lunes, 2 de julio de 2012

NUESTRA LENGUA MALLORQUINA-BALEAR




Sr Director del periódico Ultima Hora. 
Ruego de su amabilidad la publicación de la siguiente carta en el periódico de su digna dirección.
            NUESTRA LENGUA MALLORQUINA-BALEAR
          
Quisiera expresar mi opinión, con referencia  al escrito del sr. Guillermo Daviu, aparecido en este periódico, ante el hecho de dar a nuestra añorada, querida y propia lengua mallorquina balear, el nombre de lengua catalana como lengua propia de las Baleares. Jamás lo ha sido, a pesar del Estatuto de Autonomía  redactado sin consenso, ni consulta y a espaldas del pueblo.
A consecuencia de un secular proceso de romanización, (dominación romana) en Baleares se fue formando una lengua romance con características propias y diferentes del catalán, por lo que las lenguas de Baleares tienen nombre propio, mallorquín, menorquín, ibicenco y formenterense,   que junto con la española son las lenguas propias de estas islas.
En Mallorca, el mallorquín tiene siglos de vigencia, con poetas y escritores que la escribieron y ensalzaron formando nuestro propio Patrimonio Cultural, por eso rechazamos la denominación de catalán “como lengua propia de las Islas Baleares” porque va contra nuestra historia, nuestra tradición y nuestra dignidad como pueblo.
Las muy numerosas gramáticas de nuestra lengua tienen siglos de existencia (ej.Juan Fiol 1651) mientras que la gramática  de la lengua catalana de Pompeyo Fabra data  del año 1912.
Cuado llegó Jaime I a Mallorca no existía Cataluña como ente político. Eran 8 condados  (entre ellos Barcelona), llamados Condados Carolingios (de Carlomagno rey de Francia 768 – 814), luego llamados Marca Hispánica y Septimania, eran feudos de Francia a la que pagaban tributo de obediencia y sumisión, hasta la firma del tratado de Corbeil en 1258.
Mucho antes de que cuajara el ente político Cataluña, existía ya el Reino de Mallorca y mucho antes de que apareciera la noción de literatura catalana,  aquí en nuestra Roqueta, en Miramar de Valldemosa y en el Puig de Randa tenía ya lugar la inspiración y cobraba cuerpo la obra de nuestro sabio mallorquín y universal Ramón Llull, nacido en Palma de Mallorca en 1235 en una calle cercana a la iglesia de Santa Eulalia donde, como es natural, hablaba en mallorquín y en mallorquín escribió sus obras, además del árabe y el latín.
 Con todos los respetos, Mallorca no es Cataluña  y nuestra lengua propia es la mallorquina, la que aprendimos en los brazos amorosos de nuestras madres y el testimonio de nuestros antepasados desde hace siglos. Afirmar lo contrario es faltar al rigor histórico y lingüístico de las Baleares.
         Sa Sibila, que, a pesar de que fue abolida por el Concilio de Trento (1545- 1563), por privilegio especial fue autorizada su continuación en Mallorca, debido a su arraigo mallorquín. Dice así su primer verso “Es jorn d’es judici  serà  per qui no heurà fet servici no servei, en cuyo caso no rimaría con judici”. Con ello demostramos su mallorquinidad.
Nuestro más sincero respeto a la lengua catalana .Quienes sean catalanes que hablen y escriban en su lengua, pero quienes nos sentimos orgullosos de haber nacido o adoptado el Archipiélago balear, tengamos el pleno derecho a escribir y hablar mallorquín y español, sin coacciones ni discriminaciones, ni crueles multas, ya que soñamos con un mallorquín balear puro, el tradicional, reconocido y respetado en el marco de la dignidad de todas las lenguas, sin olvidar la española.
                                                                                          José A. Ripoll

   Muy agradecido                    
                                                                              Palma de Mallorca 1 junio 2012.

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