domingo, 4 de diciembre de 2011

BANCAIXA, TARANCÓN Y LOS QUE COMPRENDEN A ETA


Ricardo García Moya

Diario de Valencia 26 de Noviembre de 2000.


Hace años que en las revistas que se burlan del concepto de España y que ensalzan el de Cataluña como nación (devorando a valencianos y mallorquines), reciben la generosa subvención y publicidad de la filantrópica Bancaixa y el no menos dadivoso Manuel Tarancón. Se supone que en unos despachos cómodos y holgados, sabios directores de Bancaixa y sensatos asesores del susodicho MT, controlan hasta el último céntimo del dinero destinado a mejorar la sociedad, cultura y convivencia.
Pero no es así. Todo indica que Bancaixa y MT se han decantado por ayudar económicamente a los que defienden los e inexistentes Países Catalanes y la lucha ideológica contra la nación española. En esas publicaciones (El Temps, Saó...), encontrará el lector sibilina o abiertamente las mil formas de ridiculizar, envilecer, desprestigiar o destruir todo lo que haga referencia al concepto de España, o que se oponga a la catalanización del territorio valenciano. Son revistas que destilan odio a todo lo que no sea el expansionismo catalanero y, como veremos, comprenden a ETA.
Bancaixa no tiene inconveniente en entregar millones (¿cuántos ha tirado a lo largo de los años?) a revistas donde se dice a los niños de los institutos que Zaplana fue jefe de una banda de asesinos ¿qué no lo pueden creer? En todas las bibliotecas públicas, en las de los institutos y universidades del Reino pueden leer que “aquella ultraderecha que intentó asesinar en varias ocasiones a nuestro querido Joan Fuster con Zaplana como capo” (El Temps. 13 novembre 2000, p.6). Y los jefes de Bancaixa estén complacidos con hacerse publicidad en esta revista que tanto les gusta, pues sigue la idílica relación.
El director de “El Temps” Eliseu Climent sabe el secreto. Cuanto más escupa a las acomplejadas huestes de MT, más pasta, exprimirá en subvenciones y pu­blicidad. En el citado párrafo de El Temps dirigen más elogios al generoso grupo de Tarancón y compafiía: “son i seran el braç del polític del cos parapoli­cial de la Benemérita”(ib.). Hablan de la Benemérita como si fuera un grupo de asesinos despreciables de una dictadura oriental o caribeña. Eliseu es listo y sabe que le tienen miedo. Como siempre, callarán y le seguirán soltando pasta de los impuestos. Tarancón, con la barba de Papá Noel, entregará premios a los buenos chicos Bromera que le han ayudado a catalanizar hasta las alcantarillas. El otro premiado por MT es Eliseu Climent y sus ediciones en que todo es catalán o procede de Cataluña (en caso contrario, todo es mierda, todos son fascistas, capos de asesinos, etc.).
Pero hay más lodo en esta cloaca de cobardía, compraventa de valores y casas de putas ideológicas. Con muertos diarios por tiros en la nuca --aunque no se esperaban lo de Ernest Lluch-- la revista Saó que subsiste con ayuda de subvenciones y publicidad como Bancaixa, sigue tratando como asesinos a las víctimas; y le va muy bien, pues Iberdrola (p.27) la Filmoteca Valenciana, la inevitable Universidad de Valencia, el Ajuntament de Xirivella, todos quieren colaborar en la defensa de los Países Catalanes y la burla a España. Todos, como corderitos, entregan millones a estas revistas que empalagan con el estribillo de que el Principat nos protegerá de las maldades españolas.
Fieles a su ideario religioso que defiende el catalanismo a tope, y siempre con las ayudas de Bancaixa y MT (especialmente cuando era presidente de la Diputación), los curas de Saó se han ocupado de esa molestia que supone para la sociedad los atentados de ETA. La explosión ensucia con sangre el pavimento, la metralla deteriora el mobiliario urbano; además, el impacto acústico perjudica a estorninos y palomas, etc. Esta tropa de sotanas se lo toma con humor, y para ello tienen al pintamonas amaestrado Harca, siempre dispuesto a burlarse de los indefensos --masacró a Lizondo-- y de cualquiera que se oponga a la catalanización.
El pintamonas de Saó ha dibujado tres viñetas que hay que analizar con lupa para sopesar la miseria moral de esta gentuza. Publicado en septiembre de 2000, Harca se inspira en el recuerdo de los inocentes asesinados, aunque él no sabia que Ernest Lluch engrosaría la lista. A los curas de Saó les hizo mucha gracia su interpretación de los crímenes. La primera viñeta muestra al presidente Aznar caricaturizado con aspecto hitle­riano que razona sobre los asesinos: “El cúmulo de despropósitos del nacionalis­mo es el caldo de cultivo de ETA”. En la tercera viñeta, haciendo un guiño a los inteligentes lectores --entre los que esta­rán MT y los jefazos de Bancaixa que pa­gan las subvenciones a Harca--, se super­pone “inocentemente” un rótulo que al­tera el mensaje y, pedagógicamente, in­duce a creer que las víctimas españolas (como Ernest Lluch) son la causa de su propio asesinato: “El cúmulo de despro­pósitos del nacionalismo español es el caldo de cultivo de ETA”. No hace falta oír a Arzallus. Aquí, los que gozan de favor de Bancaixa y MT, también com­prenden a ETA y ponen su granito de odio para que se siga el festín sangriento, pues la culpa es del nacionalismo espa­ñol. Aquí, según las bazofias aludidas, los asesinos somos nosotros, o el Presidente Zaplana, o Broseta, o yo mismo.
Las gracias de Harca son las que gus­tan a los curas de Saó, que sólo usan la lengua española para burlarse de sus víc­timas. En la página adjunta y en la si­guiente al miserable cómic de Harca apa­recen enormes anuncios de la Genera­litat de Zaplana y Bancaixa. La pantomi­ma prosigue. No les avergüenza la burla constante de Saó y El Temps. No les queda ni rastro de orgullo. Son todos muy valientes ante el GAV o cuatro po­bres tías marías, pero se arrodillan ante los matones culturales que bromean ante los asesinos y les entregan el dinero de los valencianos.
Jamás pensaron algunos que MT cul­minaría la catalanización del Reino. To­do lo ha catalanizado, y ahora viene el re­partir premios a sus colaboradores. Y si estos continúan llamando asesinos a los demócratas, o si se burlan de las víctimas de ETA con chistes miserables de incali­ficable moralidad. ¡Qué más da! El suel­do llega íntegro todos los fines de mes. ¿Van a perder el apetito por tonterías? Pues no. Bancaixa y las instituciones que rige MT seguirán soltando millones para que la nación catalana se consolide y que la nación española se convierta en una Yugoslavia sangrienta. La bomba de relo­jería colocada en la sociedad ya no pode­mos desactivarla.

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