domingo, 17 de abril de 2011

LA MÚSICA EN VALENCIA - CAMPANAS DE VALENCIA (yVI)


RUIZ DE LIHORY, José (Barón de Alcahalí)
La Música en Valencia – Diccionario biográfico y crítico – València 1903 – f. 39-47
Librerías París – Valencia Copia Facsímil
Servicio de Reproducción de Libros – Valencia (1987)
Les batallades de Levar Deu.
Sis celebraben dos/ o tres mises cantades hans de tocar les badallades en la darrera misa cantada encara que sia de requiem y acabat lo prefaci lo guardia agenollas en lo graho mes baix davant la porta de la capella y fa senyal ab la campaneta del sembori de dos ó tres badallades per que lo campaner se pose apunt y en haber consagrat ques abaixa lo domer a la hurnillacio primera del levar de la hostia revolta la campaneta lo guardia y lo campaner toca la primera badallada ab la Maria quant te la hostia alta torna á revoltar la campaneta y respon la segona badallada e avallant la hostia torna / á revoltar la campaneta y respon la tercera badallada y aixi mateix a les atres tres badallades del alsar del sanguis.
Senyal de Vespres.
De la vespra de Santa Creu de setembre fins al dia ans de la vespra de Santa Creu de Maig lo campaner qui guarda la Seu tocant una hora fa senyal a vespres ab la campaneta del sembori e obri les portes e puja sen a tocar a vespres E aiximateix en lo stiu tocant dos hores lo divendres e dies de dijuni que no ía despertada.
Vespres.

Al primer toch habent fet senyal a la huna hora en lo hivern lo qui guarda la seu que es lo campaner o a les dos hores en stiu lo del altar o lo campaner si no es dia de despertada Lo campaner essent arribat al campanar aventa la morlana y lo segon dobla laltra morlana e aixi toquen per sis parades fins quel lo del altar aqueda ab la campaneta del sembori ques acap de mija hora que han fet senyal a vespres poc mes/o menys y sellavors dexa caure la morlana tostternps doblant ab laltra fins ques aquedada y axi es lo primer toch.
Al segon toch pugen lo de les chiques y lo guardia y tots quatre tiren lo Manuel y quant es alt lo campaner dexal als tres y va a doblar ab la Maria fins ques parat lo Manuel// quant es prat dexenlo al quil para/ y lo de les chiques y laltre van y lo hu aventa la morlana y lo de les chiques dobla laltra rnorlana y parenla y sellavors lo de les chiques repica les chiques y lo segon e guardia toquen les altres campanes ab lo campaner y comensant á repicar dexa caure lo Manuel y axi fan un bell repich y si es festa de huit capes e huit bordons fan un toch molt llarch y a mitjan toch fan senyal al altar y comensen vespres.

Tocar alarma quant trau Valencia la bandera.
Tosttemps que Valencia vol traure la bandera en trahenla a la finestra de la sala han de tocar /alarma cada dia de mati y apres dinar la major part del dia y la ciutat paga ais escolans Aquest tocar dura fins que la bandera es tornada della hon va Lo propi tocar es ab lo Jaume/a badallades prestes corn qui dobla y per ço hi son menester tres o quatre escolans pera descansarse Y si haura alguna gran necesitat/ e presa toquen lo Jaume com dit es hun poch altre poch lo Manuel/ e lo Visent/ y lo Squellot tots estos quatre senys lo hu apres del altre. Y segons es la presa y la necesitat axi han de saptar lo tocar.
La mayoría de estos toques subsisten aún hoy, y hasta hace poco los dirigía el campanero mayor Mariano Folch, verdadera institución entre los de su clase, porque durante 58 años ha vivido solo en un pequeño aposento, irregular y lóbrego á pesar de su altura, que hay bajo el cuerpo de campanas del Miguelete, y que por su férrea puerta y paredes de siete metros de espesor, más semeja calabozo que vivienda. Allí, teniendo á sus piés una escalera de 207 escalones que, retorciéndose sobre su eje entre las tinieblas, parece que descienda al abismo por el taladrado centro de la torre, y suspendidas sobre su cabeza las gigantescas campanas, cuyo lenguaje le era familiar, porque á nadie más que á él respondían; allí ha permanecido ese ser excepcional aislado del mundo, oyendo con desdeñosa indiferencia los mugidos del viento, que después de arrancar á las campanas melancólicos lamentos, se precipita por la espiral de la tenebrosa escalera; y mirándolo todo empequeñecido desde aquella vertiginosa altura, la ciudad y la campiña, los hombres y las pasiones.
Ese hombre misterioso, cuyos únicos goces eran percibir los extremecimientos de la torre en los volteos generales, respirar el primer aire de la mañana y contemplar los últimos destellos del moribundo sol cuando todo á sus piés estaba sumido en la penumbra, ese hombre ha sido jubilado, y hoy ocupa su plaza Vicente Narciso, que ya no habita la celda del Miguelete porque no quiere sujetarse á quedar allí encerrado todas las noches desde la caída de la tarde al amanecer del siguiente día, y prefiere subir varias veces á tocar Alba, Coro matutino, Alzar, Golpes de misa mayor, Medio día, Coro vespertino, Oración, Ave María y Queda, que son los toques que dan diariamente las campanas de la torre de la Catedral.
(1) Dante Divina Comedia; Purgatorio; canto VIII——Lord Byron: El Ave Maria.

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