jueves, 27 de septiembre de 2012

EL `EMPAR´ QUE JAMÁS EXISTIÓ




Ricardo García Moya
Diario de Valencia 9 de Junio de 2002

Los barbarismos catalanes, con total apoyo de la Genera­lidad, invaden nuestro espacio vital. Si la falla Na Jordana escribe, por ajemplo, “gegant, perruqueria i pescateria” en lugar de las valencianas “ja­gant, peluqueria y peixcateria”, obtendrá aplausos del poder y titulares del diario catalán “Levante”. Aunque no es lo mismo, esto viene a cuento por un anuncio a toda página y color del madrileño “El Mundo” (Ed. Alicante, 12-5-02), publicitando el “Forn Desem­parats” (sic) del Mercado Cen­tral y de la calle Guillem So­rolla de Valencia. Sería digno de Sherlock Holmes descubrir qué pretenden al publicitar en catalán el pan que aquí, en Ali­cante, se vende con la misma calidad y precio. Lo de “Desem­parats” no es el nombre antiguo del establecimiento, pues en tal calle vivían familiares míos, y jamás hubo un horno normalitzat (que sus razones tendrá); pero no encaja que se anuncie en Alicante y repita en las pocas palabras del enorme anuncio las voces “Desempa­rats, Empars, Emparigües”, en lugar de las valencianas De­samparats, Amparito, Amparo (podría aceptarse Ampar), Am­parigües, Amparín, etc. No creo que la gente vaya de Alicante a Valencia para adquirir pan en tal horno, pero el anuncio ha logrado que algunos alicantinos piensen que en Valencia se usan tales palabras. Por cierto, jamás se bautizó a ninguna “Empar” hasta la contamina­ción posterior a 1940, con el franquismo fusteriano y meapi­las.
Lo que es innegable es que existió un arcaísmo “emparar” en los romances hispánicos, y basta leer al riojano Berceo o el castellanísimo Cantar del Cid para comprobarlo: “abremos grand empara” (Cod. Cid, h. 1207, v. 450). Es decir, que mientras Berceo y el juglar de Medinaceli usaban “emparar” en castellano, en los cartularios romances del monasterio de Poblet aparece “amparandi... honorem” (año 1194), y en tex­tos del latín arromanzado del pallarés, “amparet Bernardum de Torenna” (año 1170). Esta dualidad morfológica, en el idioma valenciano, acabó con el triunfo de “amparar” por la tendencia a la abertura inicial átona. De ahí lo raro que el “Forn Desemparats”, al felicitar a “les Empars” en lugar de “les Amparos”, olvide que tal nombre jamás existió en la onomástica valenciana, como reconoce hasta el pícaro Co­rominas “la variante empar es artificial, mera corrección pu­rista en una palabra poco arrai­gada” (DECLLC, Ed. La Caixa, Barcelona, 1995). Como es pí­caro, añade que “parece que en Valencia tiene más extensión y no sé si más espontaneidad” (íd.) ¡Qué pillo es el menda! Di­ce que no sabe si tiene más es­pontaneidad en Valencia, cuan­do la documentación más an­tigua que ha encontrado es un texto en catalán fusteriano de 1960, año en que hasta “Lo Rat Penat” sardaneaba al usar lo del amb y el desenvolupar, al tener como modelo idiomático la Revista Valenciana de Filología catalana (similar a la AVL), controlada por Joan Fus­ter, Gulsoy, Sanchis Guarner, Martí de Riquer, Dolç, Bohigas y toda la fusilería del IEC.
Los valencianos tenemos documenteción que demuestra que la adopción definitiva de “amparar, amparo y desampa­rats” no fue imposición del GAV o UV: “desamparada” (Vilano­va, Arnau: Obres, XI. 75, h. 1290); “desampararia tot” (Crónica de Pere IV, abans del 1387); “ampares” (DCVB, doc. any 1392); “amparar... no obs­tant l’ampara” (Roig: Espill, 1460); “deIs desamparats, aju­dador dels malalts” (Martorell:
Ag. II, 170, 1490); “desampara­ren la artilleria” (Breu relació de la Germania, 1519); “me de­sampares” (Montanyes, Jaume: Espifl de ben viure, 1559); “eres del christiá amparo” (Timo­neda: Misteri de la Iglesia, 1575); “confraría dels desam­parats” (Porcar; J.: Ms. Coses, 1615); “troben en vos lo am­paro... desamparat” (Mateu y Sanz, A la Verge de la Sapiencia. Bib. Nac. Madrid, Ms. 3746, 1642); “unich amparo en tots los perills” (Archiu Mun. Oriola, Leg. 984, Generalitat, 1649); “lo patrocini y amparo” (Orti, M. A.: Segón Cent. Can. S. Vicent, 1656); “desamparats (Inv. Sta. María de Castelló, 1674); “que em ampare ans (Cucarella: Luces de aurora, 1665); “desamparats” (Ros, Carlos: Tratat, 1736); “la mort me ampare... morirse desampa­rat” (Escoriguela. Stabat Mater, 1799); “busca qui t´ampa­re” (Balader: El pare alcalde, 1871); “sinse amparo es queda hui” (Escalante: El agüelo Cuc. 1877); “mos ampara” (Sánsano: Una sublevació en Jauja, Elig 1896); “desamparadament” (Escrig: Dicc.1887); “Mare de Deu dels Desamparats” (Ga­dea: Tipos, 1908; “perque l‘am­para” (Alberola: Terres secanes, 1924) “amparar, desampa­rar” (Dicc. RACV 1997). La AVL, igual que alguno hornos, desprecia a los autores citados y fomenta el arcaísmo “emparar” que impone Cataluña.
Hablando del pan, Coromi­nas condena “el recentíssim pa­naderia”(DECLLC), olvidando que más “recentíssim” es el ar­tificial nombre propio “Empar” (a. 1960) o la “nissaga” (h. 1800); no obstante, los catala­neros pierden el culo bautizando a sus hijas con este engendro para fortalecer la “nissaga” inmersora (en idioma valencia­no clásico existe “ginea”, equi­valente a estirpe). La voz “panaderia” era patrimonial antes de Almansa, “arrendadors de la panadenia” (Llibre Est. Peñís­cola, any l698), así que no era tan reciente este sustantivo que enlaza con el valenciano “panader” (DCVB). Como ven, nos tienden trampas los que viven del catalanismo, que son miles y miles.
La academia de Ascensión apoya todas las guarrerías idio­máticas del IEC, aunque son tan chapuzas los acuerdos de la AVL que parecen dictados por los Morancos. Así, el solemne “Acord de la AVL” (20/5/02) está lleno de barbaridades que sólo pueden cometerse aposta y para hacer reír. En el documen­to patinan, por ejemplo, al afirmar que el sustantivo “gasto” no está documentada “en texts dels segles XIII al XVI”. Ahora comprendo que quisieran un asesor idiomático estos virtu­osos de la lengua y hacer el ridí­culo, pues el inexistente “gas­to” está presente desde el siglo XIII al XVI, sea como el moza­rabismo “guastar”, usado por San Vicent (h. 1408), Roig (a. 1460), y Martorell (a. 1490); o en la forma reducida “gastar”, preferida por Eiximenis: “gasten e porten a destrucció” (a. 1387). Como es sabido, el hu­manista catalán escribía en nuestro idioma, pese a recono­cer humildemente “el seu po­bre entendre en llengua valen­ciana”; aunque más paupérri­mo es el de los miembros de la AVL. Eso le pasa a Ascensión por no haber consultado a cualquier miembro de la Real Academia de Cultura Valencia­na, que le habría sugerido sin cobrarle nada que leyera, por ejemplo, el popular Thesaurum de 1575 (de veritat, Ascensió, que l’any 1575 es del siglo XVI), donde Pou escribe: “lo gasto… fer grans gastos... cosa dels gas­tos... Ilibre memorial, en que se escriu lo gasto del dia... cuc que es fa en los seps y los gasta...” (Thes. Valencia 1575). Mentres tingam entre mosatros estos mespantofles cegos cronolexics, arrancant rails y enredrant desde el chiquets als yayos ¿cóm no eixirán a toneIlaes “Empars” y panaderies de de­samparats “desemparats”?

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