sábado, 12 de junio de 2010

HISTORIA DE VALENCIA (VI)


Valencia en la antigüedad (138 a. C. - 718 d. C.)

La ciudad de Valencia fue fundada por los romanos en el año 138 a.C. por Junio Bruto y poblada por soldados itálicos licenciados. El nombre de Valentia significaba "fortaleza, buen augurio".La ciudad se ubicó en una pequeña isla en medio del río Turia y su estructura era parecida a otras ciudades romanas de la época. Sus vías principales eran dos calles perpendiculares, el kardo, que la atravesaba de norte a sur y el decumano, que lo hacía de este a oeste, en la confluencia de estas dos vías se encontraba el foro.

La vida de Valencia transcurría tranquila, hasta que estalló la guerra civil entre Sila y Mario y en el año 75 a. C. la ciudad fue arrasada por Pompeyo. Después de la destrucción parece que la ciudad quedó abandonada durante 50 años, ya que no existen datos escritos hasta el siglo siguiente. Alrededor del año 20-15 a. C. la ciudad se volvió a poblar en la época del emperador Octavio. Hacia finales del siglo III, se produce una crisis política, en la que disminuye la actividad ciudadana, mientras comienza a florecer un nuevo fenómeno, el cristianismo.

La figura más relevante de esta nueva doctrina en Valencia fue la de San Vicente Mártir, diácono de la Diócesis de Caesaraugusta (Zaragoza), que llegó a Valencia para promover el cristianismo en esta ciudad. Fue condenado a muerte y martirizado al principio del siglo IV. Su cuerpo fue arrojado al mar y recogido por algunos de aquellos primeros cristianos, se cree, que depositaron sus restos en la zona de la Roqueta, al borde de la vía Augusta, donde se construiría un templo en su honor.

Época musulmana (718 -1238)

La Valencia que encontraron los musulmanes era una ciudad decadente, la población iba mermando y reduciendo su extensión, aunque conservaba a grandes rasgos, su trazado original. La urbe fue arrasada por Abd al-Raman I en el 778-779, por haber participado en una sublevación. Abd al-Allah, hijo de Abd al-Raman, durante su gobierno hizo mejoras en la ciudad sin cambiar su forma urbanística con la excepción de que construyó a las afueras de la ciudad una finca de recreo llamada la Russafa a semejanza de las Russafas (jardines) Persas, nombre que ha llegado hasta nuestros días.

En aquella época la ciudad había pasado a llamarse Balansiya, nombre que resultó de la evolución del nombre latino Valentia. Las fuentes escritas y arqueológicas de esta época son muy pocas, de lo que se deduce la escasa relevancia de la ciudad en ese momento. En el 1011 Mubarak y Muzaffar se hicieron con el poder de la Taifa de Valencia y a fuerza de impuestos consiguieron hacer reformas y mejoras urbanísticas, pero en el año 1021, después de una revuelta popular, ascendió al trono Abd al-Aziz ibn Abi Amir (nieto de Almanzor) con quien la ciudad vivió una etapa de esplendor.

Se superó la expansión geográfica romana por el desarrollo demográfico y se construyeron unas nuevas murallas, convirtiendo así, a la ciudad, en la plaza más fuerte de Al-Andalus. La muerte de Abd al-Aziz en 1061, seguida de un periodo de inestabilidad, propició la conquista de Valencia por parte del Cid, en el año 1094 hasta que, ocho años después, la presión de los Almorávides obligó a Alfonso VI a evacuar la ciudad, incendiándola en su retirada. Así, Valencia pasó a formar parte del imperio Almorávide, hasta que los bereberes de la zona del Atlas, llamados Almohades, en el 1145, los sustituyen en el gobierno. En el año 1238, después de cinco meses de asedio, la ciudad fue conquistada por Jaime I. Esto supuso el abandono de la ciudad por una parte de la población musulmana y permitió el asentamiento de familias cristianas, procedentes del norte, que realizaron grandes cambios en la sociedad, aportando sus costumbres y formas de vida, a una ciudad que tradicionalmente había convivido durante siglos con las tres religiones monoteístas y sus tradiciones.
La repoblación de la ciudad (1238)

Durante la repoblación de la ciudad, esta, fue dividida en partes, según la procedencia de los repobladores, la mayoría aragoneses. El proceso de repoblación fue lento y continuo durante todo el siglo XIV. Los moros que permanecieron en la ciudad fueron establecidos extramuros, en lo que en aquella época se conocía como "la Morería", sin embargo, dentro de la muralla existía otro barrio, este, a su vez, amurallado, conocido como "la Judería" o "Call", barrio donado por Jaime I, para que allí vivieran los judíos que en su mayoría se dedicaban a la orfebrería.

En aquel tiempo, se implantaron los fueros, se redactó el "Llibre del Consolat del Mar", el más antiguo código de Derecho Marítimo redactado; el poder judicial lo ejercía "el Justicia" y la otra figura importante en la vida cotidiana de la ciudad era "el Mostassaf", que vigilaba el mercado, los pesos, medidas, precios y transacciones. Al cristianizarse la ciudad, las antiguas mezquitas se convirtieron en iglesias, la Gran Mezquita en catedral, bajo la advocación de Santa María. En el año 1262 sobre la Gran Mezquita se comienza la construcción de la catedral por orden del Cister. En el siglo XIII, para facilitar el acceso a los suburbios de la ciudad situados en la margen norte del río, se construyeron dos puentes de piedra, el "dels aragonesos" (o de la Trinidad) y el del Real. En esta zona, de nueva urbanización, Jaime II se construyo un Palacio Real, que fue saqueado por Pedro el Cruel en 1364, cuando atacó Valencia por segunda vez. Y por haber resistido a los dos ataques, Valencia recibió el título de "ciudad dos veces leal" y razón por la cual dos "L" coronadas flanquean el escudo de la ciudad.

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