lunes, 20 de julio de 2015

LAS BANDERAS DE CUATRO BARRAS EN LA COMUNIDAD


Por Ricardo García Moya
Desde hace unos decenios, la tenaz labor catalanizadora, unida al desconocimiento que teníamos en temas vexilológicos, favoreció la implantación de banderas de cuatro barras en algunos pueblos valencia­nos; especialmente en los que habían incrementado pobla­ción y territorio en este siglo y no tenían enseña propia.
En reciente llamada al cabinista, se recomendaba a LAS PROVINCIAS que "profundizara un poco más; pues en tierras de Castellón, la cuatribarriada es normal en casi todos los pueblos", y Villarreal "lleva la cuatribarriada en las fiestas desde hace muchos años". En primer lugar, no son tantos años, pues se remonta a 1975, aproximadamente, el inicio de la implantación de estas politizadas banderas. Por tanto, no hay que ahondar mucho; todavía en la Guerra Civil, en 1936, los castellonenses, como valencianos que eran, lucha­ron con banderas coronadas sobre franja azul ("El País", dominical, 6 abril 1986, p. 90).
En la década de los 70, los seguidores de Fuster y Guarner, las introducían en fiestas y recitales fingiendo ingenui­dad. Después, una vez dada la apariencia de venerable tradi­ción, se aprobaban con votos de concejales que seguían consignas de partido. Así y todo, las ciudades importantes, como Orihuela, no cayeron en la trampa de modificar su propia enseña por la del rey de Aragón.
La implantación de simbología y lengua catalana ha sido un paso previo para la despersonalización valenciana. Tam­bién los jóvenes que han sufrido la "inmersión", proclaman que los barbarismos catalanes (desde el "amb" al "desenvolupar", pasando por el "esport") pertenecen al léxico valen­ciano de toda la vida (su vida). De igual modo, han logrado que "País valenciano" sea el título del territorio "desde hace muchos años". El avasallamiento catalán está convirtiendo en tradición lo que sólo son falsedades repetidas machaco­namente.
Si en la Edad Media fue habitual la presencia de banderas barradas, era por pertenecer a una confederación de estados que tenía corno reino-cabeza al de Aragón. Su simbolismo era similar al de la bandera de España que ondea actualmen­te en los edificios oficiales, junto a la de cada autonomía; pero en la Edad Media tenían bandera propia los Reinos de Valencia, Nápoles y Mallorca. Ahora bien, todos sabemos que la Corona de Aragón feneció hace siglos y, otro poder expansionista, el catalán, usurpó su enseña. ¿Por qué, en­tonces, ese empeño en adoptar una enseña que no es de nuestro territorio?
Los ayuntamientos de pueblos valencianos que no exis­tían en el siglo pasado, que tenían dependencia de otro municipio o carecían de heráldica (salvo el caso de Sagunto, que ha incluido la corona y el Rat Penat arriba del asta, no en el tejido) son los que más "presumen" de cuatro barras en banderas y adargas. Están repitiendo un curioso fenóme­no que sucedió en Cataluña a fines del siglo pasado. Quien lo cuenta es Armando de Fluviá, historiador catalán:
"Los sellos municipales del siglo XIX y principios del XX es que, por un patrioterismo mal entendido, la mayoría de muni­cipios quisieron incluir en los escudos la señal de los cuatro palos, quizá pensando que poniéndolos serian más catalanes" (Fluviá, Armando: "El Temps", 4 de mayo de 1987, p. 46").
Asi de simple es la motivación que está impulsando el olvido de la heráldica propia, pues la bandera es sólo la traslación a un soporte ligero –tejido- de los símbolos que expresan la singularidad de la villa; sea la llave del Reino, como Biar, o el pájaro Oriol de Orihuela. Lo que debiera hacerse -si es que todavía somos un pueblo singularizado, y no una colonia de otra región- es regularizar la bandera de los pueblos que carecen de ella, utilizando la Real Señera, y en su centro, la heráldica local. En la actualidad, los ayuntamientos socialistas hacen esta superposición, pero usando la bandera de Cataluña.
Las actuales autonomías de Andalucía, Extremadura, Ma­drid y Rioja, como es sabido, fueron conquistadas con la bandera del rey de Castilla. Jamás tuvieron bandera propia, pero Blas Infante, Leguina y otros "diseñadores" crearon en nuestro siglo sus banderas y, que yo sepa, no hay ningún pueblo en Andalucía, Rioja, Madrid o Extremadura que esté tratando de imponer la bandera de Fernando III de Castilla y llorando por ser castellano ¿Por qué en el Reino de Valencia, con una Real Señera propia desde el siglo XIV, tratan de humillarla y adoptar la antigua con los palos de Aragón y, ahora, de Cataluña? ¿Es que alguna vez han pertenecido Castellón, Santa Pola o Villareal, por citar casos concretos, a Cataluña o Aragón?
De todas formas, difícil será adoptar cualquier iniciativa con el poder en manos de una Generalidad que está forman­do mediante la "inmersió catalana" -unos valencianos jení­zaros-; y no es ningún insulto, sino realidad. Los jenízaros fueron, en el siglo XIV, un cuerpo militar de élite preparado por los turcos para luchar contra los ejércitos católicos. Su disciplinada formación consistía en un lavado de cerebro, que incluía la "inmersión islámica" para incrementar el odio a su misma raza, ya que eran cristianos capturados en incur­siones o hijos de cristianos cautivos. Es decir, se transforma­ban en los enemigos más encarnizados y crueles de su misma raza.


LA AVLL: COM ACABAR EN UNA ILUSIO



per Jaume Hurtado
Valencia, 22 de Novembre de 2003
 



A finals dels anys 70 i principis dels 80, esclatà una lluita politica pels simbols i l'identitat valenciana. Acabava de morir "Franco", i un nou orde politic estava naixent. N'hi havia moltes coses en joc. La senyera, la llengua, el territori, les institucions, l'Estatut,...

La pressio catalanista era insoportable en universitats, i institucions. Les tesis catalanistes sobre l'identitat del nostre poble eren rebatudes en articuls de prensa (coleccionats per molts de mosatros ), des de la revista "Murta" , el bolleti "SOM" del GAV o la llibreria "Va naixer", entre atres...

El descaro del catalanisme es fea visible en penjar l'alcalde socialiste la bandera catalana del balco de l'Ajuntament de Valencia. La senyera com a simbol del Regne de Valencia estava en l'aire, i es fomentà l'idea de que solament era emblema de la ciutat de Valencia, o que era un simbol de dretes.

El poble va saber reaccionar front ad una agressio tan clara, tan evident. Havia de decidir si la Senyera havia de portar blau i ser coronada, o no. El poble ho tingue clar, i aixina quedà demostrat en el carrer, en les Falles o en el Camp de Mestalla. ¡¡¡Que bonico es vore el video de la final de la Supercopa en Kempes lluint la Senyera!!!.

En aquella epoca, es feu una gran llabor perque la Senyera no es perguera com a simbol dels valencians. I hui, ningu dubta que la Senyera mos identifica com a poble. NINGU. Pero la senyera no es l'unic simbol que mos distinguix. Una historia, unes tradicions i una llengua tambe mos unixen. Al contrari de lo que passa en atres autonomies, els escolars valencians desconeixen completament quina es l'historia del Regne de Valencia, i quins son els nostres origens. No se conta que eren les Germanies, com era la Valencia musulmana, qui es Francesc de Vinatea, per qué son importants Bonifaci Ferrer o San Pere Pasqual, la verdadera influencia de San Vicent Ferrer, Aleixandre VI o Lluis de Santangel, la singularitat i antigüetat del sistema de rec valencià, o per qué hem d'estar orgullosos del nostre Tribunal de les Aigües, del Misteri d'Elig, del "Guerrer de Moixent" o del paper que jugà el Regne Valencia en l'Europa del segle XV.

Ningu es preocupa per difondre la cultura valenciana, mentres en les escoles catalanes, els "nens" i "nenes" ixen convençuts de que Joanot Martorell i Ausias March eren catalans, idolatren a Pompeu Fabra, i conten orgullosos per tot el mon que el parlament català es la democracia mes antiga del mon.

Es ofegant comprovar com l'Universitat de Valencia es lleva a si mateixa anys d'historia, destruix l'Horta de Valencia traslladant els seu campus a l'Avinguda dels Tarongers, i se convertix en el maxim exponent del catalanisme cultural.

Deprimix vore com els partits politics adopten una actitut hipocrita front a l'identitat valenciana, i perpetuen el catalanisme en les institucions i escoles, condenant a la llengua valenciana a l'illegalitat, o a l'ambit privat, i neguen qualsevol possibilitat de supervivencia a les Normes d'El Puig. O els empressaris valencians se senten a gust ballant al ritme dels politics de Madrit, sense cap actitut reivindicativa.
En 2000 estavem fotuts. Pero no s'havien fetes oficials les Normes de Pompeu Fabra en Valencia. Ho teniem dificil, pero no estavem sentenciats. No ho estavem fins a que es constitui la AVLL.

La AVLL no s'haguera materialisat mai, sense la presencia de membres de la RACV. I si el PP i PSOE hagueren decidit tirar avant, la AVLL no contaria en cap llegitimitat si estiguera formada solament per reconeguts catalanistes. Pero no, Ahuir, Casp, Ramon Ferrer i Alfons Vila acceptaren entrar, deixant en el cul a l'aire al valencianisme. ¿Per a que volien entrar en una AVLL en la que sabien i saben que estan en minoria, sense que ningu del "seu bando" els apoye?

En eixe moment, el valencianisme es mantingue unit. Les Normes d'El Puig no anaven a ser oficials com en 1981 quan "Ampar Cabanes era "la Consellera", pero la RACV continuava. En poc recursos, pero continuava i en un proyecte ilusionant: "El Corrector de Word" i el "Diccionari valencià". El Corrector hauria d'haver eixit el 3 de Març de 2003. Una ferramenta molt util per a tots els que volgueren escriure en llengua valenciana, i molt facil de difondre. Era un proyecte perfecte per a perpetuar la llengua valenciana. En el corrector de Word, ningu mos anava a parar...estaven els diners, estava la llicencia, sobrava l'ilusio...

¡¡¡¡Pero tampoc!!!!!, ¡¡¡¡¡TAMPOC!!!!!.,
¡¡¡¡¡¡NOOOOOOO!!!!!!

En lloc de centrar-se en el traductor, fer-ho rapit, buscar ajuda, presentar-ho en societat, i distribuir-ho debades, ad algun figura li se va ocorrer ¡¡¡¡¡CANVIAR LA REGLA D'ACCENTUACIO!!!! embolicant una miqueta mes les regles del model ortografic de la RACV, fent-ho mes innaccesible al que no te temps d'estudiar estes regles, i aproximant l'escritura al model catala ¿Per que? ¿Per a que?

I si no fora suficient, poc despres de donar este pas inutil, i convergent en les normes oficials de la AVLL, Angel Calpe academic de la RACV i justificador del canvi en la norma valenciana, entra en la AVLL de PP-PSOE, en la que solament estan Ahuir, Ferrer i Vila ¿Front? a 17 academics pro-catalanistes, que neguen l'existencia de la llengua valenciana. Pues val, no ho entenc.

¿I ara que s'ha de fer? ¿Callar per a que ningu se senta ferit? Yo me callare pronte. Oblidare-ho tot lo que ha passat, i si algu me demana que parle de Valencia, li parlaré de les Falles, de la plaja, de la llengua valenciana, i dels nostre segle d'Or. Este segle ho vullc oblidar. Me dona vergonya.



LA AVLL PER A SEMPRE


Autor: Ramón


Una vegada s'aprove el nou estatut, l'AVLL quedara blindada. Es completara lo major atac que ha patit la llengua valenciana en la seua història. Davant d'esta nova perspectiva, ¿que hem de fer els valencians?. Evidentment prendre a l'assalt l'AVLL. No me referisc a ocupar-la, a entrar per les braves. Me referisc a prendre-la a l'assalt per mig d'acadèmics que defenguen lo verdader idioma valencià. És difícil, lo se. Com difícil és acabar con les normes fusterianes i els catalanismes acceptats fins ara i tornar a l'estatus quo pre-autonomic en matèria linguistica. ¿Que fer, que fer?.

Crec humildement que mentres lo valencianisme este orfe per l'esquerra, des de la dreta, res positiu podrem obtindre. Historicament mai han fet res pel valencià, tot al contrari. És ara quan utilisant la ira continguda que nos embarga davant de l'ofensiva pancatalaniste que pretén difuminar ya no sols l'idioma, sinó inclús la nostra ensenya i lo nostre nom, es presenten com a defensors de l'essència valenciana. I no hem d'equivocar-nos. El PP utilisa lo desfici per a aconseguir el govern autonòmic. I a la menor oportunitat ens va vendre. Va anteposar els interessos nacionals del partit, als valencians. I ens pot tornar a ocórrer.

Hem de trencar eixe fil conductor que pretén equiparar lo valencianisme con la dreta més rància. Es pot ser d'esquerres i no nacionaliste. Es pot ser d'esquerres i nacionaliste. Es pot ser d'esquerres i oposar-se a l'imperialisme català. Ser d'esquerres ha de deixar de ser sinònim de catalanisme. Si l'esquerra formal s'ha llansat en braços de la burgesia catalana, mosatros, els humils valencians, els treballadors valencians que amem la nostra terra i que reivindiquem la seua singularitat i diferència, hem de lluitar contra els oportunismes polítics procedents de la dreta de sempre.

¡VIXCA VALÈNCIA I LA SEUA CLASSE TREBALLADORA!

Raimon


LA ACADEMIA VALENCIANA DE LA LLENGUA VOL CAMBIARLI EL NOM A LA LLENGUA VALENCIANA



Autor: Jaume el de la Serra

Com diuen alguns per ahi: "Fa temps que venim sentint a la AVL (Academia Valenciana de la Llengua) dir que vol canviarli el nom a la llengua centenaria dels valencians, "valencià" o "idioma valencià", per el de "idioma catalanovalencià". I es que, acomplexats o simpatisants en les ambicions pancatalanistas, sempre han considerat que valencià i català son lo mateix.

Per tant, en una "Academia "Valenciana" de la Llengua" en uns conviccions tan poc valencianes, no resulta estrany que la seua labor normativisadora haja donat com a resultat un "refrito" de català "aobat" en valencià, que no hi ha "cristianovalencià" que se ho trague o li aprofite pera una atra cosa que no siga omplir "a trancas i barrancas" una instancia".

La AVL (Academia Valenciana de la Llengua) no te cap competencia, autoritat o potestat pera canviarli el nom a la Llengua Valenciana, "valencià", tal i com se despren de les atribucions i competencies que té, segons els seus estatuts o reglament, el decret de creacio de la entitat o el dictamen que va fer el "Consell Valencià de Cultura" pera la creacio de la AVL. (DECRET 158/2002, de 17 de setembre, del Govern Valencià, LLEI 7/1998, de 16 de setembre, de la Generalitat Valenciana i Dictamen de 13 de juliol de 1998 del "Consell Valencià de Cultura").

Com a funcions de la AVL estan les de determinar i elaborar la normativa llingüistica de l'idioma valencià, aixina com velar pel valencià partint de la tradicio lexicografica, lliteraria, i la realitat lingüistica genuina valenciana. O siga, que la AVL va ser creada pera normativisar i protegir exclusivament al "idioma valencià" i no a ningun atre idioma.

Quasevol canvi que faça la AVL al nom de la Llengua Valenciana (que figura en els seus estatus o reglament com a "idioma valencià" o "valencià"), no seria llegal, ni tendria cap validea oficial, per no tindre la AVL cap competencia en eixe aspecte (per molt que se amparen en arguments manipulats (i per tant falços) com el dir que "tota la romanistica internacional lis dona la raó" (quan aixo no es cert), en que "existix la (inexistent) unitat de les llengües" o per considerar (artificiosament) que els nous noms a introduir son filologicament equivalents al original (mentres que, per eixemple, amaguen ben amagat, que tota la sociollingüistica internacional declara que "valencià" i "català" son dos llengües diferents)).

Es mes el punt (e) del Articul 2 dels estatuts de la AVL diu taxativament:

"Velar per el us normal del VALENCIÀ i defendre la seua DENOMINACIO i entitat"

Si arribara el cas de que la AVL adoptara un atre nom diferent al de "idioma valencià" pera nominar la llengua que normativisa, aixo significaria que, a partir de eixe moment, estaria normativisant un atre idioma diferent al "idioma valencià", i que per tant, no se estaria ajustant ni a la llei, ni als fins pera els que se va constituir dita entitat, tornantse llavors la AVL en una entitat illegal en activitats illegals (a la que, entre atres coses, se la podria demandar per malversacio de fondos publics (tenint coma responsables als seus membres) i exigir la seua disolucio; ademes de la derogacio de totes les normatives i dictamens realisats per la AVL hasda el moment per haverne segut fetes pera el "idioma valencià" i no pera un atre idioma, ademes de per manifest defecte i vici funcional de la entitat i possible prevaricacio dels seus membres). Per supost, tots els dictamens i normatives que poguera ferne a partir de eixe moment tambe serien illegals i sense cap validea oficial.

Com se pot vore, la AVL, encara que vullguera, no podria canviarli (llegal i oficialment), el nom a la llengua dels valencians, "valencià". Pero eixe no es el problema mes greu, lo pijor es que tenim un ent normatiu del idioma valencià que en conte de velar en honestitat per la nostra llengua Valenciana, lo que tracta de fer es desnaturalisarla i afonarla encara mes al voler substituir la identitat propia valenciana per la forastera catalana. Per tant, ya es hora de que tots els valencians alcem la veu i demanem la disolució de la AVL, la derogació de tots els seus dictamens i la creacio de un nou ent normatiu oficial pera el "valencià" que defenga en orgull, claritat i honestitat la nostra "Llengua Valenciana" i la faça mes proxima i real al Valencià parlat per la societat valenciana.





LA AVL PLANIFICA LA CATALANISACIO PROGRESSIVA DELS ESCOLARS VALENCIANS



Autor: JVH.


La AVLl ya ha fet public un document en el que se deixa ben clar quina sera l'estrategia llinguistica de la Generalitat Valenciana, per a la catalanisacio progressiva dels chiquets valencians segons les diferents etapes del sistema educatiu.

Segons el text acordat per la AVLl, se priorisaràn les formes valencianes mes conegudes pels chiquets en els primers cursos d'ensenyança. L'objectiu d'esta primera etapa es doble: Per una banda se preten que els chiquets estiguen familiarisats en l'ortografia catalana de Pompeu Fabra, escrivint les paraules que s'utilisen a sovint en casa i en el carrer. Per l'atra, se preten que la nova llengua que se'ls està inculcant no els siga del tot extranya.

Quan els escolars ya estiguen "a gust" en l'ortografia catalana de Pompeu Fabra (que se presentarà com Normes de Castello o del 32, per a que se tinga com a propia), s'aniran introduint poquet a poquet, i a ser possible en el mateix text, lexic valencià junt a lexic català. Aixina, els mestres de "valencià normalitzat" (es a dir "valencià catalanisat") aniran introduïnt "petit" junt a "xicotet" (chicotet -i la "ch" en general- quedarà proscrit), "sorra" junt a "arena", "semblar" junt a "pareixer", "jovens" junt a "joves" etc, etc...

En passant els anys, la AVLl recomana introduir progressivament mes lexic catala -segons el grau de "madurea" de l'alumne (NOTA: Aci "madurea" es un eufemisme que substituix a "el grau de catalanisacio absorbida" per l'alumne)- i presentar estes formes catalanes com lexic "cult" o "mes elegant", hasda que en acabar la formacio basica obligatoria, els chiquets valencians arriben a confondre la llengua valenciana en la catalana, i estiguen "preparats" per a assumir que son la mateixa llengua, quan els classics de la lliteratura valenciana (Joanot Martorell, Antoni Canals, Ausias March, Jaume Roiç,...) i el poble valencià sempre han considerar com a propia la seua Llengua valenciana.


Esta estrategia politica de la AVLl, que busca l'assimilacio de la llengua valenciana pel catala, i l'anulacio de la personalitat llinguistica i cultural del Regne de Valencia (com a primer pas de l'absorcio politica i territorial: Vore el programa politic d'Esquerra Republicana de Catalunya, per eixemple) , ha segut acceptada pels academics ex-valencianistes: Artur Ahuir, Angel Calpe, Alfons Vila i Ramon Ferrer, que provenen de l'ambit de la Real Academia de Cultura Valenciana (RACV).

LA A.V.L. OFICIALIZA ILICITAMENTE UNA NORMATIVA CATALANIZADORA



AUTOR: VALENCIÀ D'ELIG
 (Nomes versio en Castellà · Solo versión en Castellano)

 
"La A.V.L. oficializa ilícitamente una normativa ortográfica catalanizadora (distinta a las "Normes de Castelló")"


1ª PARTE ) Las "Normes de Castelló de 1932" nunca ha sido la normativa ortográfica oficializada por la A.V.L..
2ª PARTE ) "Normativización consolidada" o subterfugio de la A.V.L. para oficializar ilícita y solapadamente la normativa ortográfica del idioma catalán.
3ª PARTE ) La genuina "normativización consolidada" para la Lengua Valenciana son las "Normes d'El Puig".


1ª PARTE ) Las "Normes de Castelló de 1932" nunca ha sido la normativa ortográfica oficializada por la A.V.L.

 Hay quienes piensan que, actualmente, la Academia Valenciana de la Lengua (A.V.L.) reconoce y tiene a las originales "Normes de Castelló de 1932" como la normativa ortográfica oficial para el idioma Valenciano.

 Sin embargo, ésto no es así, habida cuenta de las divergencias ortográficas que presentan con las susodichas normas, los textos y el léxico oficializado por la A.V.L. en sus diversas declaraciones institucionales y resoluciones.

 A continuación se presentan algunas de las divergencias entre lo que oficializa ortográficamente la A.V.L. y las originales "Normes de Castelló de 1932":

a) La A.V.L. oficializa la terminación catalanizadora "-tx" para representar a final de palabra el sonido de la "ch valenciana" (idéntico al de la "ch castellana"), sin que ninguna regla de las "Normes de Castelló" especifique tal posibilidad.
 Las "Normes de Castelló" solo admiten el uso de los sufijos "-g" o "-ig" (según convenga), para representar a final de palabra el sonido de "palatal africada sorda" ("ch valenciana"), tal y como especifica su regla número (13):

 "13.- El só de palatal africada sorda ("ch castellana") s'escriu "x" en principi de paraula (xic); "tx" no principiant ni acabant paraula (empatxar); acabant paraula "g" darrere "i"; "ig" en quasevol atra posició (safareig)."

 A.V.L.:                    despatx, gavatx, falutx.
 Normes de Castelló: despaig, gavaig, faluig.

b) La A.V.L. oficializa los diágrafos catalanizadores "TG" y "TJ" para representar el sonido "prepalatal africado sonoro", sin que ninguna regla de las "Normes de Castelló" especifique tal posibilidad.
 En Valenciano solo hay un sonido "prepalatal africado sonoro" y según la regla (12) de las "Normes de Castelló" viene representado por "G" o "J":

 "12.- El só palatal de "g" se representa davant "e", "i", per "g" (gest, gent, girar).- Excepcions: Se representa per "j" davant "ecc", "-ect" (adjetiu (sic), abjecció); en "jersei, majestat" i en alguns noms de procedencia biblica o greca com "Jesus, Jehu, jerarquia, jeroglific" i llurs derivats (jerarquic, jesuita)."

 A.V.L.:                    metge, fetge, imatge.
 Normes de Castelló: mege, fege, image.

c) La A.V.L. oficializa los sufijos catalanizadores "-itzat", "-itzar", "-itzada" (y sus variantes) en palabras valencianas donde, según las "Normes de Castelló" debería usarse "-isat", "-isar", "isada" (y sus variantes).
 La regla número (21) de las "Normes de Castelló" dice:

 "21.- El só alveolar sonor de "s" (cosa) se representa per "z" en principi de paraula i darrere de consonant i per "s" entre vocals (zero, dotze, casa).- Excepcions: "dacsa, endinsar, enfonsar" i en el prefixe "trans-" (transigir)."

 Hay palabras valencianas en donde la A.V.L. oficializa los sufijos catalanizadores "-itzat", "-itzar", "-itzada" (y sus variantes), cuando en todas ellas la "S sonora" no se pronuncia detrás de una consonante ("t"), sino que en todos los casos la "S sonora" se emite entre dos vocales. Por lo que en aplicación de la regla (21) de las "Normes de Castelló", siempre se habrá de representar ortográficamente a la "S sonora" con una "S" y nunca con el diágrafo catalanizador "TZ".

 A.V.L.:                    analitzar, analitze, cotitzat, carbonitzada.
 Normes de Castelló: analisar, analise, cotisat, carbonisada.

d) Aún se podrían añadir otras irregularidades normativas (catalanizadoras e inadecuadas) de las que hace uso la A.V.L.. Tal como, la oficialización de la grafia "J" en palabras como "jo" (pronombre personal), "ja", "jugular", etc..., grafía que corresponde a la fonética catalana (sonido "prepalatal africado sonoro"), pero no a la fonética propia valenciana a la que le correspondería la "Y griega" (sonido "palatal fricativo sonoro", "yo, ya, yugular").

 A.V.L.:                     jo, ja, jugular.
 Normes de Castelló: (sin normativizar).



 Es más que evidente que la A.V.L. está oficializando ciertas normas ortográficas desnaturalizadoras y catalanizantes del idioma Valenciano, que no están recogidas en parte alguna de las originales "Normes de Castelló de 1932".

 Resulta llamativo comprobar como todas esas normas catalanizadoras y desnaturalizadoras para el idioma Valenciano, anteriormente aludidas, pertenecen a la normativa ortográfica oficial del idioma catalán.

 Así pues, resulta que la A.V.L., en vez de utilizar una normativa ortográfica genuinamente valenciana, ajustada a la fonética y realidad del idioma Valenciano, está haciendo servir, de manera artificiosa y forzada, unas normas ortográficas que son calco de las que oficializa para el idioma catalán el "Institut d'Estudis Catalans" (I.E.C.).

 Todo este contrasentido no hace sino evidenciar la escasa "valencianidad" con la que cuenta la actual entidad normativizadora de la Lengua Valenciana (A.V.L.) y por contra, lo mucho de "catalanismo" que impregna todas y cada una de sus acciones y metas. Algo que en ningún modo protege y potencia la verdadera Lengua Valenciana, sino antes al contrario, la destruye, convirtiéndola en un híbrido estéril y grotesco, mezcla artificiosa de Valenciano y catalán (Despropósito éste que queda perfectamente evidenciado ante la absurda e innecesaria iniciativa de la A.V.L. de querer cambiarle el nombre a la Lengua Valenciana por el de "catalano-valenciana" o similar).


2ª PARTE ) "Normativización consolidada" o subterfugio de la A.V.L. para oficializar ilícita y solapadamente la normativa ortográfica del idioma catalán.

 Delante de toda esta incongruencia normativa para el idioma Valenciano elaborada por la A.V.L., están los que argumentan que la A.V.L., ortográficamente, se ajusta a lo que dice el dictamen del C.V.C. ("Consell Valencià de Cultura"), la Ley de Creación de la Academia y su propio reglamento (textos que configuran las bases y fundamentos sobre los que se ha de regir la A.V.L., además de las competencias de dicha entidad). Los cuales indican que la A.V.L. velará por el Valenciano y realizará su normativa partiendo de "la normativización CONSOLIDADA A PARTIR de las llamadas Normes de Castelló".

 Sin embargo y como más adelante se comprobará, no es cierto que la A.V.L. pueda encontrar justificación alguna en esa ambígua frase o en los textos aludidos, para oficializar la incongruente normativa ortográfica para el idioma Valenciano que actualmente está utilizando y que no es más que un calco de la normativa ortográfica del idioma catalán oficializada por el "Institut d'Estudis Catalans" (I.E.C.).
 En otras palabras, la normativa ortográfica que oficializa actualmente la A.V.L. no es en absoluto el resultado de ninguna "normativización CONSOLIDADA A PARTIR de las llamadas Normes de Castelló".


 Esto es lo que dice cada uno de los textos oficiales aludidos, respecto de las "Normes de Castelló" y la normativización (ortográfica) que ha de emplearse para el idioma Valencià:

a) Dictamen del "Consell Valencià de Cultura" (C.V.C.)(13-7-1998):

 "Les anomenades Normes de Castelló son un fet històric que constituiren i constuïxen un CONSENS necessari. El Consell Valencià de Cultura reivindica l´ESPIRIT de l´ACORD que les fèu possibles l´any 32 i entén que eixes normes han sigut el punt de partida, compartit pels valencians, per a la normativització CONSOLIDADA de la nostra llengua pròpia...".

b) Ley de Creación de la A.V.L. de la Generalitat Valenciana (16-9-1998):

 En su "Preámbulo" dice exactamente lo mismo que se expone en el anterior dictamen del C.V.C.
En su "Título I. Artículo 3" dice:
 "La Academia Valenciana de la Lengua es la institución que tiene por función determinar y elaborar, en su caso, la normativa lingüística del IDIOMA VALENCIANO, así como VELAR por el VALENCIANO partiendo de la tradición lexicográfica, literaria, y la realidad lingüística GENUINA VALENCIANA, y la normativización CONSOLIDADA, A PARTIR de las llamadas Normes de Castelló".

c) Reglamento de la Academia Valenciana de la Lengua (17-9-2002):

 En su "Decreto" inicial dice:
 "Sus funciones son las de determinar y elaborar, en su caso, la normativa lingüística del IDIOMA VALENCIANO, así como VELAR por el VALENCIANO partiendo de la tradición lexicográfica, literaria, y la realidad lingüística GENUINA VALENCIANA, y la normativización CONSOLIDADA, A PARTIR de las llamadas Normes de Castelló...".

 En su "Título I. Artículo 1.2" dice:
"La AVL tiene como función determinar y elaborar, en su caso, la normativa lingüística del IDIOMA VALENCIANO y velar per su uso normal. Esta normativa partirá no sólo de la tradición lexicográfica, literaria y de la realidad lingüística GENUINAMENTE VALENCIANA, sino también de la normativización CONSOLIDADA A PARTIR de las llamadas Normes de Castelló".


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 En principio lo que queda concretado de forma precisa, según lo que exponen los textos presentados, es que la A.V.L. tiene como fundamento de su creación, misión y obligación, el elaborar la normativa lingüística del idioma VALENCIANO (en ningún caso del catalán u otro idioma) y VELAR por el VALENCIANO (en ningún caso por el catalán u otro idioma) siempre de forma GENUINAMENTE VALENCIANA.

 También se indica que la A.V.L. partirá "de la normativización CONSOLIDADA A PARTIR de las llamadas Normes de Castelló". Declaración manifiestamente ambígua que no concreta en absoluto qué normativa ortográfica ha de ser tomada como referente oficial por la A.V.L.

 Como se puede apreciar, ninguno de los tres textos presentados especifican, ni aclaran a qué se están refiriendo cuando hacen uso de la ambígua frase: "la normativización CONSOLIDADA A PARTIR de las llamadas Normes de Castelló".


3ª PARTE ) La genuina "normativización consolidada" para la Lengua Valenciana son las "Normes d'El Puig".

 En la siguiente declaración institucional de la A.V.L. la academia pretende dotar de significado a la ambígua sentencia "la normativización CONSOLIDADA A PARTIR de las llamadas Normes de Castelló". No obstante, esta declaración institucional de la A.V.L. al haber sido realizada con posterioridad a la creación de la academia no está validada en ningún momento por los contenidos del dictamen del C.V.C., ni por los de la ley de creación de la academia, ni por los de su reglamento:

 "DECLARACIÓ INSTITUCIONAL DE L'ACADÈMIA VALENCIANA DE LA LLENGUA AMB MOTIU DEL SETANTÉ ANIVERSARI DE LES NORMES DE CASTELLÓ" (18-12-2002):

 "Cal agrair la CONSOLIDACIÓ i l'expansió NORMATIVA i cultural d'AQUELLES BASES ORTOGRÀFIQUES a erudits, gramàtics i escriptors ja traspassats, els quals, en el temps coetani de la Segona República o durant els anys del franquisme, van practicar i van MILLORAR la precisió i la validesa d'aquelles bases: preveres com LLUÍS FULLANA MIRA, mestres com Carles Salvador Gimeno, cronistes com Lluís Revest Corzo, erudits com Josep Giner Marco, professors com Manuel Sanchis Guarner, escriptors com Enric Valor Vives...".


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 Es evidente que la A.V.L. considera que la consolidación normativa de las bases ortográficas conocidas como "Normes de Castelló", es producto de la mejora de las mismas a través de la obra individual y personal de intelectuales como, (y en primer lugar), el prevere LLUÍS FULLANA MIRA.

 En relación al prevere Lluís Fullana Mira, el dato fundamental a tener en cuenta de este insigne filólogo valencianista, es que su obra y estudios lingüísticos son la base y los fundamentos de la normativa ortográfica para el idioma Valenciano conocida como "Normes d'El Puig".

  Las "Normes d'El Puig" es una normativa ortográfica para el idioma Valenciano aceptada por el ACUERDO de un amplio número de intelectuales e instituciones valencianistas en 1983, que fueron OFICIALIZADAS y ADOPTADAS por la "Comisión Mixta de Bilingüísmo" y publicadas por la Consellería de Educación del Consell Valencià.
Las "Normes d'El Puig" mejoran las manifiestas deficiencias e incorrecciones normativas que presentan las "Normes de Castelló de 1932", a la vez que constituyen una normativa de carácter estrictamente valencianista, en contraposición a unas "Normes de Castelló" con "bases" manifiestamente catalanizadoras en su contenido.

 Así pues, si en la consolidación y MEJORA normativa de las "Normes de Castelló" ha sido partícipe el padre Fullana, es lógico y adecuado considerar a las "Normes d'El Puig" como la concreción genuinamente valenciana de aquello que se enuncia como "la normativización CONSOLIDADA A PARTIR de las llamadas Normes de Castelló".

 Además, un dato fundamental que determina a las "Normes d'El Puig" como única "normativización CONSOLIDADA A PARTIR de las llamadas Normes de Castelló", es que las "Normes d'El Puig" fueron aceptadas y validadas mediante el ACUERDO de un amplio número de intelectuales e instituciones valencianistas, algo que las "Normes de Castelló" EXIGEN a la hora de acometer cualquier rectificación o mejora en ellas.

 Las originales "Normes de Castelló de 1932" especifican:

 "...Al temps, a aquelles autoritats i a la novella generació d'estudiosos pertany la cura i la missió, prou feixuga i prou llarga, d'anar rectificant i millorant un sistema - A BASE també naturalment d'AMPLES ACORDS...".

 Por tanto, habida cuenta que a excepción de las "Normes d'El Puig", el resto de normativas ortográficas desarrolladas para el Valenciano lo han sido a título individual y personal, sin que ninguna de ellas haya sido validada mediante el acuerdo y el consenso de un amplio número de intelectuales e instituciones valencianistas, no cabe otra opción más que la de considerar a las "Normes d'El Puig" como a "la normativización CONSOLIDADA A PARTIR de las llamadas Normes de Castelló".


 De tal forma, resulta lícito y adecuado exigir a la A.V.L. que adopte las "Normes d'El Puig" como normativa ortográfica oficial para el idioma Valenciano (por ser la única "normativización CONSOLIDADA A PARTIR de las llamadas Normes de Castelló"), que ajuste todos sus dictamenes, declaraciones o resoluciones, realizados o por realizar, a esta nueva normativa que se ajusta fielmente a la realidad lingüística genuinamente valenciana y que abandone las normas ortográficas catalanizadoras que actualmente emplea, por resultar del todo incorrectas e inadecuadas a la realidad lingüística propia y diferenciada del idioma Valenciano.

 En caso de que la Academia Valenciana de la Lengua (A.V.L.) hiciera caso omiso a las demandas anteriormente solicitadas y continuara empleando la normativa ortográfica catalanizadora que actualmente oficializa, no cabría otra alternativa más que la de solicitar la derogación y disolución de la A.V.L., así como la de toda la normativización lingüística realizada por dicha institución, por no ajustarse a las obligaciones y fines estipulados oficialmente para dicha entidad, que esencialmente son:
 Velar por el idioma Valenciano, partiendo de los aspectos lingüísticos genuinamente valencianos y de "la normativización consolidada a partir de las Normes de Castelló", ("normativización consolidada" que se concreta actualmente en las genuinamente valencianas "Normes d'El Puig").





 
  


LA AVL I LA PRETENSIO DE CANVIARLI EL NOM A LA LLENGUA VALENCIANA



Autor: Colectiu Fullana

El Colectiu Lluís Fullana de professors d’universitat i doctors, davant de la darrera agressió de l’Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) contra la llengua valenciana vol puntualisar lo següent:

1)       No reconeixem com a autoritat científica a esta nova AVL. No té la necessària independència que requerix una institució acadèmica i científica i molts dels acadèmics no s’han dedicat mai a l’estudi del valencià, ni han escrit mai en esta llengua.
2)      
2) Es inadmissible que per als valencians que una entitat pròpia de la Generalitat Valenciana atente contra l’identitat de la llengua valenciana. Per un principi de valencianitat, que haurien de tindre present totes les institucions pròpies de la Generalita Valenciana, exigim la dissolució de l’AVLL. Per congruència i honradea deurien de dimitir tots aquells acadèmics que postulen l’unitat de les llengües, puix no és de rebut cobrar un sou d’una “institució repetida”, ya que per ad ells està l’IEC.
3)      
3) Qualsevol atra denominació que nos siga Llengua Valenciana o Idioma Valencià atenta contra el marc jurídic establit determinat per l’Estatut d’Autonomia, que reconeix que “Els dos idiomes oficials de la Comunitat Autònoma són el valencià i el castellà”, i també contra la Constitució Espanyola, quan afirma que: “La riquea de les distintes modalitats llingüístiques d’Espanya és un patrimoni cultural que serà objecte d’especial respecte i protecció”.
4)      
4) La proposta de l’unitat de les llengües valenciana i catalana no respon a un sentit o convicció general, sinó a un sentit molt particular dels Departaments de Filologia Catalana d’algunes Facultats, dirigit a la substitució llingüística de la llengua valenciana per la catalana i a la consecució política dels inadmissibles “païssos catalans”.

5) Recordar que en la romanística internacional no ha hagut mai la presa d’un acort definitiu sobre l’identitat del valencià i l’opinió general és que el valencià o qualsevol atra llengua, serà llengua independent o no segons la voluntat dels seus parlants.
5)      
Qualsevol valencià orgullós de ser-ho estarà segurament pensant en el refrany valencià que assevera que “forasters vindran i de casa nos trauran”. Desfer este entort passa, inexorablement, per la dissolució de l’AVLL per antivalenciana i el reconeiximent legal de la Real Acadèmia de Cultura Valenciana (RACV) com a referent oficial de la llengua valenciana. Cal recordar que la RACV, fundada en 1915, està vinculada al CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) per mig de la seua pertinença a la CECEL (Confederación Española de Centros de Estudios Locales).
En la ciutat de Valéncia, 30 de decembre de 2004.




LA AVL I EL PP TORNEN A VENDRE ALS VALENCIANS

Fecha: viernes, 11 de febrero de 2005 16:15


Jaume el de la Serra.

"La Academia y el PP nos roban la historia, el idioma y la ilusión a los
valencianos"

Con su último dictamen, la Academia y el PP nos han robado la historia, el
idioma y la ilusion a los valencianos. Una vuelta de tuerca más en el
inexorable proceso de catalanización que soterradamente se está llevando a
cabo sobre la sociedad valenciana, principalmente a través del sistema
educativo donde las víctimas son nuestros hijos que metódicamente están
siendo adoctrinados con las consignas del idioma catalán, la "germanor"
catalanera y el repudio hacia todo lo que suene a español.

Nos han condedido el honor de permitirnos usar el nombre "Valenciano". O
casi. Porque por lo visto solo vale para andar por casa, que luego, fuera,
ya no somos "naide" y tenemos que pedir permiso a unos y a otros para saber
como nos llamamos, qué hablamos y cuando podemos descansar de estar "cul en
pompa en els pantalons pels garrons".
Todo un lujo para el pueblo valenciano, no vayamos a creer, ni querer, tener
los mismos derechos que, por ejemplo, los catalanes que deciden por ellos
mismos, no, nosotros somos valencianos, nos chupamos el dedito y nos tienen
que decir entre unos y otros lo que somos, lo que no somos y si podemos
hablar Valenciano o por el contrario hemos de tragar con el catalán del
principado sin principe.

El contenido del "paquete" histórico del idioma Valenciano ha sido saqueado,
espoliado y denostado tras el último dictamen de nuestra catalanísima
Academia Catalana de la Lengua Catalana (A.V.L.) y todos tan contentos y
felicitándose, (des)gobierno de Camps incluido. De lo que contenía el
"paquete" ya poco queda, ha sido rellenado con lenguaje de "garrafón
catalán", pero eso sí, el "etiquetado" de "Valenciano" para consumo
doméstico (por lo domesticables que somos los valencianos) nos permiten
mantenerlo. Es como si uno compra una paquete etiquetado como "liebre" y lo
que se encuentra allí dentro no es más que "CAT" catalán. Aquí pasa lo
mismo, allí donde pone "Valenciano" lo que a uno le meten en la boca es
"mesclijo catalán". No hay quien se lo trague, pero al PP lo del etiquetaje
le rinde mucho electoralmente. Y los de la A.V.L., mientras, cobrando pasta
gansa por hacer el idem a paso de oca nazionalcatalanista.

Lo dicho: La Academia y el PP nos roban la historia, el idioma y la ilusión
a los valencianos. Les complace destruirnos como pueblo a pesar de tener una
historia rica y singular como Reino y un idioma Valenciano propio con un
Siglo de Oro literario exquisito que las aves de rapiña catalanas pretenden
hacer pasar como suyo y como catalán. Vaya morro que se gastan estos señores
de la "guarra" catalanes con sus guarradas.

Como decía mi "yayo" (q.e.p.d.): "No somos nadie (los valencianos) y menos
en traje de baño".

Jaume de la Serra


LA AVL DEGRADA LA “BELLEA”



Ricardo García Moya
Diario de Valencia 2 de Junio de 2002

Un titular del catalán “Infor­mación” de Alicante dice: “La Academia no incluirá el térmi­no bellea, pero admitirá su uso fogueril” (Inf. 22-5-02). La noticia es ofrecida como si el sustantivo “bellea” fuera un torpe engendro de barraqueta fogueril y borrachera de can­tueso; y el polimorfo Rafael Alemany (director del Institut de Filología Catalana, mentor de San Zaplana y académico de la de Ascensión), remata el vocablo: “Desde el punto de vista normativo, el término bellea no es aceptable, el acep­tado por la Academia sería bellesa, pero ello no impide que dentro de la tradición festera y en el contexto fogueril sí se pueda aceptar bellea”. Este bípedo, tras pasarse la vida viviendo del catalán y catalani­zando hasta las piedras, se erige en torturador idiomático que humilla a la “Bellea del Foc”, al descalificar la correcta morfología del título.
En la entrevista, otro tipo al que han nombrado “responsa­ble de Cultura de la Gestora Fogueril, Armando Parodi”, prosigue la farsa: “en 1987, la Universidad de Alicante determinó que la palabra correc­ta era bellesa, pero se podría tolerar bellea en el uso colo­quial de la fiesta”. Por lo visto, estos tíos son analfabetos o cie­gos, pues no distinguen entre la voz culta y valenciana “bellea” del vulgarismo cata­lán y andaluz “bellesa”. Pre­tenden que creamos que “be­llea” es una corrupción equiva­lente a quien usa, en español, paine por peine o piaso por pedazo. No es lo mismo y no nos engañan estos colabora­cionistas: bellea es un sustanti­vo abstracto que está presente desde los orígenes de la lengua hasta nuestros días, en autores de más categoría que la de Rafelet Alemany o el foguerer Parodi.
Seleccionemos algunos: “gran bellea” (Canals: Traduc­ció al valenciá del Valeri, 1395); “bellea” (Bib. Nac. París. Llibre de les erbes, h. 1400); “la bellea” (March, Ausias: Obra completa. Ed. Barcanova, p. 617, h. 1445); “dama de tanta bellea” (Roig: Espill, 1460); “de singular bellea” (Esteve: Liber, 1472); “yo he amat la bellea”(Corella: Salteri, 1490); “ab la strema bellea” (Martorell: Tirant, 1490); “tal bellea” (Mulet: Poesies a Maciana,1645); “bellea” (Ros: Tratat, 1736); “bellea” (Sullana: Voc. valenciá, 1921); “bellea” (Dicc. RACV. 1997)
Rafelet de Benidorm y su AVL mienten al decir que es voz coloquial o rústica, pues saben que no pueden admitir “bellea” sin quebrar la falsa teoría de la unidad lingüística. La existencia de una categoría de sustantivos valencianos (no sólo abstractos) con morfología singular de sufijo “ea” -inde­pendiente de los catalanes y castellanos arcaicos que sono­rizaban sibilantes en bellesa, altesa, noblesa... -, es perse­guida por la catalanera AVL, aunque las explicaciones ergo­lógicas (nos consideran colonia inculta) de la prohibición son pueriles. El uso de conceptos abstractos condensados en un sustantivo es recurso literario de idiomas complejos, de los que han tenido siglo áureo. El nuestro lo tuvo, con creaciones léxicas que, disparatadamente, Ascensión y su academia prohí­ben. He aquí algunos abstrac­tos y otros que, por analogía, adoptaron el sufijo valenciano: bellea, humildea, saviea, altea, fortalea, sordea, avínentea, vellea, bonea, boniquea, flui­xea, bravea, brutea, palidea, clarea, delicadea, blanea, amplea, extranyea, fadrinea, llonguea, flaquea. tnistea, malea, netea, llaugerea, tor­pea, ginea, naturalea, timidea, llegea, rarea, placidea, gran­dea, grossea, destrea, agudea, enterea, infantea, riquea, ten­drea, etc. Todos están documentados literariamente y per­tenecen al idioma valenciano; por esta causa, por ser obstácu­lo morfoléxico a la implanta­ción del catalán, están perse­guidos por la Generalidad de Tarancón y sus colgajos sub­vencionados: academia de Ascensión, Canal 9, Universidad, gabinetes norma­litzadors de CC. OO y UGT, etc.
Si la AVL defendiera el idio­ma valenciano (como hace la RACV) trataría de seleccionar lo que nos singulariza del cata­lán, recobrando arcaísmos que no fueran los que nos impone Cataluña. Aquí, con el aplauso de la Generalidad, el susodicho Armando Parodi Arróniz expone la solución final para “bellea” y demás léxico hereje. El plan es este: “En los docu­mentas oficiales ya es utiliza bellesa, como en el acto de proclamación, en nuestra revista y en la del Ayuntamiento; en la banda que se impone a la máxima representante de la Fiesta aparece Bellesa del Foc. Poco a poco se utilizará más y habrá que volcarse para que cale el término Bellesa del Foc” (Información, 22-5-02).
Ya lo ven: “habrá que volcarse para que cale el término bellesa”. Así, disimulando y poco a poco, los Ayuntamientos del PPSOEU sustituyen voces valencianas por catalanas, como ordena Cataluña. Al ser santos y puros, San Zaplana y su peana no advierten engaño alguno; de ahí que Rafelet Alemany enseñara catalán al Presi, y que éste esté eufórico con la academia de marras.
El espiritual Zaplana acepta que el AVE -como pasó con la Nacional 3-, llegue a Valencia cuando ya aburre en otras capitales menores; o que el aeropuerto de, Manises acabe con una superficie equivalente al meadero de lo que será el superaeropuerto de Barcelona. Está feliz, aunque si por cada tomadura de pelo a los valen­cianos le descontarán 1. 000 euros del sueldo, quizá no esta­ría tan indiferente; pero él sabe que con la Ciudad de las Ciencias tiene suficiente para volver a ser el San Zaplana de los blandos valencianos. De momento hay un hecho incues­tionable: la Generalidad sólo prohíbe voces valencianas, como bellea, ninguna catalana. Los niños, indefensos, ya han aprendido que “bellea” es pala­bra prohibida y rústica.
Según Saussure y otros inso­portables semiólogos, la propa­gación de un cambio lingüístico abarcaría 300 años. Es decir, que la formación del pronom­bre valenciano “mosatros” se comenzaría a gestar por el 1500, al figurar en textos del 1800. Eso es una evolución normal, pero Saussure no conocía la habilidad de nuestra Generalidad para asesinar len­guas, creando ficticios modelos lingüísticos de prestigio como la AVL, o autorizando dicciona­rios y textos en falso valencia­no, o contratando parados para que en Canal 9 y Punt 2 -con pronunciación escénica y cara de mala leche-, introduzcan bellesa, delicte, amb, esport y demás mierda del Nort (en idioma valenciano es Nort, no el Nord de la AVL). Esta claro que, en Alicante, no deben creer a estos tramposos idio­máticos que tratan de cocear el título de “Bellea del Foc”, así que ni puñetero caso a la cata­lanera AVL y sigan usando “bellea”, igual que Roig, Martorell o nuestros padres.
Pasemos a otra perla cultu­ral Folleto del Corte Inglés, co­lorines y muchas páginas sobre vinos de Cataluña, Extre­madura, Andalucía, La Rioja, Navarra, Aragón, Galicia y, co­mo siempre, del puto Levante para no citar a Valencia y su Comunidad ¡Como no existo para estos tíos, no vuelvo al Corte Inglés! Si quieren seguir fomentando caldos vecinos y el puto Levante, vayan a El Corte Inglés !Con lo eufónico y litera­rio que sería publicitar “Vins del Reyne de Valencia”, “Tintos del Reino de Valencia: Fondellol, Pinós, Font de la Figuera, Requena, Carló...”


LA AUDIENCIA DECIDE A FAVOR DE ESPAÑA



Por: Ricardo de la Cierva

Poco después, el 17 de enero del 86, Las Provincias publi­caba irónicamente un ridículo mapa de España diseñado por el inefable vicerrector Guía, en que no aparecía ni Ca­taluña, ni el Reino de Valencia, ni las Baleares, ni Navarra. ni el País Vasco, lo que provocó la hilaridad de Valencia entera. Guía había escrito, además, un libro furiosamente separatista en que figuraba un truncado mapa de Francia. El 11 de julio de 1986 la junta de gobierno de la univer­sidad valenciana, presidida por el rector Lapiedra, otro fa­nático pancatalanista, dictó una orden de catalanización en la universidad que fue impugnada el día 25 siguiente por el grupo Alternativa Universitaria, cuyo presidente es el estudiante Juan García Santandreu -de quien me atrae pronosticar un brillantísimo futuro político-, con la dirección letrada del insigne abogado Vicente Giner Boira y su colega Juan Manuel Ricart Lumbreras. Los indepen­dentistas del pancatalanismo apoyaban naturalmente a La­piedra y clamaban porque «los ocupantes españoles sal­gan de nuestro país», como si fueran de Herri Batasuna (3 de setiembre de 1986). Pero la Audiencia dio la razón a los impugnadores y suspendió, a primeros de setiembre, los proyectos de catalanización académica en la Universi­dad de Valencia. Sin el menor sentido del ridículo, la junta de Lapiedra declaraba sin embargo que «asume el compromiso histórico (es decir, antihistórico) de la normalización1 sociolingüística del catalán» (Las Provincias, 3 de oc­tubre de 1986), mientras la Justicia citaba a declarar al increible vicerrector Guía por ultraje a la bandera de Espa­ña que había sido quemada frente a la estatua de Jaime I. Guia fue condenado por agresión a tres valencianos que pintaban con una franja azul una bandera catalana; se creía Superman. Hasta que ya, en noviembre, la Audiencia falla definitivamente contra el proyecto Lapiedra, y da toda la razón a Alternativa Universitaria. El rector, abochornado, mostró su desacuerdo total y replicó con otra de sus frases históricas: «Recurriremos.» (Las Provincias, 12 de noviembre de 1986.) El acuerdo de la Junta, según la Audiencia adolece de vicio de inconstitucionalidad.

Con mucho más sentido común, Alternativa Universitaria ­le señalaba al derrotado rector el único camino digno: dimitir. Así lo pidió Juan García Santandreu entre el aplausov la satisfacción general de los valencianos (Las Provin­cias, 12 de noviembre de 1986). En los periódicos E1 Temps  y Levante (15 de noviembre de 1986) se revelaba, entre un divertido escándalo de la opinión valenciana, que empezó a explicarse demasiadas cosas a la vez, que la Banca Cata­lanai, cuando la orientaba Jordi Pujol, había ayudado en las décadas de los sesenta y los setenta a destacados polí­ticos e intelectuales de la sociedad valenciana, entre los que figuraban Ricardo Pérez Casado, luego alcalde de Va­encia; el diputado Vicente Soler; el inevitable Josep Guía, entre el grupo «los Diez de Alacuás», que fue detenido du­rante la época de Franco en una casa de ejercicios espiri­tuales, donde sin duda rezaban el rosario.


LA ASQUEROSA SELECTIVIDAD CATALANA



Ricardo García Moya
Diario de Valencia 23 de Junio de 2002

La prensa madrileña y cata­lana (El País, Levante,..) ha denunciado que, en Selectivi­dad, se valencianizaron tres palabras de un texto del diario catalán “Avui”. Pese a que era mentira, la lucha contra este ficticio atentado a Cataluña la asumió el PSOE, partido que en su defensa del proletariado tiene dos metas: impedir que llegue agua del Ebro al Reino y, a cambio, inundarlo con mierda catalaner. El ejercicio había quedado bordado, con la prosa y verso de los catalanes Eugeni d’Ors, Joseph Carner, Papasseit y Rododera; más la guinda de los colaboracionis­tas Joan Fuster, Sanchis Guar­ner y Enric Soria. Ni Pujol podría soñar con una Se­lectividad en territorio valen­ciano donde el léxico, la mor­fología, la sintaxis e ideología estuvieran tan acordes con la más rancia ortodoxia del cata­lanismo. Este 2002, como ha­rán en el 2003, han vuelto a repetir la maloliente exégesis de Fuster y Guarner: “Comen­teu aquest fragment de La llengua del valencians en relació al concepte de seces­sionisme lingüistic i la qüestió del nom de la llengua”. (Selectividad y LOGSE, 2002)
García de la Concha, supon­go que turista del idioma va­lenciano, no tiene culpa de na­da. Son la AVL, la Consellería de Educación y la sardanería del PPSOEU los que propagan que el valenciano no existe al imponer estos exámenes: “Concretem: la reticencia dels valenciana és a adoptar el nom de catalana per a la seua llen­gua, però no a acceptar la uni­tat lingüística de Valencia, Ca­talunya i Mallorca, comunitat d’idioma evident que cap va­lencià no ha negat mai” (Selec­tividad, 2002). Así engañan a nuestros hijos, ocultando que Fray Antoni Canals, Timoneda, Carlos Ros o Azorín, por ejemplo, defendían la sin­gularidad de la lengua valen­ciana. Todo es un engaño. En Selectividad, a mis alumnos, les han lavado el cerebro con lo del “País Valencia, no parlis, meva, xatones, rodons, pel-li­cula, avui, llauna...” (Selec­tividad, 2002); y respecto a la supuesta reforma del DOGV es una pátina que disimula la lengua del IEC: “titols, sub­hasta, desenvolupament, amb, rodalies, finalitze, reial, execu­ció...” (DOGV 11/06/02). No creo que Lizondo se enorgul­leciera de esta bazofia.
De momento, hasta que no veamos la reposición de sus­tantivos como deport o riquea, el neutro lo y la ch; junto a la supresión de barbarismos ca­talanes (amb, avui, esport, cap de setmana, tardor...) no crean nada a los políticos con furor preelectoral. Cuando en 1521 se tradujo del lemosín al valen­ciano el Blanquerna, el arcaico “dues” femenino se convertía en “dos”, y surgía esa morfología valenciana que ahora escandaliza a walquirias del PSOE y melifluos del PP: “parais, yo, pereós, pobrea, riquea, naix, mentres, del modo, chics ronyosos, estes paraules, sentiment de fret, los quals, dos parts...” (Blanquerna, Valencia 1521). Eran tiempos en que creába­mos voces como “esclavó” (anillo de cadena); exclusiva del idioma valenciano, aunque los catalanes la exhiben ahora en sus diccionarios. Lo normal sería que la AVL denunciara estas fechorías; pero sus miembros callan y cobran (incluidos mártires deanes y poe­tas matasietes).
Escrig recogía el sustantivo y derivados, todos con bilabial: esclabó (cast. eslabón; cat. baula); esclabonar (eslabo­nar); esclabonejar (herir el pedernal); esclabonejat (heri­do); e incluso el gerundio “es­clabonant” (ed.1871). Proce­dentes del latín “sclavus”, la etimología popular mesetaria asoció el vocablo, errónea­mente, a una S y un clavo (es +        clavo ) por la señal SI (“sine jure”, sin derechos), que se marcaba a fuego en algunos siervos. Como pieza para gol­pear el pedernal, “esclavó” es­taba arraigado en el 1400: “es­clavó ferint la pédra… lo foc” (St.Vicent.Serm.1,. 142, h. 1408); permaneciendo los deri­vados “esclavoná, esclavonaes: colps en ferramenta de ferrer” en la zona sur del Reino, Corominas, aparte de apro­piarse del vocablo, recoge las dos acepciones dadas por Car­los Ros: ”Esclavó, hierro con parte de acero con que se saca fuego de un pedernal (…) Es­clavó: anillo de cadena”.
Corominas da el año 1764 como fecha más antigua de datación de “esclavó” en su acepción de anillo; pero el etimólogo no había leído nue­stro Manuscrit del Loreto de Muchamel, donde se documen­ta que, un siglo antes, “27 de juliol, 1630,  disapte”,el capitán Galcerán entregó una “cadeneta de or” que tenía “176 esclavons” (Ms.Loreto, Muchamel, f.22) La barroca letra del párroco, coetáneo de Calderón de la Barca, explica que la cadena de “esclavons de or” la regaló el militar por haber sanado “de una enfer­metat que patía, de llansar sanc per la boca”. Hoy está prohibido escribir “en­fermetat” y “sanc”, aunque es léxico valenciano clásico y actual; su utilización supon­dría el suspenso en esta as­querosa Selectividad catalana que humilla a los blandos valencianos. Hasta los alum­nos de Muchamel que se exa­minaron de Selectividad no pueden escribir el topónimo en la lengua valenciana de sus antepasados; aparte de que desconocen la morfología con ch, ya que la Generalidad ha impuesto el catalán “Mutxa­mel” -que jamás existió- en to­dos los rótulos. Entre nosotros hay mucho político “de gaidó”. Por cierto, la locución “de gai­dó” también es nacida en el Reino, aunque no procede del latín como “esclavó”, sino del árabe valenciano “gaidún”, forma de riego. En tiempos medievales conservó el significado, “regadiu de gaidó” (Lli­bre de values, any 1398), pero al usarse una pieza bascular para levantar el poal d’aigua, generó el valor semántico de oblicuo o torcido, “els coixos tenen la cara de gaidó” (El Mo­le,1837, p.62). Esta voz tam­bién se propagó al condado le­vantino, creándose el barba­rismo “gairell”.
No sé si el Decretazo de As­censión está o no aprobado. Todo él destila manipulación para confundir al pueblo va­lenciano. La única ley que rige sus fobias y filias idiomáticas son las emanadas desde el lEC. Ordenan, por ejemplo, que en “valenciá” se use sólo “orquestra”, con la r etimológ­ica del latín y castellano antiguo (“orchestra”), pero en idioma valenciano jamás se utilizó esta grafía. Corominas da la fecha de 1805 como la más antigua datación de “orquesta” (así se escribía) en catalán; pero, sin cobrar dieta a la AVL, les ofrezco otra más antigua en idioma valenciano: “els cegos, sobre un taulat una orquesta (...) ”dels estudiants, va lluirse sa orquesta” (Valen­cia per sos Reys,1802); y poste­riores: ”y apenes vinga la or­queste” (Bernat: Un fandan­guet en Paíporte,1855); “la or­queste pot anar tocant” (Bar­nat: El virgo de Visanteta, 1845); “els musics en orques­tes” (Boix.: Can. S. Vicente 1855); “orquesta” (Dicc. RACV 1997). Y Deu mos guart de la próxima maldad de la academia de Ascensión: el mi­sal-bomba con arcaísmos y basura que ordena o tolera el lEC, sólo los que ordena el amo.


LA ARDUA EXÉGESIS DEL PARE MULET



Ricardo García Moya
Diario de Valencia 27 de Marzo de 2001

Poco a poco, los investigadores alumbran la obra y figura del va­lenciano fray Francisco Mulet (San Mateo, a.1624). Desde el XVII, diletantes y estudiosos ad­miraron sus picantes versos es­parcidos por múltiples copias ma­nuscritas; en la Biblioteca Nacio­nal de Madrid, por ejemplo, hay una de texto en valenciano y fra­casada traducción al castellano. El intérprete dejó en blanco el equivalente a los sustantivos ve­getales “alfals” (en catalán, user­da), “morritort” (catalán murris­sá), “rabaniçia” (catalán rafanis­tre ), o “llicsó” (catalán lletsó ); y transformó frases que no entendía, “gats en chiner” (f.2), en ab­surdos como “gatos en guinea” (f.2). El apichat suponía un dis­tanciamiento del castellano y catalán.
Hoy, disponemos de ensayos ri­gurosos sobre Mulet, como los de Ricardo Bellveser, actual director de la institución Alfons el Magná­nim. En su obra El Pare Mulet. Un enigma desvelado (Ed. Alfons el Magnánim, 1989) nos introdu­ce en el mundo lingüístico de Mulet con apoyo del Diccionari Etimológic de la llengua catalana, el Dicc. de la llengua catalana de Alcóver, el Dicc. de la llengua ca­talana de Miracle y la Gran Enci­clopedia Catalana. Con este ase­soramiento filológico -sin conce­sión al blaverismo infecto-, y las observaciones de Joan Fuster, expurga la lengua barroca de Mu­let. El mismo Bellveser lo recuer­da emocionado: “Agradecimien­tos. A Joan Fuster que me alentó a llevar a cabo este trabajo y por sus acertadas observaciones. Esta edición se debe a su impulso y gestión”.
Con el aliento de Fuster en el cogote, Bellveser atiza martilla­zos al “apitxat” (sic) que asoma insolente entre versos lujuriosos de “gargalls y figues”. A todo vo­cablo que vuela entre metáforas calentorras, el expurgador le dis­para perdigonazos normalizado­res. Así, en el verso “fill de puta, sort, cego, bavós y mut” (p.166), denuncia el grave error ortográ­fico de “sort” contra el ortodoxo “sord”, impuesto por el IEC. El inconveniente es que, en idioma valenciano, los escritores es­cribían y escriben “sort”, con t, desde los clásicos hasta los actua­les (exceptuando normalitzats y sumisos). Por cierto, el implaca­ble censor se arma con el apichat un lío: “en la pronunciación va­lenciana, la d tiene en ocasiones una articulación sonora, como la t” (p.166) ¡Ejem! La t, hasta aho­ra, creíamos que era sorda.
Generoso, el crítico regala vo­ces, “gafes es palabra catalana” (p.173), olvidando que también era valenciana y castellana (el de­rivado “agafar”, inexistente en los siglos XIII y XIV es usado por el burgalés Villegas en 1515. El vul­garismo “agafar” lo sustituían por “pendre” los clásicos valencia­nos). Blindado con diccionarios catalanes, Bellveser ataca a Mulet por escribir “coche” en lugar del culto “cotxe”. Hay que aclarar que Jaime I no vino en coche, y que esta voz aparece en las len­guas peninsulares en el XVI. En idioma valenciano llevaba la pala­tal africada sorda ch, según testi­fica el latinista Pou: “coche chic” (a.1575), y la lengua oficial de la Generalitat: “ni eixir coches per la porta” (ARV Actes, a.1678. Sg.3221). El derivado también muestra la correcta grafía, según la prosa notarial de Exulve, “co­chero: auriga” (Praeclarae artis, 1643), o en Pou: “cochero de qua­tre cavalls” (a.1575). Los idiomas cultos europeos incorporaron ha­cia el 1550 esta voz: alemán “kutsche”, italiano “cocchio”; va­lenciano, francés y castellano “co­che”. En el condado, posterior­mente, crearon cursilerías mor­fológicas como “cotxo” y “cotxe”.
Hay pequeños lapsus en el lúci­do ensayo de Bellveser, como afirmar que Mulet “ dudaba entre en/ab/amb” (p152). No, Mulet jamás dudó respecto a la preposi­ción amb, inexistente en los escritores nacidos en el Reino de Valencia. El pingajo gramatical sí pulula en los mil ensayos catala­neros subvencionados por insti­tuciones como la “Alfons el Magnánim”. En fin, es un error disculpable, pues Bellveser sufrió lo indecible al expurgar la mor­fosintaxis del dominico. El propio ensayista declara su desespera­ción en estos términos: “Uso el apóstrofe (sic) para indicar elisión de voces ...uso el apóstrofe (sic) para separar enclíticos”(p 138). Igual método usó en el “Tratat de pet” de Mulet: “apóstrofe para in­dicar elisión de vocales” (p.25).
El apóstrofe, según el DRAE, es: “cortar de pronto el hilo del discurso o la narración, ya para dirigir la palabra con vehemencia en segunda persona a una o va­rias presentes o ausentes, vivas o muertas”. El profesor Bellveser no reproduce la imprecación o apóstrofe que en tono solemne y grave, supongo, espetó al espíritu del dominico. En fin, otros filólo­gos menos vehementes no usan el dicterio o apóstrofe para elidir vocales o separar enclíticos, sino el vulgar signo ortográfico llama­do apóstrofo. Descifrar el corrup­to léxico de Mulet es difícil, inclu­so para expertos como el profesor Bellveser. El fraile empleaba pala­bras tan raras como “taranyina”, ¿qué diablos significaba? Eso es lo que se pregunta el doctor Bell­veser: “Taranyina. No he logrado descifrar esta palabra. Aparece en los tres manuscritos” (p.257). Los habitantes de la ciénaga blavera sabemos que equivale al castella­no telaraña (tela + aranyina, te­ranyina, taranyina), pero el en­sayista Bellveser no pertenece a este submundo y no podía adivi­nar el significado de “taranyina”, al figurar en diccionarios prohibi­dos como los de la Real Academia Valenciana.
Quizá, inspirado por su admi­rado Fuster, Bellveser juzgó cas­tellana la grafia “borracho” (p.197). No es tan sencillo, pues según Corominas: “el catalán to­maría verosímilmente el vocablo del mozárabe valenciano directa­mente” (DCECH). Los latinistas como Pou, antes que Mulet, nor­malizaron tal morfología: “lo qui está borracho” (a. 1575); “pren­gueren al borracho”(Porcar: Co­ses, 1617); manteniéndose en los derivados, como vemos en texto ilicitano anterior a la inmersión: “un instant de borrachera” (Lo­rente, Lluis: Ramona, Elig, any 1887, p.l9)
Entre los enigmas que el profe­sor Bellveser ha resuelto destaca uno referente a la genética mole­cular. Su fino olfato le llevó al “Tratat del pet” de Mulet, y don­de todos hubieran traducido “che­mech” por gemido, el profesor descubrió que: “chamech quiere decir gámet, la célula reproduc­tora” (p.51) ¡Uy,uy,uy! ¡Un domi­nico valenciano experto en célu­las reproductoras y zigotos en 1660! La gloria de descubrir estos enigmas la comparte Bellveser con Fuster, Oleza y Joseph Lluis Sirera. Con tan buenos pejes idio­máticos, ¿quién mejor que RB para dirigir la valencianización de la “Alfons el Magnánim”?