lunes, 19 de enero de 2015

EN DEFENSA DEL VALENCIANO-II



Autor: César Vidal



Corría el mes de agosto del año 1250 cuando los moros de Uxó, en Valencia, recibieron una carta puebla que estaba firmada, y cito textualmente, por ((lo Rei de Aragó, de Mallorques, de Valencia e Conde de Barcelona y de Urgel e senyor de Montpesné)).
            El documento reviste una enorme importancia porque en él se puede apreciar con facilidad la existencia de una lengua valenciana bien distinta de la catalana, que aparece en otros documentos de la época, y esto a una docena de años de la reconquista de Valencia por Jaime I es Conquistador.
            Cuando se analizan los dos tipos de documentos, esta carta puebla de Uxó y al mismo tiempo otros documentos en catalán de la época, y se hace sin perjuicios, sin sectarismos, sin fanatismos, se encuentran elementos muy diferentes típicos del catalán actual y también del valenciano actual. Es cierto que ambas lenguas tienen similitudes es lógico que así sea dada su cercanía geográfica, pero el catalán aparece ya como una lengua mucho más cercana al provenzal que el valenciano. Tan es así que el trovador Vidal de Besalú manifestaba que lo que en Cataluña se hablaba en realidad era provenzal.
            Todo es lógico, porque en Valencia reconquistada en 1238 por el Rey de Aragón Jaime I el Conquistador ya se hablaba una lengua romance. El Valenciano, que no fue traída precisamente por los escasos soldados catalanes que acompañaron al monarca. Catalanes que, dicho sea de paso, tampoco se asentaron en los lugares donde se hablaba en Valenciano.
            El Valenciano experimentó un verdadero renacimiento literario cuando el catalán apenas balbucía sus primeros escritos y produjo obras extraordinarias como Tirant lo Blanc, que como el propio Martorell escribía en su prologo, estaba escrito en lengua Valenciana.
            Por supuesto, nadie negó esta realidad durante siglos; siglos en los que gracias a Dios el nacionalismo catalán todavía no había nacido. De hecho, Gregorio Renovar, Canónigo de la Catedral de Mallorca, ya bien entado el siglo XVI se quejaba de que la novela Blanquerna, obra del mallorquín Raimundo Lulio, no hubiera sido traducida a lo que él llamaba ((la lengua más culta de las lenguas romances de Occidente)), es decir, El Valenciano. La traducción a ésta lengua vería la luz en Valencia en 1552, y en su prologo se indica, y cito textualmente, ((que ha sido dado a la prensa en lengua VALENCIANA)). Por supuesto esto no se trata de una excepción.
            Salvador de Madariaga decía por ejemplo ((La lengua Valenciana difiere lo bastante de la Catalana, para poder permitirse gramática y vocabulario propios)).

            Azorín señalaba: ((El Valenciano tiene su medida y su sabor. La concesión del Valenciano se ve cuando se comparan textos con textos con otro idioma)).
            El Padre Fullana, en su discurso de ingreso en la Real Academia Española, asevera ((la existencia independiente del Valenciano como lengua que no es, como dicen algunos, una variante de Catalán)).
            E incluso Pi i Margall, catalán, federalista, no dudaba en escribir: ((Subsiste en España no solo la diversidad de leyes, sino también idiomas. Se habla todavía en Gallego, en Bable, en Vasco, en Catalán, y en Valenciano)).
            Esta verdad innegable ha intentado ser ocultada en las últimas décadas por los nacionalistas Catalanes, con la ayuda inestimable de la izquierda. Mediante un gasto escandaloso, a costa de todos los Españoles, que se ha granjeado voluntades, y se ha intentado atropellar, laminar y exterminar el Valenciano como lengua distinta, el nacionalismo catalán se ha permitido la altiva desfachatez de querer imponer incluso sus reglas gramaticales en otra lengua “VALENCIANO”. Y hoy en día, en no pocos lugares del Reino de Valencia, reducido por la izquierda catalana a “País Valencià” a los niños Valencianos se les corrige a la catalana y, por ejemplo, les tachan el valenciano axina para cambiárselo por el axí catalán, o incluso en los centros docentes les obligan a llevar a clase diccionarios catalán-castellano para aprender Valenciano.
            El catalán es una lengua española, “del Condado de Barcina”, (la antigua Barceloneta,) y como todas las lenguas españolas es hermosa, es secular es sonora, pero no es el Valenciano. Y éste por su peculiaridad, por su prudencia cronológica y literaria, por enorme legado histórico, merece un respeto, un cuidado, incluso un mimo, que Rodríguez Zapatero., sometido absolutamente a los caprichos de Maragall y del tripartito nacionalista que gobierna en Cataluña, lo niegan, lo falsean, lo imponen al estilo más puro Stalinísta, en los Centros Docentes desde las enseñanzas primarias, y en todos los Estamentos Oficiales, por supuesto, en el plan de  ((sí ó sí)).
                        La última prueba la hemos tenido hace unas horas cuando se ha atrevido a decir que el Catalán y el Valenciano eran una sola lengua, una falsedad más grande como que Z.P. es Presidente ilegitimo, y que está claro, gracias al 11-M, y a la manipulación del P.S.O.E., por lo que para la inmensa mayoría de los Valencianos no tiene ni voz ni voto en éste tema. Que daba lo mismo los ejemplares que hubieran llegado de la Constitución en otras lenguas españolas distintas al castellano, porque a fin de cuentas el catalán y el valenciano no se diferenciaban, (ESTO ES FALSO), no tiene ni idea, se lo niega de la misma manera que le niega el agua que hubiera llegado a las huertas valencianas gracias a una gran Plan Hidrológico Nacional que Rodríguez Zapatero se ha permitido aniquilar, mas le vale que haga honor al oficio de “Zapatero remendón”., y que me perdonen los señores de éste oficio,

            Y es que a Rodríguez Zapatero le sobra altivez, pero le faltan principios firmes y saber que es gobernar una nación.
            Principios firmes que se manifiesten, por ejemplo, en defender a todas las comunidades autónomas sin preferir a unas sobre otras.
            Que se manifiesten, por ejemplo, en buscar el bien común por encima de sus intereses partidistas.
            Que se manifiesten, en hacer valer todas y cada una de las culturas regionales en el contexto de una España unida y orgullosa de sí misma, y no aceptar la división ó cuarteamiento de España, cuando la Unión Europea se está uniendo.
            Precisamente porque carece de principios y de ideas firmes, al final siempre cede ante la amenaza, ya sea el Carod Rovira que se entrevistó con ETA en Perpiñán para desestabilizar a España, ya sea con Ibarreche, que gracias a Rodríguez Zapatero podrá celebrar su referéndum separatista, o ya sea con Maragall que amenazó con querellarse a Rodríguez Zapatero por llevar ante la UE un texto de la Constitución en Valenciano. Más le valiera al Maragall, en vez de dilapidar el dinero de los contribuyentes enviando a sus agentes catalanistas a Valencia y a Baleares y financiando una selección de hokey catalana, que se ocupara de gestionar una sanidad escandalosamente deficitaria, que al final vamos a tener que pagar el resto de los españoles.
            No se percata, no quiere ver Rodríguez Zapatero, que con su política de sumisión a loa nacionalismos sólo está turbando la casa común, gloriosa y milenaria, esa gran nación que España. Y hace mal, porque como dice el libro bíblico de los Proverbios, en su capitulo 11 y versículo 29: ((El que turba su casa, solo heredará viento)).




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