sábado, 5 de mayo de 2012

NACIONALISMO CATALAN, UNA GRAN FARSA (XVIII)




Autor: Michel Braveheart
Depósito Legal: PM-1405-2002


            Vestigios hebreos que pululaban por doquier aún en el siglo XIX según relato de D. Juan Dameto en su obra Historia General del reino de Mallorca. Vestigios como el gran rosetón de la Catedral de Mallorca (s. XIII), en donde se puede apreciar perfectamente en su estructura una estrella de David del ancho del diámetro del rosetón. De los que menciona el Sr. Dameto hay uno en especial que nos confirma la antigüedad del pueblo balear como descendientes de antiquísimos israelitas, y que por su importancia transcribimos aquí para general conocimiento y especial regocijo de cazadores de curiosidades. (sic) (escrito está con ortografía castellana del s.XIX)

            “... Otra inscripcion existía en una de las habitaciones bajas de la casa (de la casa principal de la alquería Aufàbi ) Alfabia, que al copiarla el célebre anticuario D. Francisco Whater, Teniente Coronel de Suizos, consideró que era algun monograma efímero ó insignificante, como el mismo dice en sus memorias manuscritas que tenemos á la vista. También tuvo el señor Whater por caractéres insignificantes, según lo insinúa en sus apuntes manuscritos, los de que se compone la inscripcion arábiga de una antigua rodela que existia en el consistorio de Palma entre las armaduras de los conquistadores de esta isla, que hoy se conservan en la armería de la Reina nuestra señora. Pero el P. Artígues, arriba citado, habiendo visto una copia que le dirijimos en 1831, sacada con la posible exactitud, le dió la version castellana que dice así: “Aquí está mi fuerza principal para conseguir mi intento. ¡O Dios! Con tu ausilio pelearé contra la turba de la caballeria de Corazan y Ayla. De Dios es el ausilio y la victoria, él sabe quien será el fuerte y el valiente, él nos dió el hierro del que se hacen las armas. Es propiedad de Moraddinalá y se hizo para combatir los enemigos de Omar.”  Téngase presente que Corazan es una provincia al norte de Persia, y Ayla una antigua ciudad de Arabia, ámbas muy célebres por criarse en ellas escelentes caballos. Según el sentido de la inscripción parece que Moraddinalá es un capitan árabe, y Omar el príncipe á quien servia Moraddinalá. Aunque veneramos muchísimo el mérito del erudito Whater, cuyas luces reconocemos por muy superiores á las nuestras, no podemos dejar de manifestar que los caractéres de Alfavia, que seguramente le fueron desconocidos, son: Tzade, un Caph, un Aleph y un Shin del alfabeto caldeo, y por consiguiente la inscripción está en hebreo vulgar, ó en caldáico-sirio, según se hablaba en tiempo de Jesucrito. Sin embargo, no aventuraremos nuestra opinion acerca de este monumento, á pesar de que hemos visto otros de su clase en esta isla y en la de Menorca, porque solo el verlo colocado en el alcázar de un personaje árabe nos llena de confusion.”

            Monumento lingüístico-histórico éste (y otros que no ponemos aquí porque creemos que con uno es sobrada la prueba), que corrobora lo anteriormente dicho. Población israelita balear que se hallaba perfectamente organizada y con un gobierno propio, separado del del rey árabe que dominaba la capital, reconocido oficialmente(6)  y llamado “Gràn Consey”(7) (Gran Consejo) al que posteriormente, Jaime II de Mallorca lo rebautizó bajo el nombre de “Gràn y Generàl Consey” (8) (Gran y General Consejo), cuya primera reunión o sesión la tuvieron el día 10 de Diciembre de 1279 en la iglesia de Santa Eulalia de Palma, presidiendo la misma el mentado Rey. Suponemos que lo de añadirle “general”, fue debido a que a partir de ese instante hubo también cristianos en su composición y no sólo judíos.

            A pesar de lo antedicho, los nazional-catalanistas de Baleares, para dar cierto aire de validez a su teoría de la repoblación, andan buscando por toda la geografía de Cataluña nombres de lugarejos, aldeas, poblaciones o ciudades, de nombre parecido o igual a los de los pueblos de Baleares. Y así, no hace muchos años que han hecho creer a la población del pueblo mallorquín de “Porréras”, que son descendientes de los antiguos habitantes de la aldea (s, XIII) de Porrera, que supuestamente en el 1300 cuando supuestamente se promulgó la fundación de dicho pueblo mallorquín, vinieron a poblarlo y por ello tiene el nombre de “Porréras” (hoy catalanizado por el de Porreres). Cuando la realidad es, que dicho pueblo ya existía en época de la conquista, pues cuando en 1285 Alfonso III de Aragón, I de Valencia y Conde de Barcelona, arrebató por la fuerza de las armas el reino de Mallorca a su tío Jaime II de Mallorca, Conde de Rossellón, Cerdaña y Conflent, Vizconde de Omelades y Carlades, y Señor de Montpelier, el pueblo de “Porréras” comisionó a seis jurados o representantes (en balear “ets indicàds” los indicados, o “s’indicàd” el indicado, y que posteriormente derivó en “sindicàt” sindicato y “síndich” síndico) para rendir juramento de fidelidad a Alfonso III.

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