lunes, 26 de julio de 2010

SENYAL REAL (III)


Autor: J. B./ VALENCIA

Otra referencia la encontramos en el pergamino, aparece nítida la imagen de la Real Señera con las barras coronadas sobre el terri¬torio del Reino de Valencia y contiene, además del nombre del autor, la fecha de ejecución: año 1413. Es decir, nos ilustra sobre la Bandera Real que presi¬dió la decisiva batalla de Morvedre en 1412 -no muy lejos de Segorbe- y con la que el adelantado mayor de Castilla trató de proclamar rey de Valencia a Fernando de Antequera; detalle que no se ha tenido en cuenta hasta la fecha.
"Fue vencido el ejército de Valencia por Bernat de Centelles y caballería de Castilla, de Valencia y gente de Morvedre. Murióel virrey de Valencia y fue herido gravemente el justicia criminal, apoderándose de la Bandera de Valencia que fue llevada al de Antequera. Vencieron los Centelles que seguían a Femando de Antequera, pero no hubo humillación para la Señera, ya que los vencedores también eran valen¬cianos y reconocían la realeza del símbolo. Antes del choque, el virrey había solicitado al Consell un ejér¬cito y el estandarte real con el Centenar de la Ploma, -según la norma empleada en el siglo XV; pues siem¬pre que ejecutaba alguna misión propia de su cargo y que requería manifestarse con autoridad, se hacía acompañar por la Bandera Real de Valencia
"Insta el virrey Bollera que salga la Bandera y hueste de Valencia contra Nules (...) y como Bellera era catalán deseaba que el Conde de Urgel sucedie¬se en la casa real" (Diago, F.: "Apuntamientos", p. 234).
Jerónimo Zurita, cronista aragonés, defendía la legalidad del ejército que llevaba la Señera de Valen¬cia por dos motivos: por seguir al virrey, máxima autoridad (el monarca había fallecido), y por defen¬der al parlamento valenciano, que en aquellos días estaba en Vinaroz: "El parlamento de Vinalaroz (sic); que siendo legítimamente congregado, representaba todo aquel Reyno de Valencia".
El ejercito iba presidido por la Bandera de Valen¬cia, sustantivo que valía tanto para la ciudad como para el Reino; "movió el Gobernador con la Bande¬ra de Valencia, y con todas sus compañías de caba¬llo y de pie; el sábado a la tarde, sus batallas ordenadas". Entre los caballeros que reconocieron la realeza de la Señera habían castellanos y catala¬nes, como Guillen de Vich "que andaba con el Adelantado de Castilla "No la consideraron trofeo de batalla, sino Bandera Real apta para la procla¬mación del rey de Valencia:
"Tomó Ruy Diaz la Bandera de Valencia, la cual envió el Adelantado de Castilla al Infante. Le envió a suplicar que cuando Dios quisiese, que tomase título de Rey, lo que fiaba en Dios que sería, que le plu¬guiese de tomarle con aquella Bandera Real" (Zuri¬ta, Jerónimo de: "Anales de la Corona de Aragón". Zaragoza. 1579, p. 54).
También la podemos encontrar en Bolonia. En la biblioteca de la más anti¬gua universidad europea, la de Bolonia, se conserva la carta náutica del italiano Grazioso Benincasa, fechada en 1482. La obligada esquematización propia de estos pergaminos no impide apreciar una serie de banderas sobre la península ibérica, desta¬cando la Real Señera en el espa¬cio definido entre el río Ebro y el reino moro de Granada, todavía independiente en aquel año. Una gran franja junto al asta y tres escuetas barras rojas y amarillas identifican el territorio regnícola.
Los cartógrafos no pretendían hacer un tratado de banderas, de ahí que en ocasiones apareciera la Real Señera con la corona so¬bre las barras (carta de Viladestes del año 1413) o, simplemente, la franja azulada del fondo; pero es notorio el empeño en dejar cons¬tancia gráfica de un espacio rec¬tangular junto al asta, reduciendo la longitud de las barras. Por cier¬to, la corona fue incorporada in¬cluso en las marcas de agua de los papeles fabricados en el Rei¬no en el siglo XV: "Deux país, marque representant les armoiries de Valence (...) surmontés d'une couronne de 1463-1426" (Mosin, Vladimir: Filigranes, 7.a.greb, 1957). Detalle que no exhi¬bían los elaborados en Cataluña.
Documentada la presencia de barras coronadas sobre franja azul en nuestro Siglo de Oro (Bib. Nacional de París: Ms. Ge. B. 8268),
En la toma de Tortosa en la guerra de los Segadores vemos un ejemplo de cómo el ejercito del Reino luchaba todos a una, todos tras la Real Señera. “¡Cómo se hallaba afligido este florido Reyno (de Valencia), tan dentro de sus caminos el enemigo, tan dueños de sus llaves, señor de la campaña sus campos talados, los vecinos fugitivos, los morado¬res inquietos y asustados, mal seguras las villas y vendidas las aldeas ¡Qué molesta¬do se hallaba!” (Villalva, B.: Restauración de Tortosa. Valencia, 1651).
De estos años se conservan peticiones de ayuda de las viudas de valencianos muertos en la frontera catalana; así “Joanna Mas, viuda de Gregorio Rodríguez, que murió a manos de los micaletes en Tortosa” (A. Cor. Aragón. Leg. 889); o, tam¬bién. la de “Francisca, viuda de un Maes¬tre de Campo, (que) pide se le pague de lo que procediere de haciendas de catalanes en el Reyno de Valencia” (A. C. A., Leg. 894).

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