLC esquiva versos en que aparecen.elementos soterrrados en la "cárcel normativa" del IEC: "chiquet" con CH (p. 151 ); el odiado artículo "lo", capaz de sustantivar adjetivos; el "vixquen", con X; el numeral u, "cent per u", etc.
No tienen otra opción. Un intelectual como Tomás Serrano, capaz ¡en 1762! de escribir "Mata la fam en pà" (p. 157) con la preposición "en" -no la amb catalana- necesitaba censura del IEC para que su testi monio no ridiculizara las consignas sobre unidad de las lenguas valenciana y catalana.

EI IEC padece halitosis y su hedor hay quien lo vende como aroma de azahar. Así pretenden en "Control lingüístic o caos" (Ed. Bromera, claro está, 1996), donde esgrimen la teoría del garrotazo  metafórico y admi- nistrativo  para  los  insumisos idiómaticos como el P. Tomás Serrano. Los profesionales de la inmersión pretenden que nadie escape de la "cárcel normativa" (infeliz concepto que surge en el panfleto citado).  Los valencianos, pacíficos y tolerantes, estamos condenados a  sufrir  periódicamente  las mazmorras normativas de nuestros vecinos catalanes o castellanos. Hay grilletes para todos, sean autores del siglo XVIII, labradores con saragüells estivales o la revista del IVAJ. Aunque no deben pasarse, pues la cornada del manso puede hacer pupa.