sábado, 16 de julio de 2011

INVESTIGACION DEL PENDON DE LA CONQUISTA


AYUNTAMIENTO DE VALENCIA
CONCEJALIA DE PROYECTOS CIUDADANOS
Mª. Dolores García BrochSECRETARIA GENERAL – Registro de mociones – Fecha: enero de 1995 – Num. 1008

MOCION

Al Ayuntamiento Pleno que presenta la Delegada de Proyectos Ciudadanos y Concejal del Grupo Mixto, Mª. Dolores  García Broch.

TEMA: INVESTIGACION DEL PENDON DE LA CONQUISTA.

Entre los vestigios históricos, más o menos legendarios, que guarda el Archivo Municipal se encuentra el Pendón de la Conquista.
La realidad histórica del Reino de Valencia aparece cambiada y manipulada a lo largo de los tiempos, unas veces por claros interés de expansionistas catalanes y otros, quizá,  producto de la fiebre por las reliquias de mediados del siglo XIX que influyeron en fábulas más o menos creíbles y que llevaron a casas nobles, catedrales y ayuntamientos, a coleccionar diversas “joyas”, en algún caso tan peregrinas como una pluma del Espíritu Santo o un trozo de la bandera de San Jorge o la nuez del cuello de San Pedro.
En la actualidad la denuncia sobre la falsedad de algunas de las sorprendentes reliquias no asombra a nadie; la lógica natural ha superado a su fabulogía.
Pero si esa fabulogía, mejor o peor urdida, atenta contra la realidad histórica del Reino de Valencia es obvio que los valencianos tenemos, no sólo del derecho, sino del deber de denunciarlo.
Los intereses catalanes para anexionarse el Reino de Valencia como parte integrante de los Países Catalanes encontraron terreno abonado en las curiosas excentricidades del abad catalán Beuter, cronista y archivero de Valencia en 1538.
La misma garantía de autenticidad que tenía la nuez del cuello de San Pedro, guardada hasta el siglo XIXZ, celosamente, en la Catedral de Valencia, tiene el pendón de cuatro barras que, equivocadamente, según demuestran diferentes investigadores, se nos hizo creer que era la señal real de Jaime el Conquistador y que enarbolaron los moros en la torre de Alí-Bufar.
Y nada tendría de malo dejar la historiografía como está si al hacerlo no perjudicara al pueblo valencianos en cuanto a la falsedad del origen de un pendón de rendición que nunca fue posible; pues diversos signos en ella nos demuestran la falacia de su autenticidad.
El primero que alertó a los valencianos sobre la falsedad del Pendón fue Roque Chabás en 1900: “…no es posible sea la bandera real la que tiene el Ayuntamiento porque la tela, pintura y paleografía de la fecha la denuncian como obra del siglo XVI o XVII” (Carreres Candi geografía del Reino de Valencia tomo de la provincia de Valencia pág. 550 nota 1070).
Durante el siglo XIII y gran parte del XIV nadie se tomó en serio el valor “sacrosanto” de la reliquia; no aparece en textos de la época, ni en sellos, ni en monedas.
Las investigaciones llevadas a cabo demuestran que la señal real de don Jaime tenía dos barras, como así llevan los correos reales y las monedas. Esta investigación llevada a cabo en 1695. Y que aparece reflejada en el Acta Santorum, por parte de los bolardistas,  no es la única que demuestra que Aragón tenía dos barras como estudiaron los cursores reales y no cuatro como el pendón.
Mientras Cataluña ostentaba en su bandera la cruz de San Jorge y Valencia el castillo sobre el agua, Aragón tenía el escudo y señal real  con dos barras (monedas de Jaime I, Sello de Alfonso el Liberal, cintas de seda de la Cancillería de Juan II, el mural del rey de Aragón entrando en Alcañiz, la crónica de Pedro IV, las investigaciones del vexilólogo catalán Lluís Domenech y el propio Llibre del Consolat del Mar, o el portulano de Mecía de Veladestes de 1413).
La Crónica de Beuter de 1538 y la de Ortí de 1640 demuestran que la bandera jaimina tenía cola de golondrina y no como el pendón, otra razón que demuestra que el pendón no existía.
No se trata en esta moción de hacer la labor de investigación  que corresponde a vexilólogos y estudiosos, ni tampoco demostrar la antigüedad del pendón que podría reproducción de otro anterior; pero el hecho de no estar catalogado ni documentado nos hace remitirnos  a su posible falsedad que tiraría por tierra los argumentos pantacatalanistas respecto al origen e historia del reino cristiano en 1238.
Es el propio Joan Fuster quien, junto con Teixidor critica la falta de sentido crítico en las fuentes que tenía Beuter y en 1605 el Tesorero de la catedral de Málaga D. Francisco Padilla se escandalizaba de los “errores manifiestos” del abad. ¿Por qué pues no ha de ser el Ayuntamiento de Valencia quien ponga fin a semejante discusión sobre el pendón que Beuter trató en su sermón?.
Por todo lo cual la Concejala que suscribe, propone al Ayuntamiento >Plena la adopción de los siguientes acuerdos:
PRIMERO: QUE SE INVESTIGUE LA ANTIGÜEDAD DEL PENDON DE LA CONQUISTA ANALIZANSO SU TELA, PINTURA, POLEN, TORCIDO ASÍ COMO LA EXTRAÑA CUESTIÓN DE QUE EL AÑO ESTÉ ESCRITO EN UNA GRAFÍA QUE CORRESPONDE A ÉPOCA MUY POSTERIOR AL SIGLO XIII. JOSEP L’ECRIVÁ SOSTIENE QUE UNA MANO INDISCRETA PINTÓ EN 1838 LA INSCRIPCIÓN.
SEGUNDO: QUE SE CONVOQUE UN CONGRESO DE HISTORIADORES Y VEXILOLOGOS Y ESTUDIOSOS QUE DETERMINEN LA AUTENTICIDAD O FALSEDAD DE LA HISTORIA DEL PENDON.
TERCERO: QUE SE EDITE UN LIBRO CON LOS RESULTADOS DE LOS CITADOS ESTUDIOS.                                                           

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