martes, 27 de septiembre de 2011

LA ENTRADA DEL REY DON JAIME EN VALENCIA


Per José Vicente Gómez Bayarri

El Ateneo Mercantil de Valencia muestra una vez más sus inquietudes culturales sumándose a la celebración de los actos de conmemoración del VIII centenario del nacimiento del monarca Jaime I. Con motivo de esta efeméride ha organizado un ciclo de conferencias sobre la figura y diversos aspectos del reinado de este soberano, fundador del Reino cristiano de Valencia. Las disertaciones tienen lugar en la primera semana del mes de octubre, víspera del día 9, fecha que se rememora la entrada solemne en la ciudad de Valencia.

Según estudió el catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Valencia, el medievalista Antonio Ubieto, y constatan los testimonios cronísticos cristianos -Crónica de Jaime I, la de Desclot, la de San Juan de la Peña y los Anales de Zurita- la rendición de la ciudad de Valencia se produjo el 28 de septiembre de 1238. La tradición analística representada por los Anales Compostelanos, Cronicón Barcinonense, Cronicón Masiliense y Anales Toledanos coincide en señalar la misma fecha. La tradición cronística musulmana, según recogen los testimonios de Ibn Idarî y de En-Nugairî, también apuntan el día 28 del mismo mes como el de la entrada de los cristianos en Valencia. A pesar de ello, el rey Zayyân permanecerá en el alcázar de Valencia hasta el día 8 de octubre.

No es tan coincidente la documentación cuando refiere a la fecha de entrada solemne del rey don Jaime. El análisis de las fuentes nos revela dónde estuvo el monarca día a día en esas fechas. Sabemos que el documento de la capitulación de Valencia se firmó el 28 de septiembre en Russafa y se otorgó "Valentie, pridie kalendas octobris, anno domini M.CC.XXX.octavo". Esto confirmaría que la entrada del rey en Valencia no se produjo el 9 de octubre sino días antes. Se ha apuntado, con bastante seguridad, que el rey estuvo en Valencia desde el 30 de septiembre, fecha que de alguna manera confirma la Crónica de Jaime I al indicar que al tercer día de entrar en Valencia se procedió al reparto de casas de la ciudad.

El contenido de estas fuentes, en esta cuestión, contradice la fecha fijada en el Libre del Repartiment del Regne de Valencia que afirma "die sabbati VII idus octobris intravimus civitatem Valentie" y del Furs del Reino de Valencia, conservado en el Archivo Municipal de la ciudad, que señala: "En l´any de Nostre Senyor M.CC.XXX.VIII. IX dies a la entrada de octubre, pres lo senyor en Iacme, per la gracia de Deu rey d´Arago, la ciutat de Valencia", y del manuscrito latino conservado en el Archivo Catedralicio, donde se recoge: "Anno Domini millesimo ducentesimo XXXº. VIIIº, ydus octobris cepit dominus Iacobus rex civitatem Valentie", fijando la fecha de la conquista de la ciudad el día 15 de octubre.

Cotejando la documentación podemos señalar que Valencia fue capitulada el 28 de septiembre de 1238, permaneciendo el rey moro Zayyân hasta el día 8 de octubre en su alcázar de Valencia, y entendemos que el rey don Jaime el Conquistador entraría en la ciudad al atardecer del día 28 de septiembre, quedándose en ella, donde otorgaría un documento el día 30 del mismo mes. La entrada solemne y oficial sería el día 9 de octubre acompañado, entre otra corte y mesnadas, de los escribanos que redactaron el Libre del Repartiment del Regne de Valencia. Ese mismo día la Mezquita Mayor fue consagrada en Catedral por el arzobispo Pedro de Albalat y se ofició la Santa Misa.

La institución mercantil del Ateneo de la ciudad de Valencia, haciendo gala de su sensibilidad por la cultura y la historia valenciana, nos ofrece la oportunidad de profundizar en nuestras raíces como pueblo soberano, con instituciones propias, que fundamentan el ser y sentirse valenciano.

viernes, 23 de septiembre de 2011

IDENTIFICACION LINGÜISTICA DE LA ONOMASTICA VALENCIANA


Per José Vicente Gómez Bayarri

La Academia Administrativa de la Lengua, "la AVL" se planteó hace unos años el tema de la denominación que correspondía asignarse a la lengua vernácula de los valencianos. Unos apostaban por la que ellos consideran la académica "lengua catalana"; otros, optaron por la formula híbrida "catalán-valenciano"; una minoría prefería nombrarla "valenciana".

Hemos de tener presente que consumada la fragmentación lingüística de la Romanía, al diluirse los elementos lingüísticos que constreñían el latín culto, asistimos al nacimiento de lenguas propias y a la aparición de conciencias idiomáticas diferenciadas. En el ámbito de la Romanía observamos que el latín culto se contrapone a los romances o lenguas vulgares.

A partir del siglo XIII la documentación valenciana refleja la gradual substitución del uso del latín por el del romance vernáculo valenciano. Numerosos textos plasman la conciencia idiomática propia, en virtud de la fragmentación lingüística latina que se irá produciéndose en la Baja Edad Media.

El proceso histórico de la fidelidad lingüística se plasma en la identificación onomástica que a lo largo de la historia bajo-medieval se le otorgó a nuestra lengua genuina. Primeramente se le denominó, en un período de transición onomástica, "romanç valencià" y posteriormente, en el período de consolidación, se generalizó el nombre de "lengua valenciana". Son numerosos los documentos que demuestran el testimonio de una incontrovertible conciencia idiomática valenciana a partir del siglo XIV. Los escritores valencianos se expresan, y así lo hacen constar, en múltiples ocasiones en "lengua valenciana" particularizada y singularizada.

Los primeros textos documentados, que conocíamos, que reflejaban específicamente el gentilicio "valenciana" para identificar a nuestra lengua autóctona eran: El testimonio de Antoni Canals "vulgada lenga materna valenciana" (1395). El Acta Notarial de 28 de junio de 1408, de un pleito entre la villa de Onda y la Orden de Montesa, "vulgar lengua valenciana". El Acta de 6 de junio de 1412 de los diputados y notarios asistentes al Compromiso de Caspe, "in ydiomate valentino". Y entre los documentos pontificios, uno correspondiente al pontificado del Papa valenciano, Alejandro VI, datado en 1504, donde se lee "lingua vulgari valentini expeditarum".

Hasta no hace mucho tiempo el primer testimonio, donde aparecía la expresión "llengua valenciana" sin ningún calificativo, y que además une los conceptos de conciencia idiomática con el de conciencia nacional, es en el "Prólogo" de la obra "Libre de Tresor" de Guillem de Copons, correspondiente a 1418. Este sentimiento nacionalista valenciano le indujo, asimismo a Joanot Martorell, en el "Prólogo-dedicatoria" del "Tirant lo Blanch" (1490) a unir el binomio "lengua" y "nación valenciana".

Estas fechas debemos retrotraerlas a raíz de la aparición de nuevos testimonios.

La investigación nos depara sorpresas. Un artículo publicado el 27 de noviembre de 2005 en un diario valenciano señalaba que la primera referencia al habla propia de los valencianos se había descubierto en un documento menorquín que recoge un proceso jurídico contra un tal Gil de Lozano, en el que se hace constar que la madre de éste -Sibila- hablaba en "valencianesch", porque era de Orihuela, sin entrar en consideraciones lingüísticas. El documento está datado entre los años 1343 y 1346.

El desaparecido diario Valéncia Hui publicaba, el 10 de julio de 2007, un artículo de Agustín Galbis que recogía el comentario expositivo del "Liber amici et amati", de Ramón Llull, redactado por un discípulo, en latín. El texto se encuentra en el folio 34vº del manuscrito "N-250, sup" de la Biblioteca Ambrosiana de Milán y afirma:

"Ista expositio excepta fuit ex magno volumine in lingua valentina composito per quemdam discipulum Raymundi. Inceptum Valentie mense decembris et finito mense Martii anni 1335. Laus Deo".

Consecuentemente, la denominación de "Lengua Valenciana" ya se constata, en un texto latino, en el año 1335, es decir, 60 años antes del documento "Prólogo-Dedicatoria" del manuscrito de Valerio Máximo, donde Antoni Canals constata la especificidad del gentilicio "valenciana" en contraposición a "catalana" para designar nuestra lengua autóctona.

Y no será el último documento que demuestre la conciencia idiomática de los valencianos desde la Baja Edad Media.

LA DEUDA DE LA GENERALIDAD VALENCIANA SE ACERCA A LOS 50 MIL MILLONES DE EUROS


Per Juan García Sentandreu
Una reciente estimación de la deuda de la GV y de sus empresas públicas supera con creces los 45.000 millones de euros, aproximándose a toda velocidad a la redonda y descomunal cifra de los 50.000 millones de euros, lo que nos sitúa en el ranking de deuda como líderes, con creces, en toda España. Es deuda provocada por el despilfarro y la mala gestión –además de los casos de corrupción que cada día afloran- alcanzaría el 45% del PIB de la Comunidad y, si se tiene en cuenta que la actual deuda de España tiene como obligados y garantes al Gobierno central en un 75%, a las CC AA en un 17 % y en casi un 8% a los ayuntamientos, la situación financiera en la Comunidad Valenciana, después de 16 años de gobierno del PP, alcanzaría niveles de gravedad superior a los registrados en Grecia. Estamos, sin excepción o duda alguna, quebrados.
Según el PP, los grandes eventos habían generado 66 millones de visitantes (algo así como si la totalidad de italianos e irlandeses censados hubieran pasado por aquí) creado 270.000 puestos de trabajo (recordar como comparación que hoy tenemos 500.000 parados) y que habían generado unos ingresos de 9.000 millones de euros. Todo esto, lamentándolo mucho, es mentira. Si bien es cierto que nuestra Comunidad ha creado una oferta turística nueva, la de la ciudad de Valencia, ni mucho menos esta supone un 3 % del total que siempre hemos recibido de nuestra clásica oferta de turismo y playa. Algo que si se logró y se sigue logrando es gracias a los esfuerzos, inversiones y buen hacer del sector privado.
La deuda generada por la administración valenciana se sitúa de esta manera:
1.- Compromisos de pagos a 31 de diciembre de 2009: 29.500 millones de euros.
2.- Deudas de las empresas públicas de la GV: 9.500 millones.
3.- Deuda generada por la GV hasta septiembre de 2010: 2.300 millones.
Una vez comprobado que la suma alcanza la cifra de 41.300 millones, el resto, hasta los 50.000 millones son:
1.- Mil millones recientemente prestados a la GV por Bancaja y CAM.
2.- Las estimaciones existentes sobre facturas en los cajones, tanto por parte de las consellerías como por las empresas públicas.
3.- El déficit que inevitablemente generará el Plan Confianza.
4.- El vencimiento de determinados avales dados a entidades que no pueden afrontarlos.
Sé que muchos miraréis con recelo o desconfianza esto que os escribo pero, por un momento, me gustaría que dejarais de lado las diferencias ideológicas o políticas. Estamos hablando de algo muy serio y de una gravedad transcendental. Es probable que no seamos capaces de percibir, todavía, los efectos devastadores de esta deuda. Especialmente los que tenemos un puesto de trabajo. Pero, más pronto que tarde, todos, sin excepción, notaremos sobre nuestras espaldas la carga de una desastrosa gestión. Y esto ya no es sólo culpa de Zapatero –que también- sino especialmente de los que aquí nos gobiernan. Los que manejan las finanzas de una Comunidad Valenciana que navega sin rumbo y con riesgo de hundimiento inmediato mientras su sociedad, imperturbable, sigue durmiendo el sueño de los justos.

LA GUERRA DE SUCESIÓN (XII)


DECRETO DE ABOLICIÓN DE LOS FUEROS DE ARAGÓN Y VALENCIA


Fragmento de los Decretos de Nueva Planta. Reinado de Felipe V, 1.707


Por de pronto, conviene destacar que fue precisamente en Valencia donde tuvo lugar la experiencia-piloto de esta nueva figura administrativa. En efecto, como ya hemos comentado, el comisario ordenador de la armada, José de Pedrajas, hízose cargo de las finanzas de la Corona y en Agosto del mismo año fue enviado a la capital valenciana Juan Pérez de la Puente con el cargo de superintendente y la misión de introducir allí los tributos “ castellanos “ de la alcabala y los cientos. Con anterioridad se había dispuesto que las rentas de la Generalitat pasaran también al cuidado del superintendente y si bien es cierto que, provisionalmente, tuvieron que encargarse de su administración los antiguos diputados con el nuevo nombre de administradores de las generalidades del Reino, por real orden del 24 de Agosto del 1709 fueron suprimidos dichos cargos, encomendándose la gestión de esos impuestos al superintendente. Más tarde, en el 1711, al establecerse el plan general de intendentes, fue nombrado para Valencia Rodrigo Caballero; pero, al no quererse prescindir de los servicios de Pedrajas, la intendencia valenciana se dividió en dos, quedando este último como intendente de finanzas y caballero de guerra.

De esta forma se fue configurando la nueva modalidad institucional de la intendencia como máximo organismo encargado de todo lo relativo para con la hacienda. El intendente asumió la administración de todos los impuestos del Reino, tanto de los ya existentes ( Los de la diputación, ya reseñados, o las regalías del Reino, incorporadas a la intendencia en el 1714 ) como los establecidos de nuevo cuño. Respecto a estos últimos, señalar cabe, tras el intento llevado a cabo por Pérez de la Puente para introducir las alcabalas y cientos ( Intento que provocó una espectacular alza de precios “ de que resultaron innumerables quejas y gran desorden “ ), se acordó trocarlos por el “ equivalente “, esto es, un impuesto de cuota fija, establecido inicialmente en 800.000 libras. Por un decreto del 7 de Junio del año de 1711 se había dispuesto que el intendente tuviese también bajo su dirección la ceca de Valencia, con lo cual se redondeaba ( Término que con el advenimiento del euro conocemos más que bien….) el capítulo de sus atribuciones en materia de finanzas.

Por último, en lo que a los ayuntamientos refiérese, ya se ha reseñado cómo, apenas tomada la capital, se inició el proceso de “ uniformización a la castellana “ con la supresión del régimen foral autóctono y el nombramiento de un corregidor como presidente, un alcalde mayor como asesor jurídico y 32 nuevos regidores, 25 de ellos de la clase de los caballeros, “ justa “ recompensa al apoyo prestado por esos nobles al bando borbónico durante la Guerra de Sucesión. El rey reservóse, además, el nombramiento de los regidores en las poblaciones más importantes, dejando los de los lugares y aldeas en manos de la audiencia y los de los pueblos de señorío en las de sus señores jurisdiccionales.


Así quedó, pues, dibujado el cuadro general del gobierno y administración del Reinado Valenciano a raíz de la supresión de los Fueros. Las nuevas instituciones fueron asentándose y conformándose a medida que se eliminaban las antiguas, de modo que, efectivamente, con la Nueva Planta de Valencia un sistema político-jurídico tradicional y popular desapareció para dar paso a otro nuevo…..

A modo de conclusión, resta aún por referirnos a una cuestión que, a la larga, terminó por convertirse en una de las notas más llamativas de la Nueva Planta de Valencia, a saber : El hecho de que, una vez concluida la guerra, no se devolviera a Valencia su derecho civil privado que, en cambio, fue inmediatamente restaurado en los restantes estados que formaban la Corona de Aragón. Desde luego, los valencianos llevaron a cabo, en más de una ocasión, acciones legales encaminadas a suprimir esta discriminación, pero sin obtener resultados positivos. La primera tuvo lugar apenas abolidos los Fueros, a través de un memorial elevado al rey por conducto del Duque de Medinaceli y al que respondiese mandando encarcelar a sus dos principales redactores : El jurado Lluís Blanquer y el secretario J. Ortí. Se reintentó en el 1708 y por tercera vez en el 1719, aprovechando la visita efectuada a Valencia por Felipe de Anjou y aunque en esta ocasión el rey parece que tomó en consideración la demanda e incluso decidió conocerla, el tiempo pasó sin que la promesa real se tradujera en algo efectivo. Junto a estos intentos infructuosos, que volvieron a repetirse en el 1721, hubo en cambio una oportunidad que no se supo o no se quiso aprovechar. Fue la que se presentó en el 1716 con motivo de la reducción de la chancillería en audiencia, “ en la misma forma que la de Aragón “. En opinión de los expertos, esto “ constituía un portillo abierto para el restablecimiento del derecho privado foral “, al dar cabida a la interpretación de que la audiencia valenciana podía aplicar en los pleitos entre particulares las leyes propias. La ocasión se dejó pasar y en Valencia continuó aplicándose el derecho civil “ castellano “.

Ante esta realidad, dos destacados especialistas como son M. Peset y Pérez Puchal, se han interrogado acerca de las causas que motivar pudieron este hecho diferencial valenciano, llegando a conclusiones harto similares : Por delante de todas, el desinterés mostrado en el restablecimiento de su Derecho Privado por un sector de los propios valencianos, pero no el más representativo claro está : Concretamente, el integrado por las altas jerarquías gubernamentales, los señores y el “ alto clero “; a renglón seguido, hay que contar también con el obstruccionismo realizado por los propios funcionarios de las nuevas instituciones, a los que, en definitiva, sólo interesaba conservar sus empleos; por último, puesto que no todo puede imputarse al bando antiforalista-afrancesado; habría que añadir a todo ello la acomodación de los valencianos a la nueva situación, una vez superadas las dificultades creadas por la guerra, la “ castellanización “ del Reino, así como la propia debilidad del foralismo valenciano al carecer pues de defensores que tuvieran poder y contundencia.

En definitiva, el caso es que los Fueros no fueron restaurados aquí; con lo que el Regne de València no fue sólo el Reino donde primero experimentóse la Nueva Planta, sino también donde ésta se aplicó con mayor rigor y amplitud.

LA EXPULSIÓN DE LOS JUDÍOS (III)



JUDÍOS ESPAÑOLES EN LA EDAD MEDIA
LUIS SUÁREZ FERNÁNDEZ
EDICIONES RIALPMADRID 1980
CAPÍTULO X
Las leyes de Madrigal
     En la marcha hacia la solución final podemos establecer tres etapas. En abril de 1476, durante la guerra civil, los Reyes convocaron Cortes en Madrigal. Entre otros asuntos importantes se examinaron las disposiciones relativas a los judíos de 1443 y 1462. Fueron, en consecuencia, renovadas dos leyes: la que prohibía a los judíos vestir de seda y adornarse con oro y plata, obligándoles en cambio a usar «una rodela bermeja de seis piernas, al tamaño de un sello rodado»; y la que permitía contratar préstamos, siempre que no excediesen los intereses legales que eran del 30 por 100 al año y que se probasen en juicio, con testimonio de dos cristianos. Aunque estas leyes pueden ser consideradas ya como restrictivas, fueron recibidas por los judíos con tranquilidad. La referida a vestidos nunca fue urgida por los reyes, que dispensaron de ella a quienes vivían en la Corte; se trataba de una concesión a las demandas de las ciudades y en éstas había aspectos de hostilidad más importantes que la señal infame.
     La ley de los préstamos, repetición de muchas otras anteriores, dejaba abierta la vía para las transacciones mercantiles, situando los réditos en la tasa vigente en las ferias de Medina del Campo. Los reyes habían rechazado en cambio con energía las demandas que se les habían hecho para que autorizasen el impago de las deudas judías. En los años inmediatos siguientes encontramos numerosos pleitos en torno a esta ley, porque los documentos relativos a préstamos y créditos, a causa de la guerra, habían desaparecido o resultaban conflictivos. Pero desde 1483 son siempre los judíos quienes reclaman el cumplimiento de la ley de Madrigal, porque la consideraban favorable a sus intereses.
 Las expulsiones parciales
     En 1480, al tiempo que comenzaban las actuaciones de la nueva Inquisición, se dispuso, en las Cortes de Toledo, que, en plazo de dos años, toda la población judía fuese trasladada a  barrios que, rodeados de cerca, garantizasen la no comunicación entre judíos y cristianos. El argumento utilizado era puramente religioso: la perniciosa influencia que aquellos ejercían sobre los cristianos nuevos. Los reyes no presentaban la cuestión como iniciativa propia, sino como respuesta favorable a la demanda de los procuradores. Sin embargo, en un caso especialmente conflictivo, el de Soria, Fernando e Isabel declararon que era «así cumplidero a servicio de Dios y aumento de nuestra santa fe», y dirigiéndose a Cáceres añadieron que la convivencia entre judíos y cristianos servía para «confusión y daño de nuestra santa fe». Una bula de Sixto IV (31 de mayo de 1484) fue promulgada en apoyo de la segregación.
     Comprobamos la activa preocupación del Consejo real para asegurar estricto cumplimiento a esta ley. Pero, además, se advierte que en los lugares pequeños se registró profunda negligencia mientras que en las grandes ciudades los municipios, con mucha frecuencia, se excedieron en sus atribuciones aprovechando la ocasión para restringir las actividades de los judíos. Así, por ejemplo, en Burgos se fijó el número de hebreos autorizados a residir en la ciudad, expulsándose de ella a todos los matrimonios nuevos de los últimos tres años. En Vitoria se puso en vigor una disposición que prohibía la venta de víveres en la calle de los judíos. En Orense se intentó expulsar a los judíos del lugar en que siempre vivieron para instalarlos fuera de la ciudad y en zonas enteramente nuevas. La judería de Zaragoza fue aislada del Coso recluyéndose a los israelitas en un recinto estrecho e insalubre. Brillan, en cambio, excepciones como la de Guadalajara, gobernada por los Mendoza, pero, en general, los judíos padecieron mucho con la disposición, obligados a comprar o alquilar en malas condiciones nuevos domicilios, alejados además de sus habituales lugares de trabajo.
    En la aplicación de estas disposiciones aparece clara la argumentación favorita de los inquisidores: los judíos constituyen un peligro para la fe de los cristianos. También es cierto que las oligarquías municipales prestaron de buena voluntad su apoyo. Hubiera sido muy difícil a los reyes sustraerse a las presiones de esta corriente de opinión, aunque hubieran querido hacerlo.
     La atmósfera espesa de las actuaciones inquisitoriales en Andalucía, que habían provocado ejecuciones, prisiones y huidas en número muy considerable, contribuyó poderosamente a difundir la conciencia del peligro. Los jueces tenían la sensación de haber descubierto un cáncer espiritual de grandes proporciones. Aprovechando el clima, impusieron la primera expulsión parcial. El 1 de enero de 1483 la Inquisición ordenó a todos los judíos residentes en el arzobispado de Sevilla y en los obispados de Cádiz y de Córdoba, que abandonasen sus lugares de residencia, trasladándose con sus bienes a otro lugar del reino. Los reyes confirmaron esta disposición dando un plazo de 30 días para cumplirla, plazo que fue ampliado hasta seis meses a propuesta de los propios inquisidores. Tenemos aquí una clara demostración de cómo la Inquisición imponía decisiones a la corona. La última mención de una aljama en Andalucía occidental la tenemos en 1485; después de esta fecha los judíos desaparecieron. Extremadura fue el principal refugio de los emigrados.
     En 1484 la nueva Inquisición fue transferida a Aragón. Una de sus primeras demandas fue la expulsión de los judíos del arzobispado de Zaragoza y obispado de Albarracín. Pero esta vez Fernando resistió la demanda solicitando un plazo de seis meses antes de ejecutar la disposición que, de hecho, nunca sería llevada a la práctica.

MISTERIOS DE LA HISTORIA-VIII

 

Por: Ricardo de la Cierva

Editorial  Planeta

Segunda edición: febrero 1991


III.             CATALUÑA: MUCHO MAS QUE UN MILENIO



La Corona de Aragón fue una creación originalísima, y una epopeya hacia la unidad de España, en la que participo decisiva y clarividentemente Cataluña. La Corona de Aragón dio al nuevo Reino de Valencia “el mismo sistema autónomo que prevalecía en las relaciones entre Aragón y Cataluña” (Vicens, p. 85). Bajo el impulso del gran rey don Jaime I, las dos coronas hispánicas, Aragón y Castilla, cooperaron patrioticamente –florecía ya, desde el fondo de la Reconquista, un sentido histórico, un horizonte de patria común hispánica- en la etapa final de la Reconquista aragonesa, el reino de Murcia, que Jaime I recuperó para su sobrino, Alfonso X el Sabio y donde afluyeron tantos caballeros catalanes que la Crónica del rey don Jaime afirma que en la Murcia del siglo XIII “se hablaba el más bello catalán de la tierra”. Luego buscaron la unidad de España cada uno por su camino, que era camino del mar: Aragón-Cataluña con su expansión mediterránea, Castilla mediante la adopción  del horizonte atlántico primero en las Canarias, luego en las Indias. Pero nunca de espaldas, sino como expresa cooperación naval y terrestre castellana, que llegaría a ser plenamente española.

“Jaime II practicó como ningún rey de la Casa de Barcelona un claro intervencionismo hispánico”(Vicens, p. 90). A comienzos del siglo XV la Corona de Aragón alcanzó su cenit. “El gran agrupador del imperio marítimo catalano-aragonés fue Pedro IV el Ceremonioso (1336-1387), dominador de Mallorca y Cerdeña. Pero su obra no se completó hasta la generación siguiente, cuando con un esfuerzo hasta cierto punto superior a las posibilidades del país, el reino de Sicilia fue incorporado a la dinastía mayor de Aragón. Esta potencialidad expansiva se reflejó, asimismo, en la política peninsular de la dinastía. El contacto con Castilla se acentuó a lo largo del siglo XIV. Jaime II se convirtió por unos años en el árbitro de España. Como resultado global de este periodo de luchas, no podía preverse a finales del siglo XIV que reino acabaría prevaleciendo en una previsible fusión de los mismos en el seno de una monarquía común” (Vicens, pp. 99-100).

La Corona de Aragón, impulsada por Cataluña, va a aportar al proceso de la unidad de España el método, el diálogo, el sentido del pacto. “En su seno se engendra poco a poco el ideal pactista que constituirá una de las mas genuinas aportaciones del patriciado urbano de Cataluña a la política del Cuatrocientos” (Vicens, p. 101). Y en medio de la crisis del siglo XV surge en Aragón-Cataluña y en Castilla el irresistible milagro de la convergencia para la unidad de España, en el que Cataluña desempeña un papel esencial. “La unión de las coronas de los distintos reinos peninsulares en una sola cabeza venía precedida por una tradición histórica y unas relaciones de orden político a veces amistosas, a veces antagónicas. Las relaciones dinásticas prepararon el advenimiento de la unidad monárquica –de la monarchia hispana- desde el momento que hicieron factible el establecimiento de una misma familia –las de los Trastámaras- en los tronos reales de Castilla y Aragón. La muerte de Martín el Humano, el último rey de la extirpe condal barcelonesa en la Corona de Aragón, condujo, ampliando la línea de la teoría pactista catalana, al Compromiso de Caspe, del que surgió la designación de Fernando I, nieto de Enrique II, como nuevo monarca aragonés en 1412” (Vicens, p. 107).

En las turbulencias del siglo XV Cataluña no solo proporcionó al proceso de la unidad de España el sentido del pacto, sino el impulso. Bajo el gran rey Alfonso el Magnánimo (1414-1458) se experimentó “la eficacia de la colaboración entre los dos mas importantes pueblos peninsulares: la conquista de Nápoles, la irradiación política en la cuenca del Mediterráneo oriental”. “Su hermano y sucesor, Juan II, se apoyó, entre la espada francesa de Luis XI y los problemas de la revolución social en Cataluña, sobre un grupo que, sin doctrina ni programa, fue marchando en pos de la unidad” (Vicens, p. 108). La unidad de España, concebida desde Cataluña como el gran remedio para los problemas de Cataluña: “Tal fue el norte pragmático que alimentó el proyecto matrimonial entre su hijo Fernando y la princesa castellana doña Isabel” (Vicens, p. 108).

Brilló en lo mas hondo de la crisis del siglo XV, como un rayo de futuro, la intuición hispánica de Cataluña. Iba a estallar en el principado la guerra civil, entre Juan II y su hijo el príncipe de Viana. Al morir el príncipe, Barcelona se alzó contra el rey de Aragón, que buscó, entonces, el apoyo de Francia. “En estas condiciones los catalanes destronaron a Juan II y proclamaron rey a Enrique IV de Castilla”. Pero Castilla aún no estaba preparada para consumar, como ya intentaba Cataluña, la unidad de España, un nuevo intento como el que dibujaron, siglos antes. Alfonso el Batallador y su mujer la reina doña Urraca, que también fracasó por prematuro. En el siglo XV Cataluña rechazó, primero, a un pretendiente portugués y luego una invasión francesa. Y Juan II recuperó en Cataluña su horizonte hispánico. Con la experiencia del fracaso anterior, Cataluña volvió a jugárselo todo para lograr, a través de Castilla, la unidad de España. Cataluña convirtió a Isabel de Castilla en Isabel la Católica, Isabel de España. Esta conclusión de Vicens (p. 112) es sinfónica:

“La última baza del juego se discute sobre el tapete castellano. Enrique IV, eterno enamorado de la paz, había mantenido difícilmente el fiel de la balanza entre la grandeza castellana, entre Aragón y Francia, entre su hija y su hermana. A su muerte estalló la inevitable contienda. Encendiose una guerra de sucesión en que no solo se planteaba un problema jurídico –el de los derechos de las princesas Juana e Isabel-, sino el mas vasto de que papel ejercería Castilla en la organización peninsular y en la política internacional. Francia y Portugal apoyaron a doña Juana; Aragón y sus aliados (Nápoles, Borgoña, Inglaterra), a doña Isabel. La eficaz juventud de Fernando de Aragón, el sentido reformista de la intervención aragonesa y catalana en Castilla, el auxilio militar y de los experimentados técnicos mediterráneos, dieron la victoria al partido isabelino."No creaba, pues, Cataluña en la crisis del siglo XV la nación catalana, sino que ponía lúcidamente los fundamentos de la nación española.

LLENGUA VALENCIANA... LLENGUA LLEGAL


Per Raül Cerdá Pelechá
Hui 3 de març, els valencians celebrem el dia de la Cultura i Llengua Valenciana, pero un any mes, me sorgixc un dubte ¿la llengua en la que yo escric i parle, es llegal o illegal?

La normativa de la nostra llengua valenciana, enguany cumplix 30 anys des de que es van firmar i reconeixer publicament com a les Normes del Puig, o Normes del Consens. La mateixa normativa, que des dels anys 1977 fins al 1983, fon oficial i reconeguda pel Consell Pre-autonomic i oficialisada en el coleges durant el curs 1982-83. La mateixa a la que el poble valencià li va donar llegalitat i que els politics, li l’han furtat.

Hui la nostra llengua llegal, seguix perseguida pels politics que nos governen, pero no a soles en el Regne de Valencia. Ahir mateixa m´aplegava l´informacio de que en Andalusia, l’empresa ONO habia deixat de donar la senyal de C9. Des de fa ya uns mesos el valencians residents en Andalusia, ya no poden vore la televisio, manipulada o no, de la seua terra.

Si fa temps que C9 no es veu en Andalusia pel TDT i esta gent vol que es vegen totes les televisions en tot l´Estat espanyol, ¿com es que no ha eixit el govern del Sr. Camps per a reclamar-ho? Diran que a soles es per als territoris que compartixen la mateixa parla, i tal i pasqual. Quan parlen de censura no veuen censura en que no es veja C9 i es veja Tele Galicia, ¿quina parla compartixen els gallecs en els andalusos?, i els vascs que tambe poden vore la seua televisio en Andalusia, ¿quina llengua compartixen en els andalusos? ¿perque no parlen i reclamen els d’ací?

Queda demostrat que la defensa de la llibertat d´emissions entre territoris, de la senyal d´estes televisions, se la passen pel forro i que l´unic motiu de l’emissio es l´imperialisme allegal i consentit per l´Estat espanyol, a costa d’aniquilar l´identitat d´un poble com el valencià.

Pero el govern del Sr. Camps no sols seguix illegalisant la llengua dels valencians i fomentat la llengua catalana en el nostre territori, si no que fara lo possible per a donar llegalitat a TV3. Yo no m’oponc a que en el nostre territori es veja TV3, com vullc vore TVG, ETB i quantes mes millor, perque C9 (on ya no veig ni el futbol, si encara ho fan per ahí. Ara veig Gol TV i no mes ho dona en castella o catala ¿que li pareix, Sr. Camps?) dona oix i hem de tindre alternatives, pero totes les alternatives o cap d’elles.

Com sempre i un any mes, continuare utilisant i treballant per a que la Llengua Valenciana, la que fon llegalisada pel ploble i els politics, i illegalisada depres pels interessos d’uns politics “valencianistes”, torne a aplegar a ser, la llengua llegal i parlada en els ambits mes formals del nostre territori."

Font:
http://www.nitenblau.com/

EN EL XXX ANIVERSARI DE L'ADHESIO A LES NORMES DE ACV, DITES D'EL PUIG


Per Leopoldo Peñarroja Torrejón
Ilustrissims Senyors Academics, representants de diverses Entitats Culturals, amics tots:
     Saben els organisadors d’est acte que no tenía previst intervindre. Aço ha segut una possibilitat de les ultimes hores, per lo que estes paraules son mig improvisades i sense la formalitat protocolaria que mereix el cas. Haurem tambe de reconeixer, ab humiltat franciscana, que la sensacio desoladora que patim davant l’estat actual de les coses fa dificil embastar algunes idees constructives sobre allo que ara commemorem: la formalisacio d’una normativa ortografica netament valenciana, aci mateix, per les forces vives del denominat ‘valencianisme’, l’any 1981.
     En sengles intervencions que, a modo d’analisis dels problemes de la llengua, vaig fer en 2002, 2004 i 2005 insistia en la curiosa tendencia autodestructiva del moviment civico-cultural al que hem dedicat gran part de les nostres energies; i en que, contemplats els fets i les conductes extravagants que al nostre entorn s’havien produit a rant del Dictamen del 98, la nostra capacitat de sorpresa estava esgotada. Crec que el concepte “sorpresa” es ya una categoria insuficient per a descriure en qué ha devingut tota aquella embastida cultural.
     Sería una quimera fer aci i ara una descripcio de l’itinerari descrit en les darreres tres decades per eixa constelacio valencianista. Ara be, l’atzar ha volgut involucrar-me en algunes de les seues coyuntures més compromeses durant els ultims 15 anys, totes elles letals per als nostres valors, i de les que guarde informacio contada i per contar. Vos suponc sabedors:
a)     El Dictamen del Consell Valencià de Cultura, de 1998, al que, des de dins, em vaig oposar ab el meu vot particular, firmat llavors tambe per Xavier Casp, augurant que ab ell el poble valencià perdria definitivament tota llegitimitat normativa sobre la seua llengua (dictamen precedit d’una tramoya teatral en la que mai es va analisar el problema llingüistic valencià, i que es causa immediata tots els mals darrers del valencianisme);
b)     La reintroduccio accentual en les Normes de la RACV, de l’any 2003, proces sugerit des de fora i conreat des de dins; letal no per els accents, que carixen de potencia destructiva, sino perque, donat que es tractava d’un revival adobat de les normes accentuals del 32, acabà trencant l’ultim reducte normatiu del valencià, la Seccio de Llengua i Literatura de la RACV, que ha quedat en lo que ha quedat.
c)     I el Dictamen sobre la denominació del valencià emanat de l’AVLl en 2005, l’agressio més clara a l’identitat de la llengua fet des d’una institucio dependent de Generalitat Valenciana. Un dictamen respost, pero ab elements dels que yo discrepe de forma substancial, per un document oficial de la Real Academia.
     Ara be, el nostre problema, el problema de lo que queda de la Valencia conscient, es més fondo encara que la ortografia i que la llengua. Perque lo cert es que hi ha en el panorama tres nivells d’aniquilacio: de l’ortografia autonoma del valencià (ya despectivament sentenciada en el Dictamen de 1998 com a una episodica contestacio local), de la llengua dels valencians (per a nosatros la valenciana, pero no aixina per a l’excentrica AVLl, que l’ha reduida a coseta subalterna del catala) i de Valencia, concepte i realitat historica en el marc historic d’Espanya, pero no d’ambits intermijos.
     Gran part de la societat valenciana, inclosa la instalada en l’establishment de la cultura, viu ignorant el fet de que, des de molt arrere, dels anys 50-60 del s. XX, ha vingut produint-se un proces de deconstruccio sistematica de l’idea historica de Valencia i de, digam ‘la valencianitat’, lo que podra no ser visible en la superficie de les institucions valencianes o inclus en algunes bones intencions, pero es una escandalosa evidencia en tots els ambits de transmissio de les idees i de la ciencia, i en tot el sistema educatiu. Es tracta d’una demolicio multilateral, es dir, programada des de diferents prismes epistemologics (filologia, historiografia, arabisme, etnologia, etc...) i en que no sols la llengua com a factor cardinal de la cultura, sino l’identitat, l’historia, i la consciencia colectiva han segut posades i es posen cada dia en tela de juï. Estem davant d’un proces, en definitiva, que nega preventivament la presencia de qualsevol element constitutiu del nostre ser historic (des del potent cristianisme visigotic i el mossarabisme prejaumi a nostres institucions juridiques privatives o al romanç vernacular) en la Valencia anterior a la conquista de 1238, una Valencia per cert, que a modo d’un joc de rol, se reinventa i reinterpreta d’acort ab una tesis programatica de raïl pancatalana: abans moros, despres catalans. Estos son els fets, purs i durs. Qui potest capere capiat.
     En un ensaig quasi acabat al voltant del darrer mig sigle de les teories sobre la nostra llengua i sobre la presunta catalanitat nacional de Valencia, analise al permenor eixe extraordinari proces de fabricacio d’una presunta nacionalitat catalana feta sobre una previa de-construccio, es dir, un desmontage del concepte historic de Valencia, del mon i la cosmovisio valencians. I arrancant del binomi Fuster-Guarner dels primers anys 60 somet alli a critica exhaustiva les falsacions que, sobre tot a partir de l’obra de Ferrando Frances (quasi coincident en el temps ab la firma de les Normes d’El Puig). Consciencia idiomatica i nacional dels valencians, de l’opuscul titulat Informe sobre la llengua del País Valencià, i determinats reculls com aquells de Els Països catalans: un debat obert, o Els valencians davant la qüestio nacional, tots anteriors a 1985, han vingut repetint-se fins a l’esgotament, en tot ambit i manera, sobre la nostra llengua i la nostra historia. Perque hi ha que dir que, de forma ya indissimulada des del 80, l’interes de la tesis unitarista no es posa ya en demostrar la catalanitat de la llengua dels valencians, sino en fabular una presunta catalanitat nacional dels valencians dels sigles XIII a XVI, els quals, d’acort ab Fuster, Guarner, Ferrando, etc..., es sentirien part d’una sola i unica communis natio, o nacio comuna catalana, de la que ells es creuen successors.
     Les contribucions entusiastes al proyecte be de deconstruccio de l’identitat, be d’invencio nacional catalana (Colon, Ferrando, Benet, Pitarch, Barcelo, Burns, Llobregat, Epalza, Bramon, Guichard, i un llarc etcetera) han segut numeroses i enorme el cumul de falsetats historiques, algunes detonants o senzillament ridicules, pero en plena circulacio (passege’s qui vullga per les Webs d’Internet); mentires i grans silencis que, increïblement, encara hui estan en gran part per contestar i que crec deixar prou clars en l’obra a que me referia, pero que constituixen l’abeurall doctrinal sobre el que, en diferents dosis (més bondadoses o agressives segons el nivell educatiu) son instruides les noves generacions valencianes.
     Pero acabem en clau positiva, perque ser pocs i conscients es preferible a ser-ho sense consciencia. Sabem i creem la veritat, que com diu l’Evangeli, nos fara lliures. Gracies a tots.
El Puig de Santa María, 6 de març de 2011.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

SÁNCHEZ CAMACHO Y EL PANCATALANISMO


Autor: Agapito Maestre - Extraído de Internet.
La subordinación del catalán a una rastrera pasión política nacionalista, desgraciadamente, ha conseguido que una lengua de comunicación, como es el catalán, se convierta en una lengua de diferenciación. Terrible.



2011-04-21
Para hacerse cargo del significado político de las palabras de la señora Sánchez Camacho, en Gandía, a favor de que los valencianos vean TV3, cadena pública que sólo emite en catalán para Cataluña, es menester conocer un par de asuntos. El primero es de carácter nacional y tiene que ver con el desmontaje del Estado-nación al que está sometida España por el desastroso título VIII de la Constitución; y el segundo, más dramático y complejo, se refiere a una de las consecuencias más funestas de esa crisis nacional: el expansionismo que los nacionalistas catalanes ejercen sobre sus vecinos, especialmente los valencianos.

Para hacerse cargo del significado político de las palabras de la señora Sánchez Camacho, en Gandía, a favor de que los valencianos vean TV3, cadena pública que sólo emite en catalán para Cataluña, es menester conocer un par de asuntos. El primero es de carácter nacional y tiene que ver con el desmontaje del Estado-nación al que está sometida España por el desastroso título VIII de la Constitución; y el segundo, más dramático y complejo, se refiere a una de las consecuencias más funestas de esa crisis nacional: el expansionismo que los nacionalistas catalanes ejercen sobre sus vecinos, especialmente los valencianos.

El proceso de desnacionalización de España no se entendería, en efecto, sin las políticas lingüísticas de los diferentes gobiernos de España y, por supuesto, de los mesogobiernos de las "nacionalidades históricas" contra la lengua común, la lengua española. No ha habido y, por supuesto, no hay una política unitaria, consciente y con objetivos claros, que vele por la integridad de esa lengua y, sobre todo, haga cumplir el mandato constitucional, a saber, "todos los españoles tienen del deber de conocerla y el derecho a usarla". La Ley de Normalización Lingüística en Cataluña es un claro ejemplo de utilización de la lengua para romper la unidad de la nación en general, y del español en particular...

El proceso de desnacionalización de España no se entendería, en efecto, sin las políticas lingüísticas de los diferentes gobiernos de España y, por supuesto, de los mesogobiernos de las "nacionalidades históricas" contra la lengua común, la lengua española. No ha habido y, por supuesto, no hay una política unitaria, consciente y con objetivos claros, que vele por la integridad de esa lengua y, sobre todo, haga cumplir el mandato constitucional, a saber, "todos los españoles tienen del deber de conocerla y el derecho a usarla". La Ley de Normalización Lingüística en Cataluña es un claro ejemplo de utilización de la lengua para romper la unidad de la nación en general, y del español en particular...

Esa desgraciada ley, aparte de negar el bilingüismo realmente existente en Cataluña, raya la paranoia hasta el punto de que casi toda la casta política considera que una de las lenguas de Cataluña, el catalán, "es la lengua propia de Cataluña, y la singulariza como pueblo"; si fuéramos capaces de descomponer tal frase, mejor dicho, holofrase, como demostrara magníficamente Francisco Caja, carecería de sentido. Pues ¿qué significa que Cataluña tenga una lengua propia? Los territorios no "poseen" lengua alguna, son sus habitantes los que hablan la lengua. La subordinación del catalán a una rastrera pasión política nacionalista, desgraciadamente, ha conseguido que una lengua de comunicación, como es el catalán, se convierta en una lengua de diferenciación. Terrible. Por este camino, el nacionalismo sólo tiene un objetivo imponer el catalán a cualquier precio.

Esa desgraciada ley, aparte de negar el bilingüismo realmente existente en Cataluña, raya la paranoia hasta el punto de que casi toda la casta política considera que una de las lenguas de Cataluña, el catalán, "es la lengua propia de Cataluña, y la singulariza como pueblo"; si fuéramos capaces de descomponer tal frase, mejor dicho, holofrase, como demostrara magníficamente Francisco Caja, carecería de sentido. Pues ¿qué significa que Cataluña tenga una lengua propia? Los territorios no "poseen" lengua alguna, son sus habitantes los que hablan la lengua. La subordinación del catalán a una rastrera pasión política nacionalista, desgraciadamente, ha conseguido que una lengua de comunicación, como es el catalán, se convierta en una lengua de diferenciación. Terrible. Por este camino, el nacionalismo sólo tiene un objetivo imponer el catalán a cualquier precio.

El problema no es, sin embargo, únicamente del nacionalismo sino de toda la casta política catalana. El último ejemplo es el que ha dado la señora Sánchez Camacho, quien ha prometido que TV3 volverá a verse en la Comunidad de Valencia, si llega al poder Rajoy; es decir, el PP de Cataluña no sólo está de acuerdo con la manifestación que tuvo lugar el sábado en valencia, convocada por los pancatalanistas, sino que además se enfrenta al PP de Valencia y, por supuesto, a todas las plataformas sociales y culturales que no quieren verse sometidas a las imposiciones del nacionalismo catalán. La señora Sánchez Camacho parece que sólo tiene en cuenta la manifestación convocada por Acció Cultural del País Valencia, a la que asistieron entre 10.000 personas, según cálculos de la policía municipal, y 80.000 de acuerdo con las estimaciones de los organizadores e incluso hubo asistencia de políticos relevantes de Esquerra Republicana de Catalunya, como Ridao y Carod Roviva, y del PSPV, por ejemplo, Carmen Ninet. Cantó Lluís Llach y pidieron libertad de expresión. El pretexto no era otro que reclamar que se emitiera la señal de TV3 en la Comunidad de Valencia, pero la realidad estaba a la vista: se trataba de una exhibición de músculo del nacionalismo pancatalanista.

El problema no es, sin embargo, únicamente del nacionalismo sino de toda la casta política catalana. El último ejemplo es el que ha dado la señora Sánchez Camacho, quien ha prometido que TV3 volverá a verse en la Comunidad de Valencia, si llega al poder Rajoy; es decir, el PP de Cataluña no sólo está de acuerdo con la manifestación que tuvo lugar el sábado en valencia, convocada por los pancatalanistas, sino que además se enfrenta al PP de Valencia y, por supuesto, a todas las plataformas sociales y culturales que no quieren verse sometidas a las imposiciones del nacionalismo catalán. La señora Sánchez Camacho parece que sólo tiene en cuenta la manifestación convocada por Acció Cultural del País Valencia, a la que asistieron entre 10.000 personas, según cálculos de la policía municipal, y 80.000 de acuerdo con las estimaciones de los organizadores e incluso hubo asistencia de políticos relevantes de Esquerra Republicana de Catalunya, como Ridao y Carod Roviva, y del PSPV, por ejemplo, Carmen Ninet. Cantó Lluís Llach y pidieron libertad de expresión. El pretexto no era otro que reclamar que se emitiera la señal de TV3 en la Comunidad de Valencia, pero la realidad estaba a la vista: se trataba de una exhibición de músculo del nacionalismo pancatalanista.

A pesar de las evidencias, la señora Sánchez Camacho parece haber tomado partido contra su "partido" y se pone, una vez más, al lado de los que lideraba el cantor de Abril 74. Sí, sí, Sánchez Camacho no sólo está con los que salieron de las Torres de Quart, sino que se opone a las otras dos manifestaciones que también se convocaron en Valencia ese sábado, una convocada por Coalició Valenciana y otra por el Grup d´Acció Valencianista, a favor de que se cumpla la ley, es decir, de que no se emita la señal de TV3 en Valencia.

A pesar de las evidencias, la señora Sánchez Camacho parece haber tomado partido contra su "partido" y se pone, una vez más, al lado de los que lideraba el cantor de Abril 74. Sí, sí, Sánchez Camacho no sólo está con los que salieron de las Torres de Quart, sino que se opone a las otras dos manifestaciones que también se convocaron en Valencia ese sábado, una convocada por Coalició Valenciana y otra por el Grup d´Acció Valencianista, a favor de que se cumpla la ley, es decir, de que no se emita la señal de TV3 en Valencia.

EL PRIORATO DE LA TV3.


Autor: Victor Saiz Castelló - Extraído de Internet.
Resulta asqueroso, patético, vergonzante y deprimente ver como un grupo de aspirantes a Masones embargados por un sentimiento meramente catalanista, quieren obligarnos a ver TV3 en el Reino de Valencia por la vía legal o la ilegal.
Todos somos conscientes de la marginalidad y el pensamiento trasnochado de
las bases y los bufones del catalanismo (Hablo de Cajei, Maulets o Endavant), pero el verdadero problema es la decisión ya tomada desde hace algún tiempo de que TV3 sea legal en el Reino de Valencia conforme pasen las elecciones del 22 de Mayo. Además y para más regocijo, el PP utiliza la falsa ilegalización de TV3 para intentar ganar votos a tres meses de las elecciones. Dicha decisión de legalizar la ultra radical pancatalanista TV3 en el Reino de Valencia no tiene otros responsables que los gobiernos autonómicos de los Condados y del Reino de Valencia, que llevan suplicándole casi dos años al Gobierno Central un nuevo Múltiplex para poder continuar con su plan de unir la cultura y la lengua Valenciana dentro de la Catalana mediante la caja tonta, para que así la nefasta y aniquiladora idea de los “Països Catalans” cada día este más cerca y sea más real. Si se legaliza TV3 (Que lo conseguirán gracias al PP y al PSOE entre otros), la idea de los “Països Catalans” la tenemos en casa las 24 horas del día.
La jugada es maestra, todo viene de las altas estancias. El PP con su valencianismo de salón lleva un par de años multando a ACPV por las emisiones ilegales de TV3 y ahora, cuando no faltan más de tres meses para las elecciones, la ilegaliza. Pero a la vez, dice que TV3 se vera en el Reino de Valencia cuando el Gobierno Central lo desee ya que ellos están encantados con esa idea, con la idea de Canal Nou en los Condados y TV3 en el Reino de Valencia. Cara al pueblo actúan de una forma, pero por detrás juegan y pactan con el catalanismo. ¿Os suena de algo? AVL. Siguen con el plan, un paso más para la fomentación y la aceptación de que la cultural y la lengua valenciana viene de los vulgares y nefastos Condados. Todo ello, gracias a Rita, Camps, Pons y compañía. Imaginen la compañía, CIU, ERC, PSC, todos colectivos pancatalanistas y antivalencianos. Toda una demostración de traición al pueblo Valenciano la del PP.
Hare mías las palabras de Juan García Sentandreu en su ultima conferencia en el GAV, “Al señor González Pons, si esto lo hace en el Siglo XIV (Refiriéndose a la creación de la catalanista AVL) le hubieran cortado el cuello a la primera porque esto era contrafur en aquellos tiempos”. Quien dice González Pons, dice Francisco Camps o cualquier traidor de su corte de bufones.
El día 16 de Abril los Catalanistas y Pancatalanistas tiene previsto visitar Valencia para manifestarse a favor de TV3 y de los “Països Catalans” y nosotros también tendremos la oportunidad de plantarles cara. Por eso mismo, no podemos faltar, por eso mismo, si nos quejamos y lloramos por la actual situación identitaria de nuestra patria, tenemos la obligación moral de asistir a cualquier movilización contestataria a la manifestación de ACPV y al concierto del musicalmente desparecido y acabado Lluis Llach. Si no lo hacemos, si no asistimos o apoyamos la movilización valencianista, estaremos demostrando solo una cosa, que el pueblo valenciano tiene lo que se merece.
Senyors, senyores, no mos fallem a mosatros mateixa. Plantem cara als dirigents i politics actuals que mos volen catalanisar en secret, per l’esquena i en confabulacions contra el poble valencià. !!Som l’ultim reducte, l’ultim bastio per a lluitar contra el pancatalanisme!!

EL ESTADO DE "QUIEBRA" DE CANAL 9


Per Víctor Boné Vidal
Radiotelevisio Valenciana, nacida en 1989 bajo el Gobierno del socialista Joan Lerma pasó a ser controlada por el Partido Popular en 1995 con una deuda de 32 millones de euros (5.358 millones de pesetas) y... 653 trabajadores.
Hoy, tras 16 años de gobierno del PP, Canal 9 acumula una plantilla de 2.000 empleados entre fijos y eventuales con lo que nuestro canal autonómico tiene más operarios que Antena 3 y Tele 5 juntas pese a que estas tienen ámbito y cobertura nacional. En ese período, las deudas se elevaron a 1.287,5 millones de euros, es decir, 40 veces más que cuando la controlaron en el año 1995.

Canal 9 ha sido uno de los nidos de enchufe y empleo de amigos y correligionarios y motivo de escándalo con numerosos contratos multimillonarios. El anterior Director de Canal 9, designado por Zaplana y Camps, está acusado de llevarse una comisión de medio millón de euros (83 millones de pesetas) de la subcontratación de servicios de la retransmisión de la visita del Papa a Valencia.

Después del esfuerzo que ha supuesto para TODOS LOS VALENCIANOS el tener y pagar una televisión propia, hoy Canal 9 es un chorro de pérdidas, de corrupción y de catalanización de la sociedad valenciana y se ha convertido por méritos propios en un lastre, en un auténtico enemigo de nuestros intereses.
Creo que dado el volumen de enchufes y personal que sobra en RTVV habría que desplazar una oficina móvil del INEM a Burjasot y empezar a despedir a todos los acomodados que con la inestimable ayuda de nuestra clase política han arruinado este proyecto televisivo valenciano.
Pero antes habrá que despedir a quienes les contrataron.

martes, 20 de septiembre de 2011

ELS HISPANORROMANS MUSULMANS ARROMANÇATS


Autor: Jaume de la Serra

 No fa molt trobí per internet una obreta [*] d'un tal Garrido - catalaniste adscrit a l'Universitat Autonoma de Barcelona - que parla de les aljames mudejars d'Elig i Crevillent en el temps en que estes dos poblacions estigueren, per espai d'uns xixantahuit anys, baix "senyoria" de la ciutat de Barcelona; per haverli deixat uns dines el consell barceloni a l'infant Marti. (Com a incis, dir que resulta curios vore com l'autor, tendenciosament, escampa catalanitat mes alla de la seua benvullguda "catalunya estricta"[sic] pero amaga que la vila d'Elig feu lo possible i lo impossible per llevarse de damunt la senyoria barcelonina [no mos fareu catalans] i que ya desde l'inici de dita "senyoria", 1391, els ilicitans no pararen de bregar hasta que en 1459 lliuraren "de facto" la vila d'Elig de la dominacio catalana, lo qual fon amplament festejat pels ilicitans).

 En este treball "cientific" l'autor tracta de validar eixe dogma de fe catalaniste que diu que en temps de reconquista tots els poblaors del Reine de Valencia nomes parlaven arap. No obstant, en este mateix treball trobem indicis de que aixo no era aixina, contradint les teories interessaes del catalanisme anexioniste.

A)      Segons l'autor, en aquella epoca, era del tot impossible diferenciar fisicament als moros dels cristians: "...No hi havia cap característica física que permetés diferenciar un cristià d'un musulmà, solament la ideologia i l'ús persistent d'una llengua diferent, l'àrab o algaravia...". Per si en aixo no en tinguerem prou, l'autor diu mes avant: "...La manca de distinció física de sarraïns i cristians era particularment sentit per les prostitutes, com Alicsèn de Tolba el 1304, que enganyada tingué relació amb un tal Aytolà (cA'id Al·lâh), sarraí de l'aljama de Xivert, fins que -trasbalsada- "avia conegut que ere moro en son "menbre" [membre viril circuncidat]. Aquest és el mateix cas, el 1456 a l'Elx barceloní[sic], de la prostituta Maria de Biscaia, que jau al bordell de la vila amb un sarraí d'Asp..." (Es convenient aclarir que tota prostituta cristiana que mantenia relacions carnals en home musulma patia fortes penes i castics, tal i com explica l'autor).
B)     
C)      Si be ans l'autor diu que, apart de la "ideologia", l'unica diferencia que es podia trobar entre moros i cristians era que els primers feen un "...ús persistent d'una llengua diferent, l'àrab o algaravia...", ara, en documents mudejars presentats per ell mateixa trobem que tal "ús persistent" no es cert, ans be tot lo contrari: "...l'11 de novembre del 1457, dimecres, compareixen davant el lloctinent de cadi i els vells cAlîZaqâq (Ali Zacach), Karîm Abîl (Carim Abil) i Sacd ibn Asad (Çaet Abenacet), com a testimonis d'una trifulga...el document ens interessa per ser l'únic testimoni que ha pervingut d'un judici en un tribunal mudèjar il·licità. Malauradament manca el contingut de la sentència, però això no impedeix copsar que el català[sic] era la llengua escrita emprada als tribunals de la comunitat mudèjar il·licitana...". Aixina mateixa l'autor diu: "...Tampoc no he trobat cap testimoni documental en àrab a la documentació de la baronia il·licitanocrevillentina conservada a l'Arxiu Històric de la Ciutat de Barcelona, que permeti suggerir l'ús normalitzat de la llengua àrab. Els mudèjars, en els seus escrits dirigits a la senyoria, utilitzaven el català[sic]...". Davant del contrasentit de tindre uns mudejars que, a criteri de l'autor, parlen "persistentment en arab o algaravia" pero que fan la documentacio de la seua aljama musulmana en "catala", l'autor tracta de justificar dita incongruencia "argumentant" que: "...parlaven àrab però qui sabia escriure ho feia en català...".
D)     
C) Si ya son prou sorprenents les paraules (i la "llogica") de l'autor quan diu: "...[els moros] parlaven àrab però qui sabia escriure ho feia en català...", mes chocants i desgavellaes resulten a tenor del contingut d'un document que mes avant presenta: "...el lloctinent de batlle a Elx, Jaume Ortiz, atorgà llicència a cAlî Addehen, alfaquí procedent de "terra de moros", perquè s'instal·lés a l'aljama il·licitana i ensenyés "letra morisqua", és a dir, a llegir i escriure en àrab. Evidentment, no haguessin cridat un foraster per ensenyar àrab si la comunitat tingués les persones capacitades per fer-ho...".

 Aplegats a este punt, i llegit tot lo llegit, tenim el dupte de si els moros (mudejars) d'Elig eren baines perduts, o si, pel contrari, de sabuts s'en passaven un bon troç, ya que en arap - llengua de la que, supostament, feen un "us persistent" - no sabien llegir ni escriure, pero en canvi, en "catala" - llengua forastera gens pareguda a l'arap - llegien, escrivien i feen la documentacio propia de l'aljama musulmana. (Segurament tot gracies als cursets per correspondencia de l'Institut d'Estudis Catalans (IEC)).
 Ironies apart, lo important es la llectura, totalment distinta i contraria a les tesis catalanistes, que se despren de tot lo que acabem de vore.

 Els catalanistes, desde sempre, han tingut molt d'interes en escampar la teoria (infundà) de que una volta els moros conquistaren les terres valencianes exterminaren l'autoctona poblacio hispanorromana valenciana, junt a la seua llengua romanç; o que, en el millor dels casos, els hispanorromans foren islamisats completament substituint la religio cristiana per la musulmana i la seua llengua romanç per l'arap. No es aço lo que es deduix dels texts que acabem de vore.

 En principi l'autor mos diu que els moros i els cristians d'aquella epoca presentaven identic fenotipo (fisonomia). L'evidencia d'aço seria, musulmans que havien mantingut relacions carnals en prostitutes cristianes sense que, en un primer moment, éstes hagueren pogut detectar que eren moros. I aixo que enganyar a les prostitutes no seria gens facil. No ham d'oblidar que éstes patien fortes penes i castics si mantenien relacions en musulmans. Per tant, llogic es pensar que tractarien d'averiguar quins "clients" eren moros p'a no tindre problemes en la justicia. ¿ Qué millor manera d'averiguaro que intercanviant algunes paraules en els "clients" i comprovar aixina si qui parlava era cristia de llengua romanç o moro de llengua arap ? Si tal com els catalanistes diuen, els moros tan sols parlaven arap, aquella minoria de moros que haguera depres romanç per necessitat, obligacio o gust, sempre el parlaria en una fonetica particular que els delataria. No fa falta tornar al sigle XV p'a fer eixa comprovacio, la fem de diari anant pel carrer sentint parlar en fonetica forastera i formes equivoques als que son de fora i han mamat una llengua extrangera. Ara be, com que les prostitutes no trobaven mes diferencia entre cristians i "moros" que la del "membre" (viril) circuncidat, deurem deduir que els "moros" parlaven el romanç valencià en la mateixa pulcritut que hu podia fer un cristia, i que per aixo, estes dones, no podien distinguir per la manera de parlar qui era "moro" o cristia.

 Si resulta que tenim uns "moros" de caracteristiques fisiques identiques a les dels cristians, i que ademes parlaven en romanç d'igual manera que hu podien fer els cristians, tot apunta a que en conte de ser moros de raça i llengua semita (arap), estos "moros" serien descendents d'hispanorromans cristians, convertits a la religio musulmana, que mantenien i continuaven parlant la seua llengua romanç pre-islamica. Evidentment, tenien les mateixes caracteristiques fisonomiques que els cristians perque els dos grups eren descendents dels natius hispanorromans anteriors als musulmanans. En atres paraules, eren hispanorromans valencians islamisats en religio i costums, pero no en llengua.

 No necessariament havien de mantindre els hispanorromans musulmans arromançats una consciencia del seu passat cristia o hispanorromà. Depenent de les circumstancies socials, politiques o personals, en poquetes generacions eixa consciencia hispanorromana s'hauria pogut pedre; no aixina la llengua romanç, pos els procesos de substitucio llingüistica es produixen en moltissima mes lentitut que els de perdua de consciencia de ser part d'un grup social o nacio.

 Pot ser a algu li vinga la duda de per qué els "moros" (hispanorromans islamisats) d'Elig volien estudiar "letra morisqua" si parlaven romanç. Existixen diferents i bones raons, una d'elles i molt important, la comenta el mateix autor catalaniste: "...l'àrab o algaravia, tan fonamental per a la seua pràctica religiosa, com per als cristians el llatí...". De la mateixa manera que el poble pla cristia no parlava llati, els hispanorromans islamisats tampoc parlaven arap - llengües éstes en les que feen els respectius oficis religiosos cada comunitat.

 Lleopolt Penyarroja en el seu llibre d'investigacio "El mozárabe de Valencia", fa temps posà llum a molts d'estos assunts:

 "...Es aún demasiado frecuente aparejar la evolución del "romanismo" (del "mozárabe") a la del

 Pero insistamos: el romanismo lingüístico no es una dependencia del mozarabismo (cristianismo)..."
.
 En eixa llinea, mosatros entenem, que no es gens acertat identificar com a "moros" a tots eixos hispanorromans valencians convertits a la religio musulmana (islamisats), que continuaven parlant el seu romanç valencià pre-islamic, sino que seria molt mes adequat i convenient referirse a ells com a "hispanorromans musulmans arromançats", germans de sanc i de llengua d'eixos mossaraps hispanorromans valencians que no canviaren mai de religio cristiana, ni de llengua romanç.
 Gracies a estos dos grups d'hispanorromans, que mantingueren viu el romanç valencià en temps de la dominacio musulmana, hui en dia parlem la llengua valenciana que parlem.

[* Text catalaniste comentat: Les comunitats musulmanes d'Elx i Crevillent sota la senyoria de Barcelona, Josep-David Garrido Valls]