martes, 12 de enero de 2010

VICENTE BLASCO IBÁÑEZ SELECCIÓN DE ARTICULOS PERIODISTICOS ANTIMONARQUICOS Y REPUBLICANOS (II)


CONTRA EL REY DE ESPAÑA
ALFONSO XIII DESENMASCARADO
UNA NACIÓN AMORDAZADA
LA DICTADURA MILITAR DE ESPAÑA

EL REY ALFONSO XIII


Reconozco que el actual rey de España ha sido durante algunos años para la opinión internacional un personaje simpático. Su juventud, su carácter decidor a estilo madrileño y un intrepidez alegre de subteniente hicieron de él ese "personaje simpático" tan amado por el vulgo que le ve de lejos y sólo aprecia las exterioridades.


Pero ocurre con los "personajes simpáticos" que al transcurrir los años su "simpatía" va resultando terrible. Persisten en ellos las condiciones propias de la adolescencia y éstas resultan inoportunas y peligrosas en la edad madura, sobre todo cuando se trata de hombres que desempeñan altísimos cargos y sobre los cuales pesan inmensas responsabilidades.


El rey de España ha sido igual a esos niños prodigio que llaman la atención por sus facultades precoces mientras son pequeños. Luego, al convertirse en hombres, sin evolucionar oportunamente, resultan insufribles y peligrosos por su estacionamiento mental, y por la vanidad omnisciente que les infundieron los éxitos y adulaciones de su adolescencia.


Alfonso XIII es un Borbón español que tiene todas las malas condiciones de su bisabuelo Fernando VII. Para los historiadores de Napoleón ha sido siempre un problema oscuro cómo, este hombre genial, de pensamiento clarividente, pudo emprender la desastrosa guerra de España. El mismo, en su retiro de Santa Elena, reconoció dicha empresa como el mayor error de su vida. Para mí, el asunto resulta clarísimo. Es que tuvo que entenderse con los Borbones españoles y, especialmente, con el joven Fernando VII (tan simpático en su juventud como Alfonso XIII) el cual con sus astucias, con sus faltas a la palabra, sus malicias y deslealtades, era capaz de desorientar y perturbar al cerebro más poderoso.


El bisabuelo de Alfonso XIII, al mismo tiempo que pedía casi de rodillas a Napoleón que le permitiera casarse con una mujer de su familia, cediéndole espontáneamente la corona de España, se presentaba a los españoles como un triste prisionero del emperador francés. Se comprende el engaño de Napoleón. Juzgando al pueblo español por los reyes miserables que venía tolerando, lo creyó un pueblo envilecido y cobarde y se lanzó a una invasión fatal para él. Igual equivocación sufriría ahora el que juzgase al pueblo español actual por la persona del rey que aguanta.


Fernando VII jamás en su larga historia tuvo una palabra mala ni una obra buena. Sin embargo, muchos de sus contemporáneos le admiraron en su juventud como monarca simpático que sabía decir frases chistosas. Cuando consiguió que Luis XVIII enviase a los aliados Cien Mil Hijos de San Luis para batir a los liberales españoles y reponerle en su trono de monarca absoluto, agradeció tal apoyo restableciendo la Inquisición y fusilando a un sinnúmero de liberales que se habían rendido fiados en la presencia de las tropas francesas.
Ni aún para los mismos partidarios del absolutismo tuvo Fernando VII amistad ni lealtad. Se consideraba más allá de los amigos y los enemigos. Reía igualmente de unos y de otros. En España solamente debía de existir el rey; los demás eran un mísero rebaño. Azuzaba a los absolutistas contra los liberales y al vencer éstos, les pedía el exterminio de las mismas gentes que él había incitado a sublevarse.


Los españoles clarividentes, le apodaron a causa de su nariz borbónica y su rostro carrilludo: "narizotas, cara de pastel". Este Tiberio conocía el apodo que le daban los liberales llamados "negros" y los absolutistas descontentos de su falta de lealtad que se titulaban "blancos". Y algunos de sus íntimos contaron que cuando estaba a solas en su palacio toma una guitarra para canturrear la siguiente canción:


"Este narizotas, cara de pastel a blancos y negros los ha de j..."


Efectivamente, durante el reinado de Fernando VII, murieron innumerables "blancos" y "negros" por sus diabólicas combinaciones para destruir a unos y otros.


Repito que este Borbón fue en su juventud tan simpático y chistoso como su bisnieto Alfonso XIII. Por eso su recuerdo ha resucitado en España durante los últimos años, comparándose la conducta del rey presente con la de su bisabuelo.


- Es igual a Fernando VII- dicen muchos que le han estudiado de cerca y hasta fueron sus ministros.
- Algo más -repuso uno de los personajes más eminentes de la política de la derecha en España.- Es Fernando VII.... y pico.

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