viernes, 22 de mayo de 2015

¿HERMANAS CON EL MISMO NOMBRE? JAMÁS


Josep Esteve Rico Sogorb
(lunes 08 de noviembre de 2004)

La Generalitat de Catalunya, mediante un golpe de efecto brusco y rápido se adelanta haciendo suya la traducción de la Constitución Europea, con el objetivo de salvar lo que para su tripartito gobierno es prioritario, sobre todo para ERC: la unidad de la lengua. El Govern de Catalunya ha presentado ante el Ministerio de Asuntos Exteriores la misma traducción de la Constitución Europea que el Consell de la Generalitat Valenciana para lograr acabar con el conflicto de dos versiones con el destacado aspecto de que la catalana es la misma que la valenciana. El ejecutivo catalán decidió de súbito, reaccionando contra la demanda del Consell Valencià, asumir como propia la traducción valenciana después de que éste se negara a presentar un texto conjunto con la doble denominación valencià-català o català-valencià. Lo curioso es que Catalunya ha asumido un texto lleno de palabras valencianas como "este" en lugar de "aquest", "homens" en vez de "homes" más las formas verbales "establix, regixen, prohibix i garantix" en lugar de las catalanas "estableix, regeixin, prohibeix, garenteix" y frases como "drets dels xiquets" a la hora de referirse a los "drets dels infants". Estos son algunos de los aspectos mes destacables de la versión valenciana -cuales ingredientes de nuestro fet diferencial- asumida por Catalunya y presentada, que pueden provocar sorpresa en los lectores catalanes pues son palabras y oraciones no empleadas por Catalunya y tradicionalmente autóctonas valencianas. En tal de salirse con la suya, los políticos catalanes se apropian de muchas cosas de los demás para presentarlas y reofrecerlas como propias, como catalanas. Esto es una usurpación, una injerencia en asuntos competenciales de otra autonomía además de un atentado contra la identidad del pueblo valenciano al margen de unitarismos y filogenéticas lingüisticos. En el habla coloquial se podría decir que han metido las narices donde no debían, como si hubieran ido a casa del vecino a mearse encima de la alfombra. El problema es que, el vecino, -supuestamente dueño de su casa- , no tiene la valentía ni la firme autoridad para reaccionar con una protesta airada potente y de fuerte resonancia social. Solo ha manifestado muy suave y educadamente su malestar. Mal empieza la Constitución Europea. Si tras ser ratificada por los Estados miembros, cuando toque, para este momento, los políticos valencianos habrían de protestar, y si pudiesen firmarla; no deberían hacerlo. Si fuera Camps y me la presentaran para estampar mi rúbrica y aceptarla...no firmaría.

Pero, ojo, Maragall & Carod y cía son muy pero que muy astutos. Com no lograron el reconocimiento del catalán para su uso en el Parlamento Europeu implícitamente integrando la unidad de la lengua y les molestó el reconocimiento del valenciano del ministro Moratinos, que sin entrar en filologías se limitó a aplicar la legalidadt; ahora se sacan un as de la manga y con un abrazo del oso "roban" o arrebatan la versión valenciana -¡¡"esss míooooo, mi tessssoroooo!!"-, la aceptan y admiten convirtiéndola en suya. Encima el presidente del Estado Español Sr. Zapatero la presenta junto a las versiones gallega y vasca. ¡Manda huevos! La versión catalana -que en este caso es la valenciana- "sirve" injustamente para las dos lenguas y autonomías en este momento histórico y para salvar este trámite; pero no nos engañemos, porque cuando la Generalitat Catalana publique la Constitución Europea para su distribución entre los catalanes, no será con la "versión valenciana" ahora admitida y presentada. ¡Qué listos! Lástima que tal traducción valenciana no esté escrita como los textos de la Constitución Española y del Estatuto de Autonomía valenciano de las ediciones iniciales de 1976/77 y posterior de los 80: en un perfecto valenciano autóctono sin palabras catalanas, curiosamente al contrario que ellos han hecho ahora, -¡qué morro!- y acentúado. Versiones oficiales reconocidas por los Gobiernos Estatales de aquellos años. Y nosotros, los valencianos, no somos capaces de actúar como los catalanes: ni se nos ocurre a la inversa, asumir como nuestra y genuina, una versión catalana, cuando supuestamente estamos depurando nuestro léxico de catalanismos, valencianizándolo, autoctonizándolo.¡¡Qué buenas personas y qué "muelles" somos!! Desgraciadamente, así nos va, cuando los vecinos del Norte se empeñan lingüísticamente "bautizando" a dos hermanas mellizas con el mismo nombre mientras una se aprovecha de la otra usurpando su personalidad con la "bendición" de Zapatero cuya presidencia se ve amenazada hostilmente estos dias por Maragall y Carod presionándole cada vez más y más mientras se muestran enojados contra la existencia de la traducción valenciana. Por mucho unitarismo que aleguen...¿qué se han creído el semiaragonés reconvertido y el cabezón nieto de monoveros? ¿Quienes son ellos para meter las narices en asuntos ajenos, de otra autonomía? Si los valencianos no lo hacemos con Catalunya, ¿con qué derecho Maragall y Cía se entrometen aqui y deciden por nosotros? Ni es justo ni es de recibo.

En cuanto a las traducciones de la Constitución Europea, demasiados ruidos tan pocas nueces. A los valencianos no nos desagrada que Catalunya presente su versión en catalán. Pero a la inversa -tampoco es de recibo- a los catalanes sí que les molesta que nosotros presentemos una traducción valenciana con léxico autóctono valenciano. El enfado de Maragall y Cía además de injustificados son exagerados, aunque peores fueron sus repentinas amenazas y la inmediata rectificación: "Arrancà de cavall i parà de somera -mula- ". Del blanco al negro en 24 horas cayendo bajo y mal y haciendo el rídiculo. Maragall y Carod se comportaron como Anás y Caifás, ciegos de ira y rasgándose las vestiduras ante el gol -traducción en valenciano- que se les ha metido por la escuadra por el que culpan al gobierno valenciano cuando éste no hizo más cumplir con la ley, con el Estatuto y la Constitución igual que el Gobierno Central. Por lo tanto, como valenciano, y venga nuestra habla del occitano, del catalán, del paprika o del mongoloide -que a estas alturas lo importante es el futuro del valenciano como lengua y no discutir si viene del huevo o de la gallina- me parece muy requetebien esa traducción porque así el nombre de nuestra habla autóctona -valenciano- queda asi reconocido y legitimado con la Constitución Europea. Asi que, todo este follón lo han montado Maragall y su socio Carod con desmedidos afanes de protagonismo y de controlar a Zapatero. Lo de Maragall ya es crónico: obsesión y manía persecutoria, fobia a todo lo valenciano - su abuela y madre eran orginarias de Monóvar- y un comportamiento de auténtico bocazas.


Josep Esteve Rico Sogorb es escritor, poeta y periodista y miembro de la Associació d' Escritors en Llengua Valenciana.

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