martes, 31 de marzo de 2015

FERRAN BELDA, ‘DELATORRR DE LA PRADERA’



Ricardo Garcia Moya                                                                              
Diario de Valencia 6 d´abril de 2003


Tú sabes, Ferran, que no eres un Bob Woodward, ni tu diario es The Washington Post. Los casos que denuncias no son el escándalo Watergate, sino escandaleras de váter; de ahí que, más que Garganta Profunda, podríamos hablar de  Esfínter Profundo. Tus columnas no son de un Pulitzer y escupes sobre tí mismo; p. e. , en: "Poveda, vinater nacional" (The Levante Poff, 21/3/03), donde denuncias al bodeguero de Monóvar por su acercamiento a Zaplana. Añoras, Ferran, una democracia de un solo ideario y un solo diario, el tuyo; pero hay insurrectos y, claro, luego se quejan de que les destrozan las sedes del partido.

Cuentas que Salvador Poveda "era el vinader nacional del PV", siendo sus vinos obligatorios en las veladas catalaneras, incluida la de los premios Octubre de Eliseu Climent. Por esta condición, dices, "ha disfrutado de un acentuado trato de favor en todas aquellas publicaciones progresistas de los últimos 25 años". Es decir, la prensa parásita catalanera (que llamas progresista), creó "un muro de indiferencia contra el que se estrellaban cosecheros como...". Aquí, Ferran, das una larga lista; pero, sin pretenderlo, descubres el sectarismo de estas publicaciones que han marginado a los restantes vinos del Reino, por no ser catalaneros sus propietarios:  los  de  Fondó dels Flares, Requena, Font de la Figuera, Turís, etc. Con tu artículo pretendías ser campaneta de combregar, alertando a la prensa "progresista" para que borrara de sus páginas  el  nombre  de Salvador Poveda. La causa de este giro copernicano era la posibilidad de que el futuro alcalde del PP en Monóvar, según dices, podría ser el loado bodeguero, "el mismo al que ayudaron a encumbrar Valencia Semanal, Cal Dir, Turia, Dos y Dos, Saó, El Temps, etc". Falta sumar, olvidadizo Ferran, tu The Levante Poff.

Recuerdas que, en manada, desde los pegajosos curas de Sao hasta los mutantes de El Temps de Climent, crearon "un muro de indiferencia" hacia los restantes cosecheros valencianos de Castellón, Valencia y Alicante, por no ser adictos a la causa catalana. Estos comisarios, fingiendo cientifísmo  enológico,  implantaron por toda España el desprecio hacia los vinos de la Comunidad Valenciana, exceptuando los del empresario aliado. La bodega de Salvador Poveda, confiesas, la convirtieron por motivación política en santuario o "lugar común al que acudían todos los corresponsales cada vez que les encargaban un trabajillo vinícola desde Madrid y Barcelona"  (Ferrán:  Levante, 21/03/03). Cualquier escritor o  periodista que  quisiera escribir sobre el vino del Reino de Valencia era desviado por los progres de Saó, El Temps, Cartelera Turia, etc., hacia  los  tintorros  de Salvador Poveda; y esta discriminación, denuncias, se hacía pese a que "no era ni el mayor productor de la CV ni el  mayor  exportador,   ni siquiera el elaborador de la mayor variedad de caldos". Ahora comprendemos, gracias a tu testimonio, la marginación a los vinos del Reino desde hace 25 años en los suplementos dominicales de El País, ABC, El Mundo, La Vanguardia, etc. La prensa catalanera,  subvencionada por la Generalidad, es la que trataba de hundir a todas las bodegas valencianas, exceptuando la del maulet Poveda. No es novedad, el fascismo catalán tiene un amplio historial  de  campañas  contra empresas valencianas, fueran del sector avícola, confección de téjanos, muebles,  etc. Como lobos, actúan subrepticiamente,  hasta  que  un Ferranet Patases Manases delata a sus coleguillas.
Algún lector pensará que eres honesto, Ferran, al descubrir "el acentuado trato de favor" de los periodistas progres hacia los vinos de Salvador Poveda. Pero mostrarte Garganta Profunda ahora -cuando Poveda coquetea con el PP-, huele mal y es más propio de Esfínter Profundo, tan profundo como los muchos años en que –teniendo constancia de la manipulación que hundía los vinos valencianos-, fuiste cómplice con tu silencio como director de The Levante Poff. Te descubres  al  comentar  que "venimos  leyendo  sueltos sobre él (Poveda) y sus vinos desde  los tiempos de  la Transición". Durante 25 años has tragado complacido el escándalo del vino ¿Habrías cantado si Poveda se hubiera presentado por EU?.

Dejamos a Ferran y sus delaciones (con d), pues la delincuencia cultural manipula desde el vino a la Biblia. Como es sabido, en catalán no existe traducción de la Biblia hasta el siglo XIX. Es decir, no tienen el equivalente a la Biblia de Bonifaci Ferrer, impresa en 1478 en idioma valenciano; de ahí la euforia que provocó la aparición del Manuscrit d'Oxford que contenía, dijeron, la traducción al "catala" de los Evangelios. El optimismo fue mitigándose ante el análisis del texto, al demostrarse que estaba escrito en lo que el fascismo catalán llama "dialecte valencià del català". El traductor al idioma valenciano fue el sacerdote Luis de las Torres, exiliado en Inglaterra tras la Guerra de Sucesión. El Manuscrit valencia d'Oxford, datado hacia 1730 (Torres murió en Jamaica en 1739) es valioso por su modernidad morfológica, con sustantivos como "dinés, Reyne, milacre, pobrea, rail, red, pleit..." (no regne, diners, miracle, pobresa, arrel, xarxa, plet...); la preposición "en", indicativa de lugar: "entra en Jerusalem"; o frases como "ya tart" (en catalá: "ja tard"). En 1730, en Windsor, el culto Lluis de les Torres escribía "del teu frut", morfología satanizada por la delincuencia cultural, la misma que encumbra una bodega filocatalana y hunde a las demás. Ya en el Congrés de Llengua Valenciana (Elig, 1985), el ponente Miquel Carbonell alertaba sobre la imposición del arcaísmo "fruit" y la prohibición de la voz viva "frut", generalizada en el Reino.


El texto de Oxford corrobora que la morfología "frut" no la  inventó  el  franquismo: "pera fer frut» (Bib. Nac. Ms. Infanta Tellina, h. 1660); "llagrimes que com a flors, son primaveres de fruts" (Villancico,  1690); "del teu frut" (Ms. valencia d'Oxford, 1730); "abres frutals" (Coloqui d'una vella, h. 1770); "frutes" (Col. Tofol de Campanar, 1795); "els fruts de la política"(El  Mole,   1840); "fruts y flors" (Altet: Deu y lo mon, 1858); "frutal qu'es de pepita" (Aforismos catalans traduits al valenciá, 1853); "fruta  y  flors"  (Baldoví:L´agüelo Pollastre 1859); "a vore els abres frutals" (Colom: Lo que fa la roba, Castelló, 1875); "m'agrá este frut lluit" (Barreda: La cara de Mongó, 1873); "el abre que no fá frut" (Burguet: La carrera de la dona, 1881); "riquea de flors y frutes" (Serrano: Una sublevació, Elig 1896); "en poc frut"( El Cullerot. Alacant, 16 juliol 1898). Es curioso, pero los filólogos comenzaron a descubrir la valencianía del texto de Oxford por los castellanismos valencianos (tan válidos como los anglicismos o galicismos), prohibidos por la peste catalanera:  "asombrats",  "entonces",  "hereder", etc. Fueron adoptados libremente, ya que en 1730 no intrigaba Inmersiomán, ni la prensa del Ferranet.

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