lunes, 20 de diciembre de 2010

EL EJÉRCITO DEL REINO DE VALENCIA (III)


Per Pere Martí i Martínez

Hoy, en el siglo XXI, la real Senyera valenciana mantiene los siguientes honores, siguiendo un estricto protocolo único en Europa.
1º-. La real Senyera coronada valenciana no hace reverencia, ni se inclina ante nadie. Por eso se traslada siempre que es necesario y de forma solemnemente en posición vertical.
2º-. Representa a la figura del rey en su ausencia. Actualmente, el rey D. Juan Carlos I ostenta entre sus títulos el de ser rey de Valencia.
3º-. Tiene el honor de recibir las veintiuna salvas de ordenanza.
4º-. Como bandera real y castrense, recibe los honores militares de un piquete de soldados. Antaño, estos honores los recibía de la compañía del “Centenar de la Ploma”; ahora, le corresponde… al ejército español.
Durante el reinado de Juan I “el Cazador”, Martín I “el Humano”, Fernando I de Trastámara “el Pacificador” y sucesivos, uno de los grandes problemas defensivos (prejaimino) que siempre padeció el Reino de Valencia tuvo una incidencia especial. La amenaza costera era un punto débil que convenía cubrir. Piratas y corsarios musulmanes e incluso cristianos de todas las procedencias acosaban las costas valencianas.
Concretamente, en el año 1381 se creó una flota compuesta por los reinos de Valencia, Mallorca, y el condado de Barcelona para patrullar defensivamente la costa y realizar esporádicamente incursiones de castigo en la costa africana de Berbería. Esta flota conjunta tuvo su punto álgido alrededor del año 1399, bajo el reinado de Martín I “el Humano”, cuando se organizó una armada naval integrada por unas setenta naves de combate y cerca de ocho mil soldados.
La cercanía del reino musulmán de Granada, dificultaba la defensa de la frontera sur del reino valenciano, convirtiendo esta zona fronteriza durante siglos en una “marca” de constantes incursiones granadinas, ataques y desembarcos norteafricanos. Documentados ampliamente desde los albores del siglo XIV hasta el XVII. Esta defensa del litoral, corría a cargo exclusivamente del Reino de Valencia. Es decir; tropas (defensa activa), dinero e infraestructuras (defensa pasiva) a cuenta de los “Consells” de las ciudades o villas afectadas y/o interesadas.
Reinando Alfonso III “el Magnánimo” (V de Aragón) entre 1416-1458, tuvo lugar un ataque (…de tantos) llevado a cabo por una flota tunecina que desembarcó en Benidorm capturando a la mayoría de sus habitantes para posteriormente venderlos como esclavos. A consecuencia de este luctuoso suceso, se destacaron cuatro guardias en “les Penyes de l´Abir” y cuatro más en el cabo de Moraira para alertar a la población expuesta e impedir episodios tan trágicos como el sucedido.
Como venimos indicando desde el inicio, la defensa desde el siglo XIII (legislación foral) se realizaba por los propios habitantes. En caso de necesidad se organizaba un ejército de caballeros (si los había), o sino de comerciantes, artesanos, campesinos… que no tenían más remedio que hacer frente al agresor. Posiblemente, aunque mal preparados, no había ni hay mejor soldado que el que defiende a su familia, casa, heredad y propiedades. De todas formas, fueron los “Consells” locales los que se encargaron de alistar y organizar de manera más efectiva a sus ciudadanos para constituir unas milicias para su autodefensa.

No hay comentarios: